Ainara Lertxundi
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Elkarrizketa
Martín Mozé
Coordinador de la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo en Barcelona

«Sus cuerpos se están yendo, pero su legado es inmenso»

Periodista, militante de H.I.J.O.S, y coordinador de la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo en Barcelona, Martín Mozé comprendió de adulto que sus pesadillas con espacios oscuros, rejas... habían sido reales. Su padre, militante peronista, fue fusilado en 1976. Su madre sobrevivió.

Martín Mozé, militante de H.I.J.O.S y Coordinador de la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo en Barcelona, en Pasai Donibane donde participó en las jornadas Gora Herriak organizadas por Bixi-Bixi.
Martín Mozé, militante de H.I.J.O.S y Coordinador de la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo en Barcelona, en Pasai Donibane donde participó en las jornadas Gora Herriak organizadas por Bixi-Bixi. (Maialen ANDRES | FOKU)

«La última vez que estuvimos juntos los tres en familia fue en la cárcel UP1. En mi pañal lleno de caca escondieron de los fascistas asesinos una tarjeta para mí y otra para la ONU denunciando las torturas», señala Martín Mozé en su cuenta de X.

Su padre, Miguel Mozé, militante de la Juventud Peronista y de Montoneros fue secuestrado en plena vía pública el 22 de julio de 1975 y trasladado al centro clandestino de detención Departamento 2 de Informaciones de la Policía de Córdoba (D2).

La rápida intervención de su abogado evitó que en ese momento fuera desaparecido. Su compañera lo visitó en prisión con el hijo de ambos, quien por motivos de seguridad y por decisión de los dos fue inscrito con los apellidos maternos. No fue hasta 2009 que Martín pudo recuperar el apellido de su padre, quien el 17 de mayo de 1976 fue sacado de la Unidad Penitenciaria 1 (UP-1) y fusilado junto a otros presos políticos en un simulacro de fuga.

Testigo querellante en el juicio que condenó al dictador Rafael Videla por delitos de lesa humanidad, militante de la organización de derechos humanos H.I.J.O.S., Martín Ernesto Mozé coordina la Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo. En entrevista a GARA tras participar en las jornadas “Gora Herriak” de la asociación Bixi-Bixi de Pasai Donibane reivindica el legado de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo: «Nos enseñaron una forma de organización y que no hay salidas individuales».

Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, acaban de fallecer. ¿Cómo preservar el legado de estas mujeres que se están yendo físicamente?

Sus cuerpos se están yendo físicamente, pero su legado es inmenso y ha trascendido las fronteras argentinas. Estas mujeres nos enseñaron una forma de organización y que no hay salidas individuales. Vieron que si buscaban de forma individual no iban a conseguir nada.

Hablar de las Madres y Abuelas tiene que ver no con la búsqueda de venganza, sino con la construcción de memoria, verdad y justicia con derechos humanos para la no repetición. Nuestras luchas de hoy, como las de las Madres, no saldrán adelante solas, necesitan de la solidaridad internacional. Por eso, el genocidio que sufrimos en Argentina nos obliga hoy a denunciar el genocidio de Gaza.

La última vez que usted estuvo con sus padres fue en un campo de concentración. Y la primera vez que vio una fotografía de su padre fue a los 20 años. ¿Cómo ha ido construyendo la identidad?

Tenía 20 años cuando vi por primera vez la fotografía de mi padre. Al salir de la consulta del dentista, llovía y me metí en el local del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba, donde había una muestra fotográfica en blanco y negro sobre la vuelta de la democracia a Argentina.

El fotógrafo y empezó a hablarme de las imágenes. Me fijé en una por el parecido físico que guardábamos. Era mi papá,  Miguel Angel Mozé. Ahí empezó un camino de búsqueda y de silencios muy largos en mi familia. La dictadura cívico-militar afectó a los supervivientes de muchas maneras. En mi mamá anidaron el silencio y el no relato.

«Mientras hablamos, con Milei en el Gobierno, se están celebrando 19 juicios por delitos de lesa humanidad. Él no ha podido parar este movimiento»

Durante muchos años tuve pesadillas con rejas que se cerraban, con espacios de tortura… Pensaba que eran producto de una película, de algo que había leído, pero me di cuenta  de que, efectivamente, esas pesadillas habían formado parte de mi vida.

Las Abuelas de Plaza de Mayo me ayudaron a armar el rompecabezas de mi infancia. Al reconstruir esos relatos, pudimos llevar adelante en Córdoba los juicios contra Jorge Rafael Videla y otros 31 genocidas. Yo fui uno de los testigos y querellantes.

Habla de silencios y de no relatos. ¿Cómo fue esa (no) conversación con su madre?

La primera vez que mi menté despertó fue a los 6 años, cuando la maestra nos pidió que hiciéramos una tarjeta para el Día del Padre. Volví a casa y pregunté a quién le iba a hacer yo la tarjeta. Mi mamá empezó a llorar y no la vi por seis meses; tuvo un ataque de ansiedad y depresión. La tortura y todo lo que padeció le dejaron profundas huellas emocionales.

