Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Jonathan Milan (Lidl) es un Fórmula Uno en la llegada en bajada de Andora

Jonathan Milan ha puesto velocidad supersónica para imponerse a Kaden Groves (Alpecin) y Phil Bauhaus (Bahrain) en la llegada en bajada de Andora, donde Filippo Ganna (Ineos) ha sido alcanzado a 600 metros de meta. Lilian Calmejane, Fran Muñoz y Stefan de Bod han protagonizado la fuga de la jornada.

Un eufórico Jonathan Milan celebra su primer triunfo en este Giro.
Un eufórico Jonathan Milan celebra su primer triunfo en este Giro. (Luca BETTINI | AFP PHOTO)

Jonathan Milan ha volado en la meta de Andora para lograr su primera victoria parcial de la presente edición del Giro, después de quedar segundo en la de ayer. Filippo Ganna ha estado a punto de arrebatarle el honor, al atacar en Capo Mele, pero se ha quedado a 600 metros de la victoria.

La fuga de la jornada la han protagonizado el irreductible Lilian Calmejane (Intermarché), Fran Muñoz (Polti Kometa) y Stefan de Bod (Education First), que se han escapado prácticamente desde el banderazo inicial.

Y su aventura ha estado a punto de irse al traste porque a ellos se ha unido Ganna, un ciclista lo suficientemente importante como para que el pelotón no le permitiese continuar por delante suya.

Finalmente, a la vista de la respuesta del grupo apretando para darle caza, el de Verbania ha aflojado pedal, abandonando la escapada de manera voluntaria para impedir que sus otros compañeros fueran absorbidos.

El paso por Colle del Melogno, un puerto catalogado de 3ª categoría, pero que se ha antojado bastante más duro, ha sido un difícil escollo para los sprinters, que se han ido descolgando, caso de Fernando Gaviria (Movistar), Fabio Jakobsen (DSM) o Caleb Ewan (Jayco), debido al ritmo impuesto por Jan Tratnik (Visma).

A falta de 73 kilómetros para la meta, Calmejane, que lo ha intentado en sucesivas ocasiones en este Giro, ha visto poco futuro en la fuga y también se ha dejado coger por el gran grupo, quedando solo en cabeza Muñoz y De Bod.

Su decisión ha coincidido en el tiempo con un importante chaparrón que ha dejado el firme muy peligroso para la integridad de los participantes, como se ha podido comprobar poco después.

Retirada de Girmay

Con la carretera convertida en una pista de patinaje, se han producido las primeras caídas. Ben O`Connor (Decathlon) ha dado con sus huesos en el suelo, pero el más perjudicado ha sido Biniam Girmay (Intermarché) que, maltrecho, ha terminado por montarse de nuevo en su bicicleta, para volver a caerse poco después y acabar abandonando la prueba.

Todas esas dificultades meteorológicas han partido al pelotón a 60 kilómetros de la llegada, si bien buena parte de los rezagados se han rehecho otros diez más tarde, no así Movistar, que se ha visto descolgado con Einar Rubio y Gaviria.

La escuadra telefónica ha tenido que darse un importante calentón para reintegrarse al grupo principal y finalmente lo ha hecho a 47 de meta, cuando la carrera ha enfilado la costa de Liguria.

Poco a poco, la distancia de los entonces dos fugados ha ido mermando, segundo a segundo, por un gran grupo que ha manejado los tiempos de manera precisa, con varios equipos de sprinters tirando en cabeza.

Y que ha ido subiendo su velocidad y la tensión a medida que se acercaba Capo Mele para integrar al tándem de escapados en la dictadura del pelotón justo en la base de esta subida final, a solo cinco kilómetros de meta.

Con las primeras rampas, ha sido Ganna quien ha vuelto a intentarlo, seguido de varias unidades más que no han podido coger la estela del transalpino, aunque el grupo ha vuelto a medir muy bien sus esfuerzos y le ha absorbido a 600 metros de meta.

Tanto Trek como Visma han lanzado a sus correspondientes sprinters, pero ha sido la primera escuadra la que se ha hecho con el triunfo parcial, gracias a un Milan que se ha mostrado más potente que sus adversarios.