Antes de la movilización convocada por el movimiento feminista en Santutxu y otros puntos de Euskal Herria, familiares y amigas de Yaneli Gonzales Pérez se han concentrado frente al Ayuntamiento de Bilbo. Han denunciado que Gonzales «no solo es víctima mortal de su agresor, sino de todo un sistema colonial, patriarcal y racista».

Sus familiares han preferido no realizar declaraciones, más allá de mostrarse incrédulos aún ante lo ocurrido. Gonzales murió a manos de su pareja la madrugada del jueves, tras ser agredida con un arma blanca.

En la concentración han recordado que las mujeres migradas sufren en mayor medida la violencia machista: «Durante el 2023, el 43,2% de las mujeres asesinadas por violencia de género son migrantes». Se trata de un porcentaje muy superior al de la población migrante. Han asegurado que para poner fin a esta situación son necesarios «compromisos reales que nos pongan a nosotras, mujeres migrantes, en el centro de las políticas públicas como sujetas de derecho».

Han señalado la necesidad de derogar «la ley racista de extranjería, que nos criminaliza», ya que la traba que les supone para desarrollar sus proyectos de vida pone a las mujeres migradas en una situación de mayor vulnerabilidad ante la violencia machista, «porque la violencia patriarcal existente se intersecta con la violencia racista, la violencia económica y la violencia institucional». Esto hace que les sea casi imposible acceder a los recursos de protección.

Asimismo, han querido recordar a Rebeca Huayta, Maguette Mbeugou, Yenny Sofía Rebollo y Mauren Ada Otuya, todas ellas mujeres migradas que fueron víctimas mortales de violencia machista en Bizkaia.

Protestas del movimiento feminista

La denuncia por este último crimen machista se ha expandido durante la tarde a otros pueblos y ciudades del país, con epicentro en el barrio de Santutxu.

La Marcha Mundial de Mujeres de Euskal Herria, que ha convocado concentraciones en Donostia, Gasteiz, Iruñea y Urruña, ha lamentado el que es el «cuarto asesinato machista» en lo que va de año y ha transmitido su apoyo y solidaridad a familiares, amigas y allegadas de la víctima: «No estáis solas».

«Para hacer frente a la violencia machista pedimos que sea considerada como un problema social y político de primer orden. Relegamos las actuales actitudes cómplices y exigimos que se adopten medidas reales para hacer frente a la organización social sexista en la que vivimos. ¡Están en juego nuestras vidas!», han destacado, al tiempo que han hecho un llamamiento a la «autodefensa feminista».

«Apostamos radicalmente por la vida –han remarcado– y sabemos que la organización y la autodefensa serán nuestras herramientas más eficaces. ¡Las feministas estamos dispuestas a responder! ¡Seguiremos en marcha, hasta que todas seamos libres!».