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Ortuzar espera que la OPA del BBVA no retraiga su ubicación vasca, «que ya es bastante corta»

El BBVA sigue siendo definido en muchos ámbitos como «banco vasco» dado que mantiene su sede en Bilbo, aunque el peso de Madrid es evidente tras unirse a Argentaria. Ahora la OPA sobre el Banco de Sabadell ha llevado al presidente del PNV a mostrar su preocupación.

Carlos Torres Vila, presidente del BBVA, en la junta de accionistas en el Euskalduna de Bilbo de 2022.
Carlos Torres Vila, presidente del BBVA, en la junta de accionistas en el Euskalduna de Bilbo de 2022. (Aritz Loiola | Foku)

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha manifestado que, desde una «lógica política vasca», él también espera que la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell «no redunde en contra de la posición del banco en Euskadi», recordando así que mantiene su sede en Bilbo.

Ello hace necesario recordar la historia de este banco, que se puede resumir en tres fases. A mitades del siglo XIX se creó el Banco de Bilbao, en 1988 se fusionó con el Banco de Vizcaya (BBV), pero llegados a 1999 la unión con el banco español Argentaria (BBVA) desplazó gran parte de su peso a Madrid. En este tránsito la relación histórica con el PNV, como principal fuerza institucional en Bizkaia, ha sido muy estrecha.

En este momento en que el banco plantea una absorción de una entidad catalana (aunque con sede en Alacant, adonde el Sabadell la desplazó durante el «procés»), Ortuzar ha advertido de que se trata de una cuestión que abarca «tres planos»: empresarial, político y social.

En relación a la «lógica mercantil», Ortuzar ha recordado que serán los accionistas quienes tomen sus decisiones, aunque ha sostenido que, dentro del plano de la política, «los estrategas del BBVA no han medido que se iba a producir en medio de una campaña electoral en Catalunya tan relevante». «En una campaña electoral todo se exagera, todo se extrema un poco y hemos visto unos 'noes' radicales, lo que es normal», ha afirmado, en alusión a los rechazos explícitos tanto desde el Gobierno español como desde el Govern.

En este contexto, ha reconocido que, «desde la lógica política vasca», él también espera que todo esto «no redunde en contra de la posición del BBVA en Euskadi, que ya es bastante corta».

«Mucho más corta de lo que a nosotros nos gustaría, pero tiene aquí su sede social... que no se la lleven. Esa lógica también la podemos tener nosotros», ha incidido.

Respecto a lo que ha denominado la «lógica social», ha advertido de la situación en que podrían quedar los trabajadores y el consumidor, que se preguntará si la concentración de las dos entidades va a ser buena. «¿Los créditos van a ser mejores o peores? ¿Voy a tener más dificultad para acceder a una oficina bancaria?», se ha cuestionado.

«La política bajará el diapasón»

A su juicio, «a medida que pase el tiempo» se va a ir viendo «que se clarifican las cosas» de tal modo que se verá «a los dueños del Banco Sabadell decir si quieren ir o no la OPA», mientras que «la política también bajará el diapasón pasadas las elecciones, y lo que ahora es imposible pues luego será 'en función de'».

«Lo relevante es que miremos también qué va a pasar con los trabajadores y trabajadoras y con los consumidores en una operación de ese estilo», ha finalizado.