Pese a jugar con un hombre más por la expulsión de Abdul Mumin en el minuto 21, el Deportivo Alavés no ha sido capaz de ganar al Rayo Vallecano y fue derrotado 1-0 con un tanto de Antonio Sivera en propia meta en el tramo final del partido correspondiente a la undécima jornada de liga.
El fútbol, como la vida misma, es muy cambiante; puede ser como una veleta, que según por dónde le da el aire condiciona su comportamiento. El Alavés aspiraba a mucho cuando después de disputar seis jornadas tan solo había encajado una derrota. Cuatro victorias y un empate eran razones suficientes para ser ambiciosos –siempre con los pies en la tierra–. «Cuando estábamos bien ya dijimos que tarde o temprano iba a llegar una mala racha y ahora, va a venir otra buena racha, lo más pronto posible, y en eso trabajamos», ha concluido Carlos Vicente, uno de los jugadores más destacados del Alavés. No ha tenido hoy su día o, mejor dicho, se ha encontrado con uno que sí ha tenido su día, un inspiradísimo Batalla, que ha desbaratado cualquier aproximación de los albiazules, que con uno más desde el minuto 22, no han tenido dudas en ir a por el partido.
La expulsión de Mumin pasado el cuarto de hora de juego por una entrada a Toni Martínez cuando encaraba solo el área rival ha encendido la bombilla de Luis García Plaza. Ha retirado a Mouriño del campo –el uruguayo ha mostrado su malestar por la decisión del técnico– y ha introducido a Joan Jordan para buscar más iniciativa en el juego. Hasta entonces, el Rayo había sido el dominador de la posesión, mandaba en el césped y después de la expulsión de Mumin, García Plaza ha querido tornar los papeles.
Gumbau decide
Lo único que ha conseguido ha sido igualar la contienda. Ha logrado más presencia en el centro del campo pero sin transformar en ocasiones claras que obligaran a Iñigo Pérez –técnico rayista– cambiar su formación. El Rayo Vallecano, con el espíritu batallador que le caracteriza, ha podido contener los mínimos acercamientos de un Glorioso que ha demostrado estar en horas bajas. Batalla se ha hecho grande a la vuelta de los vestuarios –ha parado un buen disparo de Carlos Martín y ha estado acertado en el mano a mano con Carlos Vicente– y los albiazules se han mostrado dubitativos cada vez que estaban por atinar a puerta –Lejeune ha despejado un disparo de Jordan y Toni Martínez no ha acertado a rematar un centro de Carlos Martín–.
Quien no ha dudado ha sido Gumbau a la hora de poner a prueba a Sivera con un disparo alto que ha tocado el travesaño antes de golpear en la espalda del guardameta valenciano y así convertir el 1-0 que ha dejado en estado de shock a la formación gasteiztarra. Con tres arietes en el verde –Toni Martínez, Villalibre y Stoichkov–, el Alavés ha querido reponerse a falta de 10 minutos pero las prisas y las recriminaciones han hecho mella en un equipo que sale muy lastimado de Vallecas.