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Las urnas dan la victoria a Maduro en Venezuela y en el exterior piden «transparencia»

En un primer recuento, el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano dio vencedor de las elecciones a Maduro. Pese a la labor de los observadores, la oposición intentó deslegitimar los resultados y varios estados reclamaron «transparencia».

Un hombre lee en un diario en Caracas el resultado de las elecciones venezolanas.
Un hombre lee en un diario en Caracas el resultado de las elecciones venezolanas. (Raúl ARBOLED | FRANCE PRESSE)

El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, Elvis Amoroso, proclamó la victoria del presidente Nicolás Maduro, logrando la reelección gracias a alcanzar el 51% de los votos, mientras que el candidato opositor Edmundo González se quedó en un 44%. El resto de candidatos sumaba el 4,6% restante.

Estos son los datos oficiales, que se dieron a conocer seis horas después del cierre de los colegios electorales, cuando el escrutinio superaba el 80%. Tras ello, Maduro pidió «respeto a la voluntad popular» expresada en las urnas, mientras la oposición intentaba deslegitimar el resultado.

Desde el exterior, los países aliados del bolivarianismo felicitaron a Maduro por su victoria. Es el caso de Rusia, China, Irán, Nicaragua o Bolivia, mientras que varios países latinoamericanos gobernados por la derecha y la UE reclamaban transparencia al sistema electoral venezolano.

Brasil marca la pauta

El Gobierno brasileño, a través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, celebró el «carácter pacífico» de las elecciones en Venezuela, pero ratificó que aguardará la totalidad de los resultados para pronunciarse sobre el triunfo de Maduro.

«El principio de la soberanía popular debe ser observado por medio de la verificación imparcial de los resultados», añadió, destacando que «aguarda la publicación de todos los datos detallados por mesa de votación».

«Es un paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimada del resultado del pleito electoral», agregó el comunicado de la diplomacia brasileña.

El Estado español, a través del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, reclamó las actas electorales «mesa por mesa» para poder certificar el resultado electoral.

«La voluntad democrática del pueblo de Venezuela debe ser respetada con la presentación de las actas de todas las mesas electorales para garantizar resultados plenamente verificables», escribió Albares en la red social X.

El todavía alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrel, señaló que «es vital asegurar la total transparencia del proceso electoral, incluyendo el conteo detallado de los votos y el acceso a las actas de votación de mesas electorales». Añadió que «Venezuela votó sobre el futuro de su país de manera pacífica y masiva».

El presidente chileno, Gabriel Boric, se sumó a las voces que cuestionaron el resultado, diciendo que es «difícil de creer». Similares posturas mantuvieron los presidentes de Guatemala, Uruguay, República Dominicana, Ecuador y Panamá.

Presiones y delirios

Perú, fue más allá y llamó a consultas a su embajador en Caracas tras darse a conocer el resultado electoral, que fue calificado como «muy grave» por el canciller peruano, Javier González-Olaechea, en un mensaje en la red social X.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, pidió a su canciller, Gabriella Sommenferld, que realice las gestiones necesarias para convocar al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar la situación de Venezuela.

«En toda la región, hay políticos que intentan aferrarse al poder y que pretenden arrebatarle la paz a nuestros ciudadanos. Eso es a lo que nos enfrentamos, ese es el peligro de la dictadura, y hoy somos testigos de cómo uno más de ellos intenta arrebatarle la esperanza a millones de venezolanos», dijo Noboa en X.

En el terreno del exabrupto, el presidente de Argentina, Javier Milei, ni siquiera esperó a que se diera a conocer el resultado de las elecciones para proclamar que Buenos Aires «no va a reconocer otro fraude en Venezuela» y hacer un claro llamamiento al golpe de estado, deseando que «las Fuerzas Armadas (de Venezuela) esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular».

Siguiendo esa estela, el dueño de la red social X, Elon Musk, publicó un mensaje en el que señalaba «vergüenza para el dictador Maduro» junto a una imagen de Milei empuñando una motosierra y el texto «Dictador Maduro, ¡vete al infierno!».

Apoyo aliado

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, envió sus «afectuosas felicitaciones» a Maduro, calificando su victoria como «triunfo de la dignidad y del valor del pueblo venezolano sobre presiones y manipulaciones» y destacando el compromiso de La Habana de «estar junto a la Revolución boliviariana y chavista».

El Ministerio de Exteriores de Rusia, por su parte, defendió la transparencia de los comicios, y llamó a las fuerzas políticas «dentro y fuera» del país a evitar provocaciones.

«Las elecciones se celebraron de manera ordenada, en un ambiente pacífico y tranquilo, sin violaciones graves, a pesar de los continuos desafíos a la seguridad pública, como lo confirman las declaraciones de los observadores internacionales», señaló la cancillería rusa a través de un comunicado.

«Rusia da la bienvenida a la exitosa expresión de la voluntad del pueblo de Venezuela y confirma su compromiso fundamental de fortalecer aún más las relaciones entre los dos países en un espíritu de asociación estratégica y una coordinación estrecha y continua en las plataformas internacionales y regionales», añadió el comunicado.

Maduro pide «respeto»

Desde Venezuela, Maduro pidió «respeto a la voluntad popular» expresada en las urnas. «Eso es lo que pido como presidente, respeto a la Constitución, a los poderes públicos y a la vida soberana de Venezuela, respeto a la voluntad popular. Voy a defender nuestra ley y nuestro anhelo», añadió.

Prometió que, con este nuevo triunfo electoral, dará «su vida entera para llevar adelante todos los cambios que necesita esta patria».

Maduro aseguró que en su tercer mandato trabajará «para rescatar todos los derechos vulnerados por la guerra económica», en alusión a las sanciones impuestas por varios países en los últimos años, especialmente por EEUU, y que han lastrado la economía del país.

Consideró que el suyo es «el triunfo de la paz, de la estabilidad, del ideal republicano, de las ideas de igualdad».

En un discurso en Miraflores, Maduro anunció que tiene previsto firmar un decreto para convocar un proceso de diálogo nacional que «favorezca nuevos consensos y un entendimiento» entre las diferentes fuerzas políticas. Explicó que este proceso incluirá «siete transformaciones nacionales» que formarán la columna vertebral de su programa de gobierno y que quiere que participen «todos los sectores económicos, sociales, culturales y políticos del país».

Junto a ello, Maduro añadió que el CNE había sufrido «un ataque masivo al sistema de transmisión de datos» en las últimas horas. Este ataque está siendo investigado por la Fiscalía, «que revelará detalles y establecerá las medidas permanentes», explicó el mandatario venezolano.

El Ejército se ha desplegado por todo el territorio del país, una medida que, en principio, se mantendrá hasta el 15 de agosto. Según las Fuerzas Armadas, el objetivo de este despliegue es «garantizar el resguardo del material electoral, así como la paz y la seguridad de la Patria», al tiempo que ofreció su apoyo al CNE.

«Fraude»

En el exterior de la Embajada venezolana en Buenos Aires se registraron disturbios tras congregarse a sus puertas afines a la oposición para denunciar un presunto fraude. Lanzaron objetos contra el edificio y golpearon las vallas que lo rodean.

Seguían así las consignas de la líder opositora venezolana Corina Machado, que puso en cuestión los resultados electorales, señalando que la victoria correspondía a González con el 70% de los votos y que tenían en su poder actas que lo demostraban.