Mario López, el exentrenador de Lointek Gernika que está siendo investigado por acoso sexual continuado a una menor, y una exdirectiva del club gernikarra han denunciado a cuatro vecinos de Busturialdea por presuntamente acosar en las redes sociales. Entre las personas denunciadas se encuentra Onintza Enbeita, una de las caras visibles en todas las manifestaciones y concentraciones que se convocaron para condenar los hechos, mostrar apoyo a la víctima y denunciar el encubrimiento de la directiva ante estos hechos.
Los cuatro vecinos –dos de ellos han decidido mantener su anonimato– han pasado a declarar durante la mañana de este lunes y horas después de declarar, Enbeita ha dado explicaciones en NAIZ Irratia. Según señala, «la denuncia está a nombre de una exdirectiva del club, Amaia Lezamiz, y Mario López» y en el informe judicial no aparece ningún indicio de «acoso» por lo que esperan que no tenga mucho recorrido esta acusación. «El abogado nos dice que estemos tranquilos, no prevé que llegue a juicio porque en las publicaciones que recoge el informe no aparece ni el nombre ni el apellido» de Mario López. Además, incide en que cada mensaje está escrito a modo personal sin que hubiera un movimiento organizado detrás y que, sobre todo, denunciaron la actitud encubridora del club.
No obstante, según ha podido saber NAIZ a través de esta exdirectiva, la denuncia se fundamenta, entre otras publicaciones, en un meme publicado en redes sociales y retuiteado por Enbeita en el que aparece su cara junto a la de López. Le acompaña una frase: «Nos quieren tomar por tontos pero hay que señalarles».
Incide en que estas acciones «de señalamiento y hostigamiento» están tipificadas como «delito de odio» por lo que asegura que la querella está debidamente justificada.
Según entiende la bertsolari, se les querella por ‘stalkear’ –adaptación del término ‘stalk’ que significa «seguir a alguien en las redes sociales para obtener información y observar sus movimientos», según Fundeu– al entonces entrenador de Lointek Gernika en las redes sociales pero Enbeita ha defendido que no han hecho nada diferente al resto de la ciudadanía, que se manifestó en masa tanto en las redes como en las calles.
«Fue un golpe tremendo para el pueblo; una vez se hizo pública la noticia –el 17 de diciembre– se convirtió en el tema principal de las conversaciones. También generó rubor cuando el coche del ya exentrenador y ex director deportivo apareció aparcado en el polideportivo Maloste –el 27 de enero– en una de las plazas que se guardan para los trabajadores del club; mucha gente empezó a hablar y a escribir en las redes sociales. ¿Por qué nos han denunciado a nosotros cuatro?», es una de las preguntas que se hacen Enbeita y Musatadi, dos de los denunciados.
Por tanto, Enbeita reflexiona que esta querella tiene dos objetivos. Por un lado «victimizar» al acusado por, según su parecer, no respetar la presunción de inocencia, y por otro lado, «el más doloroso, es que es una manera de hacerle daño a la víctima, que en este caso es nuestra amiga, a la que queremos mucho y a la que siempre defenderemos». «Es una manera de castigar la valentía de esta mujer», que se atrevió a denunciar el acoso sexual continuado que sufrió cuando Mario López era su entrenador. «Para ella también es muy doloroso tener que ver cómo tenemos que declarar por defenderla», incide Enbeita.
Asimismo, recalca que no se debe olvidar quién es la víctima y que la defenderán siempre, «porque la queremos y porque la creemos».
Mario López fue denunciado por someter a abusos a una jugadora menor de edad durante tres años, hechos que comenzaron en 1998 cuando la chica tenía 13 años. La denuncia se interpuso en junio del pasado año, 21 años después de los hechos, en los juzgados de Gernika.
A raíz de esta noticia, en la que el diario recababa declaraciones del movimiento feminista, se convocaron varias manifestaciones en las que exigían el despido de Mario López y en la que acusaban al club de encubrir al técnico, a sabiendas que estaba siendo investigado por acoso sexual. El grupo feminista de Gernika estuvo en permanente contacto con el club para evitar que Mario López continuase como entrenador y denunciaban entonces que la decisión de la entidad a comienzo de la temporada fue quitar de su puesto de técnico para pasar «a un puesto de más prestigio», como el de responsable deportivo.