El vehículo de una funeraria avanza entre la multitud.
El vehículo de una funeraria avanza entre la multitud. (Rober SOLSONA | EP)
Imagen desoladora de València al amanecer.
Imagen desoladora de València al amanecer. (Rober SOLSONA | EP)
El lodo y el agua han entrado en las casas, causando graves perdidas materiales.
El lodo y el agua han entrado en las casas, causando graves perdidas materiales. (Rober SOLSONA | EP)
Cientos de personas se afanan en limpiar el lodo localidades como Utiel.
Cientos de personas se afanan en limpiar el lodo localidades como Utiel. (Víctor FERNÁNDEZ | EP)
Los tractores también participan en la limpieza de Utiel.
Los tractores también participan en la limpieza de Utiel. (Victor FERNÁNDEZ | EP)
La solidaridad entre vecinos y vecinas en Utiel.
La solidaridad entre vecinos y vecinas en Utiel. (Victor FERNÁNDEZ | EP)
Un vehículo arrastrado por la riada en Utiel.
Un vehículo arrastrado por la riada en Utiel. (Victor FERNÁNDEZ)
Los equipos de emergencias inspeccionan las viviendas en Utiel.
Los equipos de emergencias inspeccionan las viviendas en Utiel. (Victor