El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), ha anunciado este viernes que el Ayuntamiento no concederá más licencias para uso turístico a viviendas residenciales y no renovará las existentes en noviembre de 2028, en aplicación de la ley catalana, de manera que en cinco años, los 10.101 pisos turísticos que hay en la ciudad perderán esa condición.
Collboni ha anunciado también la propuesta del Gobierno municipal de que la reserva para pisos sociales del 30% de las nuevas promociones y grandes reformas de edificios de viviendas de iniciativa privada, vigente desde 2018, se pueda trasladar a solares cercanos y que promotores sociales puedan ejecutar las nuevas edificaciones protegidas, en las que el Ayuntamiento tendría derecho preferente en la adquisición de las casas resultantes.
El primer edil ha anunciado públicamente este viernes estas dos nuevas iniciativas para incrementar el parque de vivienda en la ciudad y frenar la subida del precio del alquiler y de la compra, acciones incluidas en el nuevo Pla Viure, que reunirá las acciones políticas del Gobierno Collboni para favorecer el acceso a la vivienda en la capital catalana ante la emergencia habitacional que sufre.
Jaume Collboni ha señalado que en Barcelona en los últimos 10 años el precio del alquiler de la vivienda ha subido un 68% y el de venta un 38% y que es necesario aumentar la oferta «para que los precios no suban tanto o empiecen a bajar y la gente no se tenga que marchar de la ciudad», además de seguir aplicando la regulación de precios del alquiler.
«Ir a fondo»
El alcalde ha asegurado que para ello el Gobierno municipal quiere «ir a fondo» con la nueva regulación catalana de la actividad de las viviendas turísticas, que establece que las licencias caduquen a los 5 años por lo que permite no renovar las actuales en noviembre de 2028 sin ninguna indemnización.
La decisión es «que en Barcelona cese completamente la actividad de piso turístico y que en esa fecha, estos 10.000 pisos pasen al mercado de alquiler o de venta para ser habitados de manera regular por los vecinos», ha anunciado.
Collboni ha constatado que la medida de la reserva del 30% en nuevas promociones y grandes rehabilitaciones tal y como está hoy planteada no es eficaz para fomentar la vivienda asequible en la trama urbana consolidada, ya que desde que se aplica ha bajado un 90% la inversión privada en la construcción en vivienda privada de viviendas y las grandes rehabilitaciones.
Para hacer que funcione esta política pública y favorecer la inversión privada en vivienda, Jaume Collboni considera que «hay que abrir nuevas vías para sacar este 30% –de las nuevas promociones o grandes rehabilitaciones– y trasladarlo a otros solares del barrio colindante».