Cada vez que preguntaba sobre mi padre, mi madre caía en pozos de depresión porque le volvía el recuerdo de la tortura y de lo que habían perdido a nivel personal y colectivo. Y yo no quería que mi mamá se pusiera mal. Cuando llegué a Abuelas, primero ellas me ayudaron a mí y después yo ayudé a mi madre y a mi familia. Descubrí que tenía una tía que había estado secuestrada embarazada en un campo de concentración. Eso era un tabú, algo de lo que no se hablaba.

Cuando me preguntan qué supone recuperar la identidad, digo que es duro porque a veces la verdad no es tan bonita como parece, pero es reveladora. Saber la verdad es un choque muy fuerte, pero es una herramienta que te libera.

¿Qué representa H.I.J.O.S?

Cuando el indulto a los militares yo tenía 20 años. Dos años después, en 1995, nació Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S). Nació en medio de una larga noche de impunidad que comenzó el 24 de marzo de 1976 y pasaron 40 años hasta que un presidente nos abrió la puerta de la Casa Rosada y recibió a los organismos de derechos humanos. Nos preguntó cuáles eran nuestras demandas. Respondimos que la derogación de las leyes de impunidad y poder enjuiciar a estos genocidas.

«Estamos pasando una noche oscura de extrema derecha y de derecha extrema en el Gobierno argentino, pero la resistencia de los pueblos ya empezó a emerger»

En H.I.J.O.S participan compañeros que no son damnificados directos de la dictadura, desde su nacimiento nos abrimos a la sociedad civil. Hoy día cuando vas a un sindicato, a una escuela, a una universidad, a una empresa... ves los pañuelos y las fotografías de los desaparecidos en tal o cual facultad, empresa…

¿Cómo afectan a todo esto las políticas de Javier Milei?

Vivimos el actual momento con mucha preocupación. La memoria nos enseña mucho. La primera vez que en Argentina las Fuerzas Armadas bombardearon a civiles fue en 1955. Arrojaron 14 toneladas de bombas en la Plaza de Mayo matando a hombres, mujeres y niños. Hubo más de mil muertos. Los fascismos se representan en diferentes formas, aquí lo sabéis bien.

Creo que los discursos de odio de Milei y de su Gobierno son potentes, pero tienen un comienzo, un desarrollo y un final. Está en las manos del pueblo y de la sociedad entender que lo que está pasando no es solo de la sociedad argentina, sino que es una ola expansiva que empezó con Trump y siguió con Vox, Meloni, Orban, Bolsonaro y Kast.

En Argentina, hicieron una construcción mediática y la oferta electoral no brindó una alternativa. Para nosotros, el ciclo no comienza con Milei, sino cuando por primera vez en Argentina la derecha extrema llega al Gobierno por las urnas con [Mauricio] Macri. 

«Hablar de las Madres y Abuelas tiene que ver no con la búsqueda de venganza, sino con la construcción de memoria, verdad y justicia con derechos humanos para la no repetición»

Los fascismos dan pan y circo, pero Milei no da pan, es puro circo. Esto nos debe invitar a tejer redes y a construir la solidaridad como muestra de la ternura de los pueblos. Estamos pasando una noche oscura de extrema derecha y de derecha extrema en el Gobierno argentino, pero la resistencia de los pueblos ya empezó a emerger. En cinco meses ha habido manifestaciones multitudinarias.

Nos tenemos que organizar, denunciar y construir solidaridad internacional. Ellos se reúnen, como lo hicieron en Madrid; nosotros también lo tenemos que hacer y discutir cómo construimos colectivamente un espacio de pensamiento, de discusión política, social, económica.

¿Qué representa la generación de sus padres?

Siempre pienso por qué luchaban mi madre y mi padre, por qué los quisieron desaparecer, por qué estuvimos en campos de concentración… La disputa era por la justicia social. Estoy orgulloso de que mi papá y mi mamá fueran ‘subversivos’, porque intentaban subvertir la realidad...

«Estoy orgulloso de que mi papá y mi mamá fueran ‘subversivos’, porque intentaban subvertir la realidad...»

Da mucha bronca ver cómo una persona como Milei, con tan baja formación histórica o malformación histórica, manipula de forma engañosa todo lo que representa la generación de mis padres, echa mano de las fake news...

A la generación de mis padres les tocó sufrir en su propio cuerpo la decisión de luchar contra las injusticias; 30.000 desaparecidos en campos de concentración con maternidades clandestinas...

Aún quedan más de 300 nietos por encontrar. La número 129 fue hallada en València. ¿Qué mensaje trasladaría a todo aquel que tiene dudas?

Es primordial renovar ese llamamiento de Abuelas. Si naciste en Argentina entre 1975 y 1980 y tienes dudas sobre tu identidad, acércate a Abuelas. Fuera del país, están las embajadas y consulados.

Mientras hablamos, con Milei en el Gobierno, se están celebrando 19 juicios por delitos de lesa humanidad. Él no ha podido parar este movimiento. Estamos en una batalla.

Hoy estamos aquí no solo para traer la palabra, el relato y la historia personal, sino que estamos buscando la forma de ayudar a las Abuelas de Plaza de Mayo porque tienen problemas de financiamiento.

Decimos que el mundo es un pañuelo y hoy las Abuelas necesitan ayuda y  solidaridad. Desde aquí quiero invitar a entrar en su web. Son las Abuelas de Plaza de Mayo, pero también hablamos de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, el Banco Nacional de Datos Genéticos, el Equipo de Antropólogos Forenses.