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Biden sugiere el interés político personal de Netanyahu en la guerra

El presidente de EEUU, Joe Biden, sugirió el interés político personal de su aliado Benjamin Netanyahu en la prolongación de la agresión contra Gaza, después de que las reacciones israelíes  hayan cuestionado el plan para un alto el fuego que presentó el propio Biden en nombre de Israel.

Hana Abdelrahaman al-Rai, niña palestina de cuatro años con señales de malnutrición.
Hana Abdelrahaman al-Rai, niña palestina de cuatro años con señales de malnutrición. (Bashar TALEB | AFP)

Después de que las reacciones de Israel hayan puesto en duda el plan que anunció Joe Biden, como «propuesta israelí» para un alto el fuego en Gaza, el propio presidente estadounidense reprochó a su aliado, Benjamin Netanyahu, que prolongue la guerra por motivos políticos y para mantenerse en el poder al frente de una coalición de Gobierno ultraderechista.

En una entrevista en la revista “Time” publicada ayer, Biden manifestó que «existen todas las razones para que la gente saque esa conclusión», al responder la pregunta de si cree que el primer ministro israelí está prolongando el conflicto por razones de cálculo político personal.
No obstante, Biden evitó ir más allá y declinó confirmar si Netanyahu es el gran obstáculo a un alto el fuego y a un plan más amplio de estabilidad para la región que promueve EEUU.

La supervivencia política de Netanyahu depende de la continuidad de una compleja coalición de siete partidos ultrasionistas y fundamentalistas religiosos, que amenazan con romper el Ejecutivo si acepta el alto el fuego.

Ayer Biden evitó repetir en la Casa Blanca la acusación y al ser preguntado si Netanyahu está utilizando la guerra con fines políticos, respondió: «No lo creo. Está tratando de resolver un problema serio que tiene».

En la entrevista, Biden siguió amparando las matanzas del Ejército israelí en Palestina al sostener que «no está claro» que haya cometido crímenes de guerra con acciones como el uso del hambre como arma de guerra, la muerte masiva de civiles, el ataque a hospitales y personal sanitario o el bloqueo de ayuda humanitaria.

A pesar de la tibia retórica sobre la última operación en la ciudad de Rafah, Washington no ha tomado ninguna medida de presión para frenar a Israel y ha aumentado el apoyo militar. Ayer mismo, Israel anunció la firma de un acuerdo valorado en 2.700 millones de euros con el Gobierno estadounidense para la compra de un tercer escuadrón de 25 cazas F-35, cuya entrega comenzará a partir de 2028.

Este apoyo puede costarle a Joe Biden la reelección, pero la urgencia del presidente estadounidense tampoco parece afectar a Netanyahu.

El juego de Israel embarullando la situación obstaculiza un eventual alto el fuego, pero también muestra las diferencias en el seno de la coalición ultra israelí. Así, Biden anunció una propuesta israelí que luego el propio Netanyahu eludió respaldar asegurando que estaba «incompleta» y reiterando la prioridad de «acabar con Hamas». Mientras los ministros israelíes de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir; y de Finanzas, Bezalel Smotrich, rechazaron el plan, los ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido mostraron ayer su apoyo a un posible acuerdo para la liberación de los israelíes cautivos en Gaza.

Por su parte, Beny Gantz, que dejó la oposición para participar en el gabinete de guerra tres el 7 de octubre, dio un ultimátum a Netanyahu para que presente un plan antes del próximo viernes y está llevando a cabo sus propios contactos con el Gobierno estadounidense.

Probablemente por estas diferencias fue Biden el encargado de presentar la propuesta. Netanyahu podría aún añadir más confusión si acepta la invitación de los principales legisladores estadounidenses para pronunciar un discurso ante el Congreso el 13 de junio.

Qatar, sin confianza

Con este lastre, el Gobierno de EEUU busca impulsar la propuesta de tregua en la ONU con un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad que se cruza con otro impulsado por Argelia.

El texto apunta expresamente al «acuerdo anunciado el 31 de mayo» y, pese a que su destino es empujar a Israel, no hay ningún llamamiento específico dirigido al Gobierno sionista, pero sí una interpelación directa a Hamas para que acepte plenamente el acuerdo y aplique «sus términos sin demora y sin condiciones».

El Gobierno de Qatar, que actúa como mediador, también criticó la falta de respuesta israelí. «Hemos visto declaraciones de ministros israelíes que no nos dan mucha confianza sobre que haya una posición unificada en Israel sobre la propuesta sobre la mesa», afirmó el Ministerio de Exteriores qatarí, que indicó que ni Israel ni Hamas han presentado a los mediadores «aprobaciones concretas» sobre la propuesta de alto el fuego desvelada por Biden.

«Creo que está muy claro para la comunidad internacional que las afirmaciones de que se puede acabar con Hamas o dejar de lado la cuestión palestina sólo generarán más violencia», indicó, en referencia a las declaraciones israelíes.

Hamas se ha mostrado dispuesto a abordar «de forma positiva» cualquier propuesta de alto el fuego permanente,  pero afirmó que no enviará una delegación a El Cairo para continuar con las negociaciones mientras no reciban una propuesta detallada del plan Biden. A su juicio, Israel quiere una «negociación sin fin» y «cuenta con recuperar a los prisioneros para luego retomar la guerra contra nuestro pueblo».

Israel extiende la catástrofe

Mientras Israel demora el acuerdo, la situación en la Franja de Gaza sigue siendo catastrófica, con ataques intensos de norte a sur.

El Ejército israelí comenzó una nueva incursión terrestre en el campamento de refugiados de Al Bureij, en el centro de la Franja que ya atacó en enero. También bombardeó Deir al Balah   y la ciudad de Gaza. En Rafah, de donde ya han huido más de un millón de gazatíes, las fuerzas israelíes continúan su ofensiva, que ha empujado a los palestinos a hacinarse en otros puntos algo más al norte como las playas de Al Mawasi o la devastada Jan Yunis, también escenario de ataques.

En Rafah ya no quedan hospitales, mientras que en áreas colindantes el sistema gazatí de sanidad continúa menguando, debido a los ataques y la creciente inseguridad, a la vez que el hambre se va extendiendo entre la población.

Activistas de Khalas Palestina, en el acto de denuncia en la sede del Gobierno de Lakua en Bilbo. (KHALAS PALESTINA)

También en Cisjordania Israel está llevando a cabo un derramamiento de sangre sin precedentes, según denunció el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien reclamó que el Estado sionistas rinda cuentas por la muerte de más de 510 palestinos a manos de militares y colonos desde el 7 de octubre, después de que ya se alcanzaran cifras récord durante los nueve primeros meses de 2023.

El lunes el Ejército israelí mató a otros dos palestinos cerca del puesto de control que conecta la colonia de Nitzani Oz con la ciudad cisjordania de Tulkarem.

Fuentes de seguridad locales relataron que las fuerzas israelíes comenzaron a disparar contra «todo lo que se moviese» y que impidieron a las ambulancias desplazadas atender a los fallecidos, una práctica habitual.

Türk denunció que la impunidad por «los asesinatos, la destrucción y las violaciones generalizadas de los derechos humanos» ha sido común «durante demasiado tiempo en la Cisjordania ocupada. Esa impunidad ha creado un entorno propicio para que las fuerzas de seguridad de Israel cometan cada vez más asesinatos ilegítimos».

El Ejército de Israel ha llevado a cabo desde el 7 de octubre cerca de 30 operaciones militares en Cisjordania, incluidos bombardeos de drones o el lanzamiento de misiles tierra-tierra contra refugiados de campamentos y otras zonas pobladas.

La violencia contra los palestinos puede aumentar hoy con la denominada marcha anual del Día de Jerusalén, en el que miles de sionistas conmemoran la ocupación desfilando con banderas hasta el Muro de las Lamentaciones, con lemas como «muerte a los árabes» o «quemaremos vuestras aldeas».

El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, aseguró que los entrarán en la Explanada de las Mezquitas. «Iremos al Monte del Templo, debemos golpearlos donde es más importante para ellos», amenazó.

 




Israel se prepara para  la guerra en Líbano

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó al gabinete de guerra para evaluar los últimos acontecimientos en la frontera norte con Líbano, donde el impacto de un dron de Hizbulah desencadenó un incendio que afectó a más de 1.000 hectáreas. El ministro del gabinete Benny Gantz se atrevió incluso a poner fecha a una eventual ofensiva en Líbano y dijo que las hostilidades deben acabar antes del 1 de septiembre, «ya sea mediante un acuerdo (diplomático) o una escalada (militar), pero no podemos perder un año más». El Estado Mayor del Ejército, teniente general Herzi Halevi, también afirmó que Israel está preparado para «después de un muy buen proceso de entrenamiento (...) para pasar a una ofensiva en el norte».

Por su parte, el secretario general adjunto de Hizbulah, Naim Qassem, rechazó que el grupo busque un escalada, pero advirtió de que estarán preparados para la «guerra total» y «la libraremos si se nos impone». «Cualquier expansión israelí de la guerra contra Líbano provocará devastación, destrucción y desplazamiento de civiles dentro de Israel. Si Israel quiere librar una guerra total, estamos preparados para ello», señaló. Desde octubre han muerto al menos 439 personas en este intercambio de fuego, la mayoría en el lado libanés.

 



Hizbulah
«No existe ninguna decisión estadounidense seria para detener la guerra israelí en Gaza. Las ofertas de calma de Biden carecen de objetividad», afirmó el secretario general adjunto de Hibulah, Naim Qassem.


Complicidad
Activistas del colectivo Khalas de Uribe Kosta, arrodillados y con los ojos vendados, se rociaron con pintura roja simulando sangre en la sede del Gobierno de Lakua en Bilbo para denunciar la complicidad con Israel  del Ejecutivo y algunas empresas vascas, y pidieron la ruptura de esta relación en CAF, la UPV-EHU, Tecnalia o Tekniker. Fueron desalojados por la Ertzaintza.

Hospitales
Los hospitales de Cruces y Donostia recibirán a niños de Gaza diagnosticados con cáncer o que sufren traumatismos severos. Como mínimo, entre 7.000 y 11.000 palestinos precisan ser evacuados de la Franja para ser atendidos y tratados, según la OMS.