Tras nueve días y ocho noches de fiesta, Aste Nagusia ha llegado a su fin con la tradicional quema de Marijaia y unas cifras de asistencia que, a pesar del mal tiempo, se asimilan a las de 2022, primera edición postpandemia. Desde el Ayuntamiento celebran que se haya tratado de unas fiestas «libres y seguras», solo salpicadas por la polémica de TicketBai.
El espectáculo pirotécnico sobre la Ría ‘Agur Marijaia’ ha puesto punto final a Aste Nagusia. Acompañada por la pregonera, Itziar Ituño, y la txupinera, Nagore Ugarte, Marijaia ha comenzado su viaje de final de fiestas por la ría del Ibaizabal, entre el Puente del Ayuntamiento y el Puente de la Merced, al ritmo de la canción ‘Marijaia dator’ mientras las txosnas apagaban sus luces.
Media hora más tarde, Marijaia se ha incorporado al séquito de traineras que la ha remolcado en su trayecto de despedida. En las inmediaciones del Puente del Ayuntamiento, Itziar Ituño ha dedicado sus últimas palabras a Marijaia y a la ciudadanía bilbaina y Nagore Ugarte ha lanzado el último txupin de esta edición de Aste Nagusia, antes de que las llamas hayan envuelto a Marijaia.
El agua y el fuego han puesto punto final a nueve días diversión para todas las edades, con la esperanza de que el próximo año el resurgir de Marijaia vuelva a convertir a Bilbao en la capital mundial de la fiesta en la 45 edición de Aste Nagusia, que se celebrará del 16 al 24 de agosto de 2025.
1,6 millones de visitantes
Tras el parón provocado por la pandemia, con la consiguiente suspensión de las ediciones de 2020 y 2021, las cifras de asistencia a Aste Nagusia se han situado por todo lo alto. La «mejor fiesta del mundo» regresó en 2022, cuando, atendiendo a datos del Ayuntamiento, se acercaron a Bilbo 1,6 millones de personas durante los nueve días de celebración, todo un récord hasta el momento. Sin embargo, tan solo un año después ese número quedó superado, acercándose hasta la capital vizcaina 1,8 millones de visitantes. En 2024, los números han vuelto a descender hasta los 1,6 millones personas, en una edición marcada por el mal tiempo.
Precisamente, uno de los espectáculos que más gente congrega durante Aste Nagusia es el concurso de fuegos artificiales. En esta edición, la compañía pirotécnica siciliana La Rosa International Fireworks se ha impuesto al resto de participantes gracias al espectáculo del pasado viernes. En su deliberación, el jurado ha tenido en cuenta elementos como la ocupación del espacio aéreo; la pureza, intensidad, brillo y duración de los colores; o la variedad cromática, luminosidad, dimensiones, diseño y perfección de formas, elegancia, diversidad de efectos, sonoridad, conjunción con el entorno, originalidad, ritmo y aceptación por parte del público.
Aburto:«Somos un pueblo que se sabe divertir»
«Han sido unas fiestas multitudinarias, donde ha primado la alegría», ha indicado este mediodía el alcalde bilbaino, Juan Mari Aburto, a pesar de que no se ha podido alcanzar el objetivo de dos millones de asistentes y de que la cifra de este año ha quedado por debajo de la registrada en 2023. El alcalde ha hecho hincapié en que se han producido menos delitos que en años anteriores y ha afirmado que la semana festiva ha sido «más limpia y segura».
«Hemos demostrado que somos un pueblo que se sabe divertir, acoger a las personas que vienen de fuera y ayudar a quien lo necesita», ha señalado Aburto, quien ha agregado que, a pesar de la disminución del número de asistentes, «son unos datos magníficos».
En relación con la seguridad en las fiestas, Aburto ha valorado la coordinación entre la Policía Municipal y la Ertzaintza, con actuaciones «rápidas y eficaces», y ha resaltado que no haya habido que lamentar casos graves de agresiones machistas, racistas u homófobas.
Las comparsas reivindican su trabajo
Otro aspecto que ha marcado esta edición de Aste Nagusia es el debate sobre la implantación del sistema TicketBai, previsto para 2026 y criticado por Bilboko Konpartsak. La Federación ha denunciado este domingo en una comparecencia que la viabilidad de Aste Nagusia y de las fiestas populares en general, se encuentra «en un grave aprieto» en caso de implantarse el sistema TicketBai.
«La Hacienda Foral de Bizkaia pretende tratarnos como si fuésemos empresas. Hemos explicado claramente que no lo somos, que solo el trabajo voluntario de mucha gente hace posible nuestra actividad, y que el dinero conseguido en las txosnas no va al bolsillo de nadie, sino que es destinado a la organización de las fiestas, a su programación y a impulsar diversos proyectos populares», han argumentado, a la vez que han tendido su mano para combatir el fraude fiscal «siempre y cuando sea sin poner en riesgo la existencia de las fiestas populares».
De hecho, este sábado Bilboko Konpartsak hizo entrega de la bandera marrón, la distinción a quien ha mostrado un «comportamiento inadecuado» en Aste Nagusia, a la Hacienda Foral de Bizkaia, «en reconocimiento por su esfuerzo en obstaculizar y perjudicar las fiestas populares mediante la imposición forzosa y ciega del sistema Tickebai a las txosnas».