Las autoridades de Alemania han afirmado que hay «pruebas claras» sobre una «motivación islamista» en el ataque con arma blanca cometido la semana pasada en la ciudad de Mannheim, que se saldó con la muerte de un policía y otras cinco personas heridas.
El ministro de Justicia alemán, Marco Buschmann, ha afirmado que «ahora hay pruebas claras de una motivación islamista en el crimen en Mannheim» y ha agregado que «la Fiscalía General asume la investigación».
«El Islam tiene cabida en Alemania, pero el islamismo no. Es un acto fanático mortal», ha dicho en su cuenta en la red social X, donde ha agregado que «el peligro que supone el fanatismo religioso y el Islam radical es mayor que nunca».
El ataque fue llevado a cabo en la plaza del mercado de Mannheim por un hombre que apuñaló en varias ocasiones al agente, en el transcurso de un acto del movimiento antiislamista Pax Europa. El suceso se saldó con otros cinco heridos, entre ellos Michael Stürzenberger, miembro de la junta directiva de Pax Europa.
El atacante es un hombre de 25 años de origen afgano que llegó a Alemania hace diez años y cuya identidad no ha trascendido, según han confirmado las autoridades. El agresor resultó herido tras ser tiroteado por otro policía que se encontraba en la zona y que abrió fuego después de que el asaltante apuñalara a un segundo agente, ahora fallecido.
Pax Europa se autodefine como una «organización de derechos humanos» que educa a la gente «sobre la naturaleza y los objetivos del islam político». En su informe de 2022, el servicio de inteligencia interior de Baviera escribió sobre Stürzenberger y la rama bávara de la agrupación que había «indicios fácticos» de que estaban llevando a cabo «esfuerzos islamófobos relevantes» con el objetivo de «abolir la libertad religiosa de los musulmanes».