La triatleta belga Claire Michel, que terminó en el puesto 38 en el triatlón femenino en los Juegos Olímpicos de París el 31 de julio, está enferma –ha ingresado en un centro hospitalario este mismo domingo, infectada por E.coli, según afirman medios belgas– y su equipo no podrá participar en la prueba mixta prevista para el lunes, anunció el Comité Olímpico Belga (COIB) en un comunicado de prensa.
«El COIB [Comité Olímpico e interfederal de Bélgica] y la Federación belga de triatlón esperan que se aprendan lecciones para las próximas competiciones de triatlón en los Juegos Olímpicos», ha comunicado la federación belga.
Con la baja de Michel, el equipo belga se ha quedado sin uno de sus integrantes para el relevo mixto, en el que participan cuatro triatletas, dos hombres y dos mujeres. Cada atleta tendrá que nadar 300 metros, pedalear 8 km y correr 2 km antes de tocar la mano de su compañero de equipo para pasar el relevo.
Sin embargo, la prueba en sí está a expensas de los últimos resultados de los análisis del agua de Sena, que se realizarán en la madrugada de domingo a lunes, hacia las 4.00.
La prueba olímpica masculina tuvo que ser aplazada 24 horas, así como varios entrenamientos, ya que el agua del Sena no era apta para nadar.
«Estamos pensando en la garantía de los días de entrenamiento, de los días de competición y en el formato de las competiciones, que deben aclararse de antemano y garantizar que no haya incertidumbre para los atletas, su entorno y sus aficionados», según las dos organizaciones.
En agosto de 2023, las pruebas del triatlón ya tuvieron que cancelarse en gran medida, ya que la calidad del agua no correspondía a los estándares europeos basados en dos bacterias fecales, Escherichia coli y enterococos.
Las autoridades y los organizadores franceses han hecho de la limpieza del río un fuerte argumento de marketing, político y de comunicación.
Unos días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, y el jefe de los Juegos, Tony Estanguet, se bañaron allí bajo la mirada de los medios de comunicación, acompañados de numerosos periodistas y funcionarios en el agua.
Emmanuel Macron saludó la celebración de los acontecimientos del 31 de julio con un mensaje en la red social «De-Marne: hemos logrado en cuatro años lo imposible desde hace 100 años: se puede nadar en el Sena», un «patrimonio fabuloso» para los habitantes «y la biodiversidad».
Sin embargo, los últimos acontecimientos dan pie a muchas dudas sobre el buen funcionamiento de este proyecto en el que se han ofuscado las autoridades francesas, con una inversión de hasta 1,4 millones de euros.