El alcalde de Coulonces, pequeña ciudad normanda situada en Orne, al noroeste del Estado francés, ha emitido un decreto municipal «para que deje de llover».

En ese decreto municipal firmado el martes y que ha saltado de las redes sociales a los medios de comunicación, se prescribe que «para el 15 de julio, los meses de agosto, septiembre y, si nos extendemos, también a octubre, cese la lluvia y venga en su lugar una ligera brisa y un sol deslumbrante».

Siguiendo con el tono humorístico, el artículo tercero del decreto explica que «los rectores de las parroquias son llamados a comunicarse de manera urgente con el más allá y son, en consecuencia, responsables de la ejecución de este decreto».

Consultado hoy por la agencia de prensa oficial francesa AFP, Daniel Marrière, alcalde de Coulonces, localidad de poco más de 700 habitantes, explica que el decreto se justifica porque «nunca hemos vivido un tiempo así en esta época del año».

«Ayer, martes, por la mañana llovía a cántaros, el tiempo estaba gris, apenas podíamos ver: tuvimos que encender durante horas, en pleno día, la luz eléctrica en las casas», explica Marrière.

«Con este panorama, me dije a mí mismo, es ahora o nunca, toca hacer que la gente pueda recuperar al menos una pequeña sonrisa», añade, para congratularse por haber recibido «muchos comentarios positivos» de sus vecinos tras la publicación del curioso bando municipal.

De momento, no parece que el bando haya logrado efecto. El tiempo se anuncia nublado en la pequeña localidad de Calvados, y el porcentaje de humedad es del 70%. La temperatura máxima no supera los 19 grados.

Un verano fresco y lluvioso al que no se terminan de resignar ni el alcalde ni los vecinos de Coulonces.