La mina Escondida, el mayor yacimiento de cobre del mundo, trabaja con un plan de emergencia para seguir produciendo cobre, en el tercer día de huelga de sus trabajadores, que piden mejorar sus condiciones laborales.

La multinacional australiana BHP, dueña de Escondida, afirmó en un comunicado el miércoles que la huelga solo es efectiva para quienes integran el sindicato, pero que cuenta con «trabajadores de otros estamentos, sindicatos, empresas colaboradoras y servicios mínimos aprobados por la autoridad». El gremio tildó estos reemplazos de «ilegales».

La empresa, que genera el 5,4% de la oferta global de cobre, no accedió a entregar detalles sobre la cantidad de trabajadores que conforman el plan de contingencia ni la producción que están alcanzando. BHP y el sindicato se habían reunido el mismo miércoles intentando destrabar el conflicto, pero no llegaron a un acuerdo.

El Sindicato N° 1, que opera en Antofagasta, a 1.200 km al norte de Santiago, representa a 2.400 trabajadores, que a su vez constituyen el grueso de operarios de la mina. Según la central obrera, entre sus demandas figura aumentar el tiempo de descanso, ajustar los «bonos variables» e indemnizar a los trabajadores despedidos por todo su tiempo de actividad, y no hasta un máximo de 11 años como establece el marco laboral chileno.

De acuerdo con medios locales, BHP ha ofrecido a cada uno de los 2.400 trabajadores sindicalizados un único bono equivalente a 28.900 dólares para cerrar el conflicto laboral. Sin embargo, el sindicato exige 36.000 dólares por cabeza.

El 21% del cobre total de Chile, primer productor mundial

La mina privada representa el 21% de la producción total de cobre de Chile, el primer productor mundial de este metal, con casi un cuarto de la oferta global. En 2023, Escondida extrajo 1,1 millones de toneladas de cobre, equivalente al 5,4% de la oferta mundial del metal (20,262 millones de toneladas).

En 2017, los trabajadores de Escondida realizaron una huelga de 44 días, la más prolongada de la historia de la minería chilena. El paro generó 740 millones de dólares de pérdidas y significó una contracción de cerca de 1,3% del PIB chileno de ese año.

El cobre y el litio –del que Chile es su segundo productor mundial– son metales críticos para la fabricación de baterías y autos eléctricos para la transición energética destinada a enfrentar el cambio climático.