«Tenemos un tesoro, que es El Sadar, y una afición que nos empuja, hay que aprovecharlo»
Este jueves se cumplen 100 días en el banquillo osasunista de un Vicente Moreno que no ha podido entrar con mejor pie en el club rojillo. El quinto puesto de Osasuna, basado en su formidable rendimiento casero, avala su trabajo, aunque es consciente de que quedan bastantes aspectos por mejorar.
Encantado por la oportunidad que se le ha brindado, Vicente Moreno ha cogido el testigo de Jagoba Arrasate con humildad, trabajo y sacando máximo partido a un bloque en dinámica positiva y consolidado en Primera. La versión que ha ofrecido la escuadra navarra en El Sadar –invicta– ha hecho las delicias de una afición que ya sueña con cotas mayores que la permanencia, aunque el técnico valenciano quiere dejar claro que esto no ha hecho más que empezar y que hay que tener los pies en el suelo.
Hoy se cumplen 100 días de su estancia en el banquillo de Osasuna. ¿Qué balance realiza de este periodo?
Qué curioso, no lo sabía. Aunque relativamente es poco tiempo, ya llevamos acumulando algunos meses y, por defecto profesional, siempre tenemos la ambición de querer más. Pero, bueno, si echamos la vista atrás, creo que estamos bien en cuanto a la situación del equipo y la puntuación especialmente. En todo caso, todavía hay cosas que mejorar y pulir.
¿Sorprendido por el inicio del equipo?
No, porque siempre tienes la esperanza de comenzar bien y la ilusión de que tu equipo va a rendir como lo está haciendo. Si vienes a un sitio, es porque crees en el club y en la plantilla que se pone a tu disposición, que ya viene haciendo varias buenas temporadas seguidas con cierta continuidad, pese a que haya habido alguna baja importante, como ha sido la del capitán David García, pero también con incorporaciones interesantes.
¿Cree haber encontrado explicación, pero, sobre todo, solución al porqué de esa diferencia de rendimiento, dependiendo de si se juega en casa o fuera?
La mayoría de equipos normalmente siempre sacan mucha mayor puntuación en casa que fuera, aunque en El Sadar estamos muy por encima de lo habitual y como visitantes tenemos margen de mejora, algo en lo que estamos trabajando, sabiendo que es difícil. Se trata de parecernos fuera a lo que estamos ofreciendo en casa. También es verdad que hemos enlazado dos últimos empates en campos difíciles como el del Valencia y Getafe.
«Tampoco puedes llegar y darle vuelta al calcetín, sería algo erróneo por nuestra parte»
La estadística dice que usted es un técnico al que le cuesta ganar fuera de casa en Primera. ¿Ha llegado el momento de romper ese maleficio?
En Primera es muy difícil ganar en casa y fuera, máxime si esos números los tienes con dos equipos recién ascendidos, como fueron Mallorca y Espanyol. Las cifras han sido buenas en otras categorías y ligas. Ahora estoy en un equipo que ha tenido la capacidad de hacer buenos números fuera de casa y vamos a agarrarnos a ello. Vamos a exigirnos y a tener la ambición de hacer mejores cifras fuera de casa porque evidentemente en Primera, si queremos dar un salto de calidad, hay que ganar fuera.
Tras nueve jornadas, comienzan a asomar algunas pinceladas del estilo que quiere darle al once. Una de ellas es defender en un bloque más bajo. ¿Qué ventajas aporta esta disposición táctica?
No lo acabo de ver del todo así, porque creo que, junto al Barcelona, somos el equipo que más fueras de juego provoca, lo que quiere decir que jugamos mucho con defensa bastante adelantada y que tiramos presiones altas. En todo caso, seguro que hay diferencias con respecto a anteriores campañas, aunque cuando llegas a una plantilla que ha estado durante seis años tan orientada hacia un mismo entrenador, tampoco puedes llegar y darle la vuelta al calcetín, sería algo erróneo por nuestra parte. Hay que ser lo suficientemente inteligente y tener la suficiente humildad para también saber muy bien dónde estás, qué es lo que gusta, qué es lo que se ha hecho bien en años anteriores e intentar dar cierta continuidad. Me imagino que también se verán algunos cambios, pues como medir un poquito más a la hora de presionar, pero sin renunciar a lo que ya se le sacaba rendimiento.
También la importancia que le dan a la estrategia, con algunas jugadas ensayadas.
Osasuna tiene buenos lanzadores y rematadores, hay que saber en qué eres fuerte y aprovecharlo. Yo ya sufrí en su momento las entradas de Oier al primer palo o las de David García al segundo. Estoy seguro que el cuerpo técnico anterior le daba importancia y trabajaba en esa línea. Es verdad que nosotros quizá hacemos alguna jugada más elaborada de juego en corto o de algún pase más.
¿En qué se basan para diseñarlas?
Pues un poco de todo. Ver videos, la base de datos que vamos haciendo de nuestros muchos años como cuerpo técnico, el análisis del rival… Lo preparamos lo mejor posible, pero siempre sabiendo que después el futbolista es el protagonista y que tiene esa libertad en la toma de decisiones para hacer un cambio o algo diferente, no hay dos jugadas iguales. También hay un adversario, un balón y un compañero, son los jugadores los que hacen que las jugadas sean buenas.
¿Qué considera que le falta todavía a este equipo para que lleve su sello?
Estamos lejos todavía. No soy una persona de aportar demasiada información sobre las cosas que tenemos que mejorar porque eso supone darle ventaja a los rivales señalando nuestras debilidades, pero sí que hay cosas que tenemos muy identificadas y que son mejorables. Ahora bien, como he dicho antes, aquí no se trata de darle la vuelta al calcetín, porque se han hecho las cosas muy bien.
En este tiempo, ¿qué es lo que más le ha sorprendido del club, el vestuario y la afición?
Lo cierto es que, como es nuestra obligación, ya recopilamos mucha información previa antes de venir aquí y sabíamos de la identificación que existe con el equipo por parte de todo el mundo. De partida, eres su entrenador, en la victoria y en la derrota, sin condiciones, aunque está claro que hay que procurar que no se acumulen muchas derrotas (se ríe) y ganarse al aficionado con trabajo y resultados. La verdad es que es un gusto dirigir a este vestuario, por ver cómo trabajan, algo que tiene mucho que ver con la forma de ser del jugador local, que recibe a la gente que viene de fuera, pero que, o entras o te quedas fuera. Son valores que están muy instaurados.
¿Eso es lo que más diferencia a Osasuna de otros equipos?
Sin ninguna duda. Además de que aquí la gente es muy normal, porque estamos en un mundo que parece una burbuja, muy poco cercano. Osasuna es un club y el aficionado siente que es suyo, que nosotros trabajamos para ellos. El mejor ejemplo es que los entrenamientos son a puerta abierta y que viene gente a vernos, es algo que está muy instaurado. Hay mucha cercanía.
«No busco estar por una obligación contractual, quiero que estemos convencidas las dos partes, desde la confianza y la seguridad»
¿Qué es lo que más pesó en su decisión de venir a Iruñea?
Osasuna es un club que, sin perderle el respeto a la categoría, ya está consolidado en Primera División. Luego, la gente del club te da sensación de cercanía y de muy normal en el día a día. Y luego hay una cosa muy importante, que se le da continuidad al vestuario y también al entrenador, a nada que vaya bien, eso aporta tranquilidad. Creo que en el fútbol de hoy en día es difícil de encontrar, por eso Osasuna es ahora mismo una plaza que desean muchos entrenadores de nivel.
Sin embargo, el club le ofreció solo un año de contrato, cuando lo habitual es apostar por un proyecto a más largo plazo. Hay quien puede considerar que ello es un síntoma inicial de falta de confianza. ¿Comparte esa impresión o se lo toma como un reto, como un acicate?
No tengo ningún problema con ello. Es verdad que, cuando uno tiene un contrato de más larga duración, te pueden dar algún partido más de confianza porque tomar la decisión de un despido puede costar más. Pero no busco estar por una obligación contractual, quiero que estemos convencidas las dos partes, desde la confianza y la seguridad. Además, tengo muy claro que confío en mi trabajo y ahí es donde te acaban de conocer, en el día a día. Es Osasuna el que me ha traído, no es dudoso de la confianza que han puesto en mí, porque me eligieron de entre otros muchos entrenadores que hubieran estado encantados de venir aquí. Para mí, eso ya es suficientemente importante, con independencia de tener un contrato para uno, dos o tres años.
Ha sabido ser agradecido con el legado que le ha dejado Arrasate, ¿cree que eso le ha gustado al entorno rojillo?
Pues no lo sé, pero es que no puede ser de otra manera. El mundo de los entrenadores es un poco corporativista, recelamos mucho unos de otros y creo que hay que darle más naturalidad. Por mucho que quiera, ya no digo que sea difícil superar, sino que lo es igualar lo que ha hecho Jagoba. Estamos hablando de un entrenador que ha entrado en la historia de Osasuna, que hay que tenerlo presente, valorarlo y reconocérselo. Sería una equivocación no admitir ese trabajo y aprovecharse de ello, incluso información y conversaciones que he podido tener con él y que se lo agradezco. Esto tiene que ser una ventaja más que un inconveniente.
En todo caso, ¿se siente más fiscalizado por los éxitos de la anterior etapa?
No creo que eso sea solo un hándicap para el entrenador, también para los jugadores, aficionados y club, que se han acostumbrado a seis años deportivos muy buenos capitaneados por un técnico al que, a nivel personal, se le quiere mucho. Ahora toca cambiar algunas cosas, como la forma de entrenar, las cosas que les pides a los futbolistas…, pero hay que darle naturalidad y trabajar mucho para que los resultados acompañen, y hacer nuestro propio camino en Osasuna.
Ha mentalizado al equipo para ser fuerte en su estadio. ¿Era consciente de que este era un punto importante dentro de su labor técnica?
A la hora de lograr objetivos, la base está en lo que se consigue en casa. Luego, el plus te lo da lo de fuera, sin ninguna duda. Tenemos un tesoro, que es El Sadar y que hay que aprovecharlo, como históricamente ha sido, al igual que una afición que es una gozada cómo nos empuja y nos lleva. Hay que ser capaces de que sea un parto para cualquier equipo que viene a jugar aquí, que el rival vea la dificultad de jugar en un campo que sea un fortín, aunque conscientes de que esto es difícil de mantener.
Otra de sus señas de identidad es la confianza en un grupo no muy amplio de futbolistas. En lo que se lleva de Liga, solo 13 jugadores han pasado de los 300 minutos. ¿No resulta algo peligroso para mantener a todo el vestuario enchufado? ¿Conforme avance la temporada habrá oportunidades para el resto?
Se puede ver de las dos maneras, ambas son verdad y lícitas. Sin ninguna duda, me gustaría tener más participación del mayor número posible de futbolistas, pero también es cierto que en este momento de cambio en el que estamos requiere tener cierta concentración y continuidad, lo que nos ayuda a consolidar el trabajo. Esto es fútbol profesional, va de rendimiento y creo que nos ayuda, a día de hoy hablo y en este momento de la temporada, tener un once un poquito más reconocible, siempre abiertos y flexibles a ir haciendo cambios. Ahora llegará la Copa y tendremos más partidos, pero tampoco se trata de hacer variaciones porque sí, ni de lanzar una bolita al aire para que una semana jueguen unos y otra, otros, sino que debe haber razones para realizarlas.
Parece claro que ello obliga a que algunos jugadores tengan que salir en el mercado invernal a la búsqueda de minutos en otros equipos.
Bueno, el fútbol es muy cambiante. Tenemos la suficiente experiencia como para saber que en solo una semana pueden cambiar mucho las cosas, en cuanto a resultados, rendimiento de los futbolistas o situaciones personales. Es cierto que están participando más algunos, pero estamos abiertos siempre al rendimiento de otros. Ese mercado queda lejos, nosotros vamos a pensar en el presente y, a día de hoy, necesito de todos los que están, todos tienen un papel importante, con más o menos participación.
«Hay que tenerle respeto a la Primera División, que es donde tiene que estar Osasuna por club, afición y ciudad»
¿Hay equipo para pelear por la posición en la que ahora mismo está instalado o mejor disfrutar del momento y tener los pies en el suelo?
A día de hoy, los quince puntos que tenemos no nos los quita nadie. Si me dan a elegir, prefiero estar en esta situación y que haya gente ilusionada, pero, como he comentado antes, hay que tenerle respeto a la Primera División, que es donde tiene que estar Osasuna por club, afición y ciudad. Siempre pongo como ejemplo al Villarreal que, cuando cumple con el objetivo de la permanencia, lo celebra su presidente con la plantilla en el vestuario brindando con champán. Y me parece que es algo inteligente, porque estar en Primera es todo un tesoro. A partir de ahí, siempre con la máxima ambición, pero tampoco debemos engañar a la gente.
¿Veremos debutar a algún canterano con Vicente Moreno?
Creo que no soy dudoso en ese aspecto, ya lo he hecho con otros equipos, como el Mallorca o el Espanyol, incluso con algún jugador de 15 o 16 años. En todo caso, es algo que no hay que forzarlo, puede llegar por necesidad, por convicción o por el rendimiento del propio jugador. Y que también estamos en nuestro inicio aquí, aprendiendo y conociendo.
En ese corto espacio de tiempo, ¿ha visto talento en las categorías inferiores?
Hay jugadores de calidad que ya están incluso formando parte de selecciones. Hay que darle valor al trabajo que se lleva haciendo en Tajonar desde hace ya bastantes años, sobre todo en Primera RFEF, que es una categoría muy difícil y en la que es complicado mantenerse. Tener dos equipos filiales a ese nivel y también en Segunda RFEF es síntoma de que las cosas se están haciendo muy bien en Osasuna.