Ganar tiempo. Para confirmar la plantilla, para mejorar el tono físico, para que se adapten los nuevos, para engrasar la maquinaria en un verano caótico… Ese es el objetivo, y los tres puntos de esta noche ante el recién ascendido Espanyol son oro puro.
En un choque con muy pocas ocasiones, Take Kubo, que ha salido en la segunda mitad, se ha sacado de la chistera un truco de magia para certificar que este equipo se desenvuelve mucho mejor lejos de Anoeta que en su estadio. La vida sigue igual, por ahora.
En Zubieta se ha vivido otra semana movidita, una semana menos para dejar de hablar de salidas y llegadas. Esta ha tenido como nombre propio a Mikel Merino, pero una vez confirmada su marcha aparece en el horizonte el veterano Hummels como refuerzo defensivo, mientras sigue girando la ruleta de un posible delantero centro.
En Cornellá se veían las caras dos equipos con el casillero de puntos a cero. Imanol ha salido al campo del Espanyol con dos cambios respecto al once que arrancó ante el Rayo. Por delante de la defensa, Zubimendi, pasada la vorágine del ‘me voy, me quedo’, ha tomado los galones que cedió temporalmente a Urko González de Zarate, mientras que Sergio Gómez ha ocupado la plaza de Kubo.
Mucho balón, poco peligro
La primera mitad ha sido parca en ocasiones, por decirlo amablemente. Los locales querían jugar rápido y cargar el área de Remiro, saliendo como rayos cuando les realistas perdían el balón, mientras que los visitantes buscaban imponer su estilo (casi 70% de posesión al descanso), haciendo correr a su rival detrás del esférico y batiendo líneas hasta alcanzar el último cuarto del terreno.
Pero mucho cortejo y poco sexo. Solo el meta perico, Joan García –que suena para el Arsenal como posible suplente de Raya– ha tenido que lucirse en un libre directo lanzado por Sergio Gómez. Por lo demás, ambos porteros con los guantes impolutos.
De hecho, el mayor susto para los realistas ha venido en una mala caída de Jon Pacheco, que ha hecho temer por su rodilla, pero el de Elizondo ha podido volver al campo tras ser atendido.
La reanudación mantenía la misma tónica, la Real dominaba sin pegada y el Espanyol aguardaba el error. Casi obtiene premio en el 56, cuando Pacheco ha perdido un balón en el centro del campo que ha terminado salvando Aritz bajo palos. La película comenzaba a parecerse al choque del domingo anterior, con el corpulento ariete Alejo Véliz dando el segundo aviso.
Triple cambio decisivo
Imanol reaccionaba con un triple cambio, metiendo a Kubo, Olasagasti y Sadiq por Brais y los amonestados Turrientes y Oyarzabal. Nueva oportunidad para el nigeriano, que igual no está tan desahuciado como parecía, mientras que Sergio Gómez dejaba la banda para incrustarse en el centro.
El plan le ha funcionado al de Orio gracias a la magia del japonés, que ha recibido en banda, ha desbordado a Oliván y ha fusilado el portero rival con un potente zurdazo (0-1, 80'). No le ha sentado bien la suplencia y se lo ha hecho saber a todo el mundo en la celebración, llevándose las manos a las orejas y mostrando su nombre en la camiseta.
Los últimos minutos la Real los ha jugado con diez y medio. Puado se ha caído encima de Elustondo, y este se ha hecho daño, pero no quedaban cambios, así que Zubimendi se ha ubicado como central y el de Beasain como lo que popularmente se conocía como ‘medio estorbo’. A pesar de ello, Remiro no ha pasado apuros y el marcador no se ha movido.
La próxima cita será el miércoles en Anoeta (21.30), derbi frente al Alavés.