Situada en medio del río Bidasoa entre Hendaia e Irun, la conocida como isla de los Faisanes ha sido escenario de distintos acuerdos diplomáticos y enlaces reales. En término de relaciones internacionales su caso es singular ya que constituye el condominio de menor tamaño del mundo.
Las autoridades de los dos estados en que está dividida Euskal Herria comparten la soberanía sobre el pequeño territorio, que gobiernan de forma alterna en mandatos de seis meses.
Ello según lo estipulado en el Tratado de Baiona (1856).
Este 31 de julio de 2024 se ha producido la ceremonia, un tanto pomposa, que marca el traspaso de poderes a favor del Estado francés.
A los sones de la banda de música de Irun, ha sido la subdirectora departamental encargada del área de territorio y mar, Pauline Potier, la investida como vice-reina de la Isla de los Faisanes.
Ejercerá así la autoridad sobre una franja de tierra estratégicamente situada y que ha recibido distintas denominaciones a lo largo de la historia. En algunos momentos fue conocida como Isla de la Conferencia o Isla del Hospital, en alusión a las funciones que ha cumplido en diferentes periodos históricos.
En la isla más conocida -aunque no la única- del río Bidasoa se rubricó, el 7 de noviembre de 1659, el Tratado de los Pirineos. El acuerdo sirvió para poner fin a la guerra entre dos poderosas coronas europeas aunque para Euskal Herria supuso el primer paso para la implementación de una frontera formal que divide todavía hoy al norte y al sur del país.
El monumento erigido en la Isla de los Faisanes ante el que se ha oficializado este mediodía el traspaso semestral de soberanía, hace referencia a los tratados, bodas reales e intercambios de rehenes de los que ha sido testigo a lo largo de su existencia el pequeño territorio.
Los ayuntamientos se encargan del mantenimiento de la isla
En la práctica, cuando se retiran a sus cuarteles los uniformados de ambos estados, presentes en el acto de traspaso semestral, son los ayuntamientos de Irun y Hendaia los que se encargan de cuidar de la isla, para que se mantenga frondosa su flora, pero sobretodo para que los embates de las mareas no debiliten sus paredes.
De una superficie algo inferior a una hectárea, antes de que los dos estados que ejercen del condominio existieran como tales, ya hay constancia de que el nombre por el que todavía hoy se conoce al cercano barrio urruñarra de Pausu, servía para apodar también a una isla en cuyo entorno no han faltado ni las historias de contrabandistas ni los litigios entre pescadores.
La denominación de Pausu, en euskara, hace referencia, por lo tanto, a ese tránsito natural entre ambas orillas, obstaculizado a posteriori por una frontera erigida a la medida de los dos estados.
Esa muga ha hecho que, en los últimos años, la isla haya sido protagonista del riesgo mortal que asumen los migrantes para alcanzar el norte del Bidasoa.
Precisamente, con el telón de fondo del drama migrarorio, Asier Urbieta ha rodado este pasado invierno su opera prima, 'La Isla de los Faisanes'. El rodaje de ese triller, protagonizado por Jone Laspiur y Sambou Diaby, y que cuenta con la colaboración especial de Itziar Ituño y Josean Bengoetxea, convirtió por unas semanas en escenario cinematográfico el entorno de un minúsculo islote cargado de historia.