Arnaitz Gorriti

Diez minutos de susto y 30 de homenaje para Surne Bilbao Basket ante Neptunas Klaipeda (95-59)

Los bilbainos caían por 18-24 al final del primer acto, pero han espabilado y a golpe de triple, con un Frey muy inspirado, han terminado pasando por encima de un rival que ha terminado desesperado. Con el debut en la ACB a las puertas, Ponsarnau ha repartido los minutos en el último tramo.

Thijs De Ridder se cuelga con fuerza para regocijo del Bilbao Arena.
Thijs De Ridder se cuelga con fuerza para regocijo del Bilbao Arena. (@FIBABASKETBALL)

SURNE BILBAO BASKET 95 (169) - NEPTUNAS KLAIPEDA 59 (125)

Estaba cantado, pero por si acaso, Surne Bilbao Basket estará en la fase de grupos de la FIBA Europe Cup. Más allá de cumplir el trçámite, siempre queda el regusto del cómo; después del 18-24 con el que ha terminado el primer cuarto, con el conjunto lituano entrando en la pintura bilbaina con excesiva facilidad y desequilibrando la defensa de los de Jaume Ponsarnau, ha producido un regusto amargo y algo de inquietud, típico en partidos en principio plácidos y que, si se tuercen, luego cuesta enderezarlos. Sin embargo, los 30 minutos restantes han sido un homenaje que los hombres de negro se han dado a sí mismos y a los 6.322 espectadores arrimados al Bilbao Arena.

Los bilbainos no solo han remontado, sino que se han presentado en sociedad ante su gente, menos de 48 horas antes de debutar en la Liga ACB ante el Breogán de Lugo, el domingo a las 17.00. Jaume Ponsarnau ha dosificado a sus jugadores más importantes, dando minutos a la «chavalería», pero es que hasta estos, los Amar Sylla, Rubén Domínguez y hasta Carlos Taboada, que se irá cedido a Zornotza, han ofrecido detalles de calidad ante un rival desesperado y para regocijo de una afición que ha empezado algo fría pero que ha terminado pasándoselo de maravilla.

El 66-74 del partido de ida ofrecía garantías o al menos un colchón, y quien más quien menos se esperaba tener de nuevo al conjunto lituano en la fase de grupos de la FIBA Europe Cup, –en calidad de «lucky loser»–, y quizá por ello, en los primeros minutos ha reinado cierta veleidad y ligereza en el juego bilbaino, que se ha visto de golpe cargado de personales, incapaz de frenar el rebote ofensivo báltico y con 18-24 en contra luego de un parcial de 0-10. Pavelka, Waterman y Pacevicius han campado por la pintura como les ha dado la gana.

Se han encendido las alarmas, y el primer descanso entre cuartos ha sido providencial. Ponsarnau ha sacado a la cancha a Harald Frey y a Zoran Dragic, devolviendo asimismo a Kullamae un De Ridder elegido esta noche en lugar de Gielo y Hlinason, y el remedio ha sido instantáneo. El base noruego ha dado miedo con su mortífero tiro de tres, amén de darle fluidez al juego, como ha sucedido con Kullamae y Dragic. En la pintura, Hlinason y De Ridder han mordido mucho más que en el primer cuarto y las rotaciones, salvo un Abdur-Rahkman quizá algo atolondrado y obsesionado con la canasta, no han bajado el nivel. Después de un primer cuarto preocupante, los hombres de negro han despertado y con un parcial de 29-12 han dejado las cosas en su sitio: 47-36 –con dos tiros libres regalados al cuadro báltico en el último instante, al decretar personal un tapón clarísimo de Domínguez–.

A golpe de triple

Solo la relajación final ha impedido a Bilbao Basket terminar el choque con más del 50% de efectividad en el tiro de tres. Aunque la defensa no ha sido tan fina como en el segundo asalto, Pantzar, Frey, Kullamae y el ratito que ha jugado Dragic antes de irse a descansar ha sido más que suficiente para disparar la ventaja bilbaina a golpe de triple.

En adelante, con el partido más que encarrilado y la eliminatoria vista para sentencia, Ponsarnau se ha dedicado a darle minutos a Rubén Domínguez, que ha pasado de deambular cual alma en pena aunque haciendo su cometido en el colectivo a poder jugárselas ante un rival que ha ensayado una defensa zonal algo pasiva, que ha tenido resultados discretos, por ser suaves.

El duelo se ha ido decantando de tal manera que hasta el gigante Carlos Taboada ha tenido sus minutos, y aunque le ha tocado ejercer de «mascota» de los aficionados, ha deleitado a los reunidos en Miribilla con una buena canasta en el poste bajo, sacando chispas a sus 2,15 metros de estatura.

Varios jugadores de Neptunas Klaipeda han llevado muy mal la paliza y han reaccionado con frustración, pero por fortuna no ha pasado a mayores al tiempo que Bilbao Basket se ha podido a celebrar su victoria mientras vela armas para el estreno liguero a sabiendas de que jugará en el grupo J, empezando su andadura contra un viejo conocido del año pasado: el BC Balkan Botevgrad de Bulgaria.

FICHA TÉCNICA

BILBAO BASKET: Melwin Pantzar (11), Kristian Kullame (5), Zoran Dragic (13), Thijs De Ridder (8) y Tryggvi Hlinason (8) –quinteto inicial–, Harald Frey (19), Marvin Jones (7), Amar Sylla (3), Muhammad-Ali Abdur-Rahkman (1), Rubén Domínguez (7), Carlos Taboada (3) y Xavi Rabaseda.

NEPTUNAS: Buie (2), Berucka (), Johnson (12), Waterman (13) y Pavelka (9) –quinteto inicial–, Pacevicius (12), Gailius (4), Girdziunas (7), Janavicius y Repsys.

Parciales: 18-24, 29-12, 26-15, 22-8.

Árbitros: Baldini, Vulic y Jacobs. Han señalado técnica a los jugadores visitante Pacevicius y Girdziunas y al local Abdur-Rahkman. Sin eliminados.

Incidencias: Tomasz Gielo ha sido el descartado del partido, entrando Thijs De Ridder en la rotación. 6.322 espectadores en el Bilbao Arena de Miribilla.