Pese a que el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, declarara el miércoles noche que no quedaba nadie por rescatar, con las horas crece la consciencia de la magnitud del desastre humano dejado por la DANA, sobre todo en el País Valencià, y se da por muy probable que haya muchas más víctimas.
A los 155 fallecidos ya certificados se suma un número sin precisar de personas aún desaparecidas, que simplemente pueden haber quedado incomunicadas en el caos que ha sucedido a las tormentas del martes tarde... o algo peor.
La alcaldesa de Chiva, Amparo Fort, ha dicho que teme que haya incluso «centenares» de muertos en su localidad porque el término municipal es muy grande y se desconoce el paradero de muchas de ellas. Otra situación muy preocupante es la de vehículos que han quedado apilados («auténticas montañas», ha dicho el ministro Óscar Puente) sin que pueda determinarse hasta la fecha si hay personas dentro.
El alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, ha ofrecido otro testimonio dramático al explicar que «hay gente que está conviviendo con cadáveres en sus casas» dada la imposibilidad de atender todo lo que ocurre.
La imposibilidad de conseguir agua, electricidad o telefonía móvil complica todo el cuadro para los próximos días. Estos son algunos datos elocuentes de la gravedad de la situación, cuando ya ha caído la noche de este jueves:
366.000 personas sin agua potable
Al menos 366.000 habitantes de una veintena de municipios valencianos están sin suministro de agua potable La vicepresidenta valenciana Natalia Enguix, responsable de Egevasa, ha explicado que algo más de 70.000 personas de municipios como Cheste, Carlet, Siete Aguas, Chiva, Pedralba, Alginet, Benifaió,Sollana, Almussafes y Picassent no tienen agua en estos momentos a consecuencia de la falta de suministro eléctrico en las instalaciones hídricas, «un problema que están tratando de resolver las empresas responsables del servicio, que encuentran problemas para acceder a los puntos donde están localizadas las averías».
En otros municipios, caso de Catarroja y Paiporta, «se esta trabajando para resolver las averías que afectan al abastecimiento de agua potable y reestablecer el servicio, algo que se espera conseguir a lo largo del día en Paiporta».
Son algunos de los municipios sin servicio, al igual que Albal, Alcàsser, Aldaia, Alfafar, Benetússer, Beniparrell, PIcasnya, Silla y Torrent, en l'Horta Sud; Alfarp, Algemesí, Carlet, Catadau, Llombai y Montserrat en la Ribera Alta; Vilamarxant en el Camp de Túria y Pedralba en la Serranía.
40.000 sin luz
La Generalitat y las compañías energéticas de electricidad y gas que operan en la País Valencià están coordinando los trabajos para el restablecimiento y normalización del suministro energético en los municipios afectados por la DANA. Actualmente hay unos 40.000 afectados, tras haberlo recuperado más de 114.000 afectados durante este miércoles y jueves, casi el 75 por ciento de los inicialmente perjudicados.
La red eléctrica ha resultado «gravemente dañada» por las lluvias y el viento Hay registradas 102 incidencias en la red de alta tensión en curso y están pendientes de resolver 137 incidencias de baja tensión, ha precisado la Generalitat.
Las incidencias en el suministro eléctrico han tenido lugar especialmente en la zona de Catadau, así como en las localidades de Carlet, Montserrat, Montroy, Benimodo, Utiel, Bunyol y alrededores.
Autovías y AVE cortados
Este jueves se ha firmado un decreto para destinar una inversión urgente de 25 millones para restaurar los daños sufridos en la red provincial de carreteras. Se activarán cinco contratos para actuar en las vías más afectadas de las distintas demarcaciones, y un plan específico para reparar nueve puentes dañados que son clave para recuperar las carreteras.
La línea del AVE también ha quedado cortada a consecuencias de las lluvias y todo lo que arrastraron, y se calcula que no se restablecerá el servicio en al menos tres semanas.
Simple supervivencia y también saqueos
Muchos comercios en las zonas más afectadas han quedado desabastecidos y en otros se han producido saqueos. En ocasiones corresponden a productos de primera necesidad, como el agua y alimentos básicos, pero en otros han incluido electrodomésticos, relojes o joyas. Así lo afirma la Policía española, que durante la mañana ha dado cuenta ya de 39 detenciones por este motivo.