«Ganar un triplete no es nada sencillo», aseguraba Imanol Álvarez después de conseguir este hito con el Bera Bera. Es el cuarto triplete del equipo donostiarra y el segundo como entrenador del técnico ermuarra, una hazaña al alcance de muy pocos. Álvarez es uno de los artífices, así como los tres pilares del equipo como Alba Menéndez, Esther Arrojeria y Maitane Etxeberria, que han vuelto a liderar a un Bera Bera que ha sumado su 26º trofeo a sus vitrinas. Desde el primer triplete cosechado en 2012-2013, el conjunto donostiarra ha encadenado más de una decada levantando cada temporada, al menos, un título.
«Sois referentes». No ha dicho nada nuevo el alcalde de Donostia Eneko Goia en el recibimiento institucional al Bera Bera. La foto del Ayuntamiento también ha sido singular, pues prácticamente había más representante político que del equipo. Algunas de las jugadoras han aprovechado para marcharse de vacaciones y Lyndie Tchaptchet y Carmen Arroyo se perdieron incluso la celebración posterior a ganar la liga; en vez de regresar a Donostia con sus compañeras, se incorporaron inmediatamente a la convocatoria de la selección española junior.
Hasta siete bajas y un objetivo por cumplir
El éxito del Bera Bera en esta última década, con Tati Garmendia al frente del proyecto deportivo, tiene como eje la estabilidad económica y la competitividad deportiva. El balonmano no ha estado exento de la crisis financiera y el equipo donostiarra ha sabido manejarse en esa inestabilidad manteniendo los pies en el suelo, aunque ello no le haya permitido igualar las ofertas de distintas ligas europeas para mantener a sus jugadoras franquicia. Este curso tampoco es el de la excepción. Siete jugadoras dejan el equipo y se sabe que tres de ellas tienen como destino el este de Europa: Maddi Aalla pone rumbo a Hungría, Emma Boada a Eslovaquia y Malena Cavo a Polonia. Alice Silva (Málaga), June Loidi (La Calzada) y Lydia Blanco (Sporting La Rioja) seguirán en División de Honor mientras queda por resolver el próximo equipo de Mariane Fernandes.
Todas, a excepción de Blanco –que llegó el pasado invierno para cubrir la baja de larga duración de la extremo Marie Louis–, han dejado huella en el Bera Bera y viceversa, tal y como ha remarcado en tantas ocasiones Emma Boada, una de las jugadoras clave en el juego de las donostiarras. Se marcó su propio show en la Copa de Illunbe y ha conseguido cerrar su etapa de Donostia con un triplete muy deseado. Se ha mostrado muy jocosa en el recibimiento de este martes, incidiendo en que a este triplete hay que sumarle los trofeos de Summer BAG –torneo de pretemporada– y la Copa de Euskadi.
La que aún no quiere vislumbrar su final de etapa en el Bera Bera es la capitana Alba Menéndez, que termina su 15ª temporada en Bera Bera alzando su 23º título. Está escribiendo su propia historia en el club de su vida y está con fuerzas para continuar. En el recibimiento ha querido destacar la resiliencia de su equipo: «Al final del año 2023 sufrimos un bache de resultados y si en esas fechas alguien nos preguntase a ver si esperábamos ganar un triplete, ninguna estaría convencida. Hemos demostrado que sabemos remontar los malos momentos y que somos capaces de todo».
«Queremos dar un paso más en Europa, clasificarnos para esa fase de grupos». Es la espina que le queda al Bera Bera, tal y como explica Imanol Álvarez, que augura que no será nada sencillo pero que asegura que harán «un buen equipo y que competirán en todas las competiciones». Y es que más allá de ganar su novena la liga, otro de los objetivos del equipo era conseguir el pase a la EHF European League que se le había resistido en la liga regular, al terminar en tercera posición. «No fuimos capaces de ganar la liga regular, pero hemos ganado la Supercopa, Copa y Liga», ha remarcado Menéndez. Como si lo fuera necesario para darse cuenta del gran hito conquistado por este equipo.