Inglaterra y Países Bajos se medirán esta noche (21.00 horas) en Dortmund en la segunda semifinal de la Eurocopa. Aunque han llegado con dudas y su juego no ha brillado durante el torneo, ambas selecciones se encuentran a un paso de meterse en la final y pelear por el que sería su segundo título a nivel internacional.
A Southgate le han criticado por sus planteamientos e, incluso, algunos aficionados le tiraron los vasos de plástico tras sellar el pase a octavos como primeros de su grupo. El empate a cero ante Eslovenia es un ejemplo del juego ramplón que ha mostrado Inglaterra. A pesar de contar con unos jugadores de ataque que han sumado más de cien goles en sus clubes esta temporada, no consiguen trasladar ese potencial a la selección.
A los Bellingham, Harry Kane, Foden y Saka no les llegan balones y así se hace complicado hacer goles. Tan solo han hecho cinco en cinco partidos, aunque a su favor se puede decir que tampoco conocen la derrota. Además, han solventado situaciones complicadas al remontar con Eslovaquía en octavos o igualando ante Suiza después de quedarse en desventaja a falta de un cuarto de hora.
Al técnico inglés le echan en cara que su propuesta es demasiado conservadora. Sin embargo, los resultados le avalan. Antes de empezar la Eurocopa asumía que dejará el cargo si no alza el trofeo, pero ha vuelto a clasificar a su selección para unas semifinales por tercera vez en cuatro torneos. Un dato que se debería valorar ya que Inglaterra, a pesar de ser los inventores del fútbol, tan solo ha ganado un Mundial en su historia. Y fue en 1966.
El principal problema del conjunto inglés es que no ha encontrado un aliado para Rice en el centro del campo. Algo similar le ha sucedido a Países Bajos. En este caso, ha sido por lesiones como las de Frankie de Jong. Viendo las dificultades que tienen en esa zona, las bandas con Gakpo y Dumfries pueden ser decisivas en las semifinales.
Después de perder contra Austria en la fase de grupos y pasar como terceros, a Ronald Koeman le plantearon si contemplaba dejar el cargo. Tras eliminar a Rumanía y Turquía, sueña con volver a levantar una Eurocopa como lo hizo en 1988 como jugador. Junto a su hermano Erwin, que también forma parte del actual cuerpo técnico, alzaron el único título de la «naranja mecánica» con aquella selección que comandaban Gullit, Van Basten y Rijkaard.
Hasselbaink, «agente doble»
El que fuera delantero del Atlético de Madrid y Chelsea, entre otros equipos, trabaja como ayudante de Southgate en Inglaterra. Nacido en Surinam -antigua colonia neerlandesa-, fue internacional con Países Bajos y es el encargado de asesorar a los delanteros de la selección que lleva tres leones en su escudo.
Según han explicado jugadores como Foden, fue el que preparó a los lanzadores para la tanda de penaltis contra Suiza. Los ingleses se quitaron un gran peso de encima al anotar en sus cinco lanzamientos. Perdieron la final de la pasada Eurocopa desde el punto de penalti y acumulaban derrotas traumáticas en los torneos internacionales.
El ejemplo más evidente de ese paso adelante fue el acierto de Saka, uno de los que falló en la fatídica tanda de penaltis contra Italia en Wembley. Asimismo, el portero Pickford se erigió en el héroe al detener el primer lanzamiento. A sus 30 años, el guardameta del Everton sigue generando dudas sobre su valía. Y es que la portería es el punto más flojo del equipo inglés.
En cambio, en el país de los tulipanes se ha asentado en la titularidad Verbruggen. El portero del Brighton, de 21 años, realizó varias intervenciones de mérito que sirvieron para sacar adelante la eliminatoria contra Turquía.