La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha advertido este miércoles de que miles de palestinos de Gaza, tanto civiles como combatientes, han sido llevados a Israel desde el pasado octubre. La mayoría no tenían cargos en su contra y han sufrido diversos tipos de torturas y maltratos.
«Los detenidos han dicho que estuvieron en lugares tipo jaulas, que se les mantuvo desnudos por largos periodos usando solo pañales. Sus testimonios indican que estaban con los ojos vendados, privados de alimentos, agua y de sueño, sujetos a descargas eléctricas y a quemaduras con cigarrillos», según el informe publicado por el organismo.
Agrega que entre los malos tratos también hubo situaciones en los que se soltaron perros contra los detenidos, mientras que otros fueron víctimas de simulaciones de ahogamiento con agua o se les ataron las manos para colgarlos del techo.
El informe también da cuenta de casos de violencia sexual y de género contra hombres y mujeres palestinas.
Recuerda que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el organismo que tiene el mandato internacional de visitar a los prisioneros de guerra, no ha podido visitar a detenidos palestinos en instalaciones de Israel al no recibir permiso de las autoridades.
Y recalca que en la gran mayoría de casos de detenidos civiles, como periodistas, defensores de los derechos humanos o personal médico, las detenciones se han realizado sin que existan cargos o un proceso judicial, y tampoco se les ha dado acceso a una defensa.
53 muertos bajo custodia
La investigación también ha permitido documentar la muerte en detención de, al menos, 53 palestinos que se encontraban en recintos o prisiones militares israelíes.
En Gaza, la mayoría de los detenidos son hombres y adolescentes, en muchos casos capturados en refugios como escuelas, pero también en hospitales o en puestos de control en alguno de sus múltiples desplazamientos forzados por la guerra.
«Los testimonios reunidos por mi oficina y otras entidades apuntan a una serie de actos espantosos», denunció el alto comisionado de la ONU, Volker Türk, al publicarse el informe. Aseveró que tales actos constituyen una violación flagrante al derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.