El Ejército israelí ordenó ayer el desplazamiento de la población civil de más áreas del este de Rafah, seis días después de iniciar la operación militar en esa ciudad del sur de Gaza, así como de varios puntos del norte del enclave, donde alega que Hamás reconstruye sus capacidades. La orden de desalojo en Rafah afecta en concreto a los campamentos de Rafah y Shabura, así como a los barrios de Adari y Geneina, a cuyos habitantes se les ha pedido que se dirijan al «área humanitaria» de Al Mawasi, una zona costera que ya se encuentra saturada de desplazados en tiendas de campaña improvisadas, sin agua corriente ni saneamiento.
«Dondequiera que mires, esta mañana en el oeste de Rafah, las familias están haciendo las maletas. Las calles están significativamente más vacías», señaló a Efe Louise Wateridge, portavoz en Gaza de la Agencia de la ONU de Ayuda a los Refugiados UNRWA, que estima que unas 150.000 personas han huido ya de la ciudad, no solo en el este donde se ha ordenado la evacuación, pues las nuevas órdenes afectan a barrios más céntricos.
Fuentes médicas reportaron bombardeos tanto en Rafah como en el norte de Gaza, en Beit Lahia y el barrio de Zeitun, en ciudad de Gaza, donde Israel retomó operaciones militares. En concreto, el Ejército sionista ha ordenado la salida de los residentes y desplazados de varios barrios y localidades entre Yabalia y Beit Lahia, que ha designado como «zona de combate peligrosa» y les ha instado a que se trasladen al oeste de ciudad de Gaza.
Israel lanzó el lunes su «operación limitada» en Rafah, destino de cientos de miles de gazatíes que han ido huyendo de los ataques en otros puntos de la franja, y emitió una orden de evacuación de unas 100.000 personas en los barrios de las afueras del este de la ciudad. Al día siguiente tomó el control de la parte palestina del cruce que conecta el sur de Gaza con Egipto. Desde entonces, el Ejército ha informado de «redadas selectivas» para capturar combatientes en el este de la urbe, mientras sus tanques han avanzado por la carretera de Salah al Din, que separa la ciudad entre el este y el oeste desde el cruce con Egipto, y están a punto de rodear su mitad oriental.
Una «orden urgente» para detenerlo
En este contexto, el Gobierno de Sudáfrica anunció ayer que ha solicitado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que emita una «orden urgente» que obligue a Israel a detener su ataque militar en Rafah. «Esta solicitud urgente se pide después de una escalada del asalto de Israel contra Rafah, que supone un riesgo para los suministros humanitarios y los servicios básicos en Gaza, la supervivencia del sistema sanitario palestino y la propia supervivencia de los palestinos de Gaza», señaló la Presidencia sudafricana.
Sudáfrica, que mandó su solicitud el viernes, señaló que Rafah es «el último refugio en Gaza para los desplazados por las acciones de Israel», y pide a ese país que facilite el acceso «sin obstáculos» a los trabajadores de la ONU y otras organizaciones, responsables tanto de repartir ayuda humanitaria como de investigar los hechos que están ocurriendo allí.