«Los resultados de la exploración revelaron un mapa de evidencias arqueológicas inédito, ampliando significativamente lo conocido hasta ahora», informó este jueves el Gobierno colombiano en un comunicado en el que precisó que la investigación se llevó a cabo entre el 23 de mayo y el 1 de junio de este año.
La exploración de la Armada Nacional sobre el lecho marino cubrió un área de 461.307 metros cuadrados y reveló que el área del naufragio tiene más concentraciones de material arqueológico, incluidas varias piezas del barco que se armó en los astilleros de Aginaga.
La información añadió que en 2022 se detectaron concentraciones de vestigios arqueológicos en la zona, pero la expedición de este año «permitió caracterizar estas acumulaciones con mayor detalle y descubrir nuevos elementos aislados».
«Entre los hallazgos se encuentran componentes estructurales del barco (un ancla, anillas, un posible clavo) y objetos de uso cotidiano (botijas, botellas de vidrio y un bacín)», aseguró el comunicado del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh).
El Gobierno declaró Área Arqueológica Protegida de la Nación la zona donde está el galeón, hallado en 2015 a una profundidad de más de 600 metros, para dar inicio a la investigación.
«El hallazgo de nuevas concentraciones de material arqueológico en el naufragio del galeón San José revela la complejidad de analizar este evento histórico desde su hundimiento», dijo el director General Marítimo, vicealmirante Fabio Giraldo Gallo.
El oficial destacó que la localización, registro y documentación de estas evidencias «son fundamentales para comprender la distribución de los materiales que constituyen el galeón y, también, la dispersión de sus restos en el Área Arqueológica Protegida».
Giraldo agregó que para entender «integralmente» al San José se estudian «todos los elementos del buque, desde la popa hasta los más mínimos detalles».
Ampliar el conocimiento
La directora general del Icanh, Alhena Caicedo, aseguró que la identificación de estas nuevas acumulaciones y artefactos amplía el conocimiento sobre la distribución espacial del pecio.
«Creemos que hay posibilidades de encontrar nuevos vestigios que amplíen la información que habíamos tenido hasta el momento, obtenida en 2022», sostuvo la antropóloga.
Caicedo señaló que con la información obtenida se podrán identificar aspectos importantes de lo que hubo dentro del galeón y además revelará «aspectos fundamentales sobre la vida a bordo, la manera como se disponía la tripulación, el tipo de artefactos que se utilizaban en la embarcación y cómo las mercancías estaban siendo llevadas de un lugar a otro».
Disputas entre Colombia, el Estado español y los indígenas bolivianos
El San José, que pertenecía a la Armada española, fue hundido por una flota de corsarios ingleses el 8 de junio de 1708 cuando se dirigía a Cartagena de Indias cargado, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá).
Luego del anuncio del hallazgo del pecio surgieron disputas entre Colombia y el Estado español, ya que ese país aduce que por tratarse de «un barco de Estado», con su bandera, le amparan las normas de la Unesco para reclamar su titularidad.
El Gobierno colombiano, que declaró el San José «bien de interés cultural sumergido», todavía descarta la colaboración con el Estado español para tratar el pecio como patrimonio compartido.
Y en medio de este litigio, también los indígenas Qhara Qhara del cerro de Potosí, en Bolivia, reivindican el oro y la plata expoliados de sus minas. Estos nativos fueron esclavizados por los españoles para extraer esos minerales. El líder tribal Qhara Qhara afirma disponer de documentos que acreditan la procedencia del tesoro, como un escrito de 1708 donde se les informaba del naufragio con parte de sus bienes a bordo.