
Los doce migrantes que seguían en los centros de retención erigidos por el Gobierno de Giorgia Meloni en Albania han llegado este sábado al puerto de Bari, en el sur de Italia, tras el fallo emitido ayer por la Justicia que ordenó que se les sacara de suelo albanés, en un golpe al pacto de externalización migratoria de Roma con Tirana.
Los migrantes, de Bangladesh y Egipto, fueron sacados esta mañana del centro de retención de Gjadër y trasladados a Italia con un barco de la Guardia Costera italiana, y ahora serán trasladados a un centro de acogida para solicitantes de asilo en el área de la ciudad de Bari, según ha informado la cadena de televisión pública RAI.
El Tribunal de Roma emitió ayer viernes una sentencia en la que no validó el internamiento en Albania de los migrantes y ordenó que fueran llevados a Italia, lo que abrió una disputa entre el Gobierno de Meloni y la Justicia.
Cuatro de los 16 solicitantes de asilo afectados por la orden habían partido previamente hacia Italia, debido a que se trata de dos menores de edad y otras dos personas declaradas vulnerables tras una primera revisión.
La corte de Roma había determinado la anulación de la orden de detención policial dictada contra los migrantes –al menos cuatro, según la sentencia–, lo que implica que no pueden quedar detenidos. Sostiene que solo en Italia está garantizada la libertad a la que tienen derecho.
El Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni ha dicho que apelará la sentencia y que celebrará un consejo de ministros especial el lunes. «No creo que sea tarea del poder judicial decidir qué países son seguros, es tarea del Gobierno», afirmó la líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia.
El ministro de Justicia, contra sus propios tribunales
El titular de Justicia del Gobierno italiano, Carlo Nordio, ha señalado que en el Ejecutivo «no compartimos la sentencia y la consideramos anormal». «Tomaremos medidas legislativas» ante ello, ha advertido Nordio, que al igual que hizo ayer la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha criticado que la corte se interpuso en una competencia del Gobierno cuando aseguró que los países de origen de los migrantes retenidos, Egipto y Bangladesh, no son seguros.
Lo hizo en línea con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que marcó un precedente judicial sobre la cuestión con una sentencia emitida el 4 de octubre que fue el primer escollo al pacto de Italia con Albania. Este busca aligerar la carga de acogida de Italia, llevando a los migrantes a centros cerrados en suelo albanés para gestionar ahí su solicitud de asilo y potencial deportación.
«Si el Poder Judicial se excede en competencias atribuyéndose prerrogativas que no puede tener, como definir qué es un Estado seguro, debe intervenir una política que exprese la voluntad popular», ha asegurado el titular de Justicia.

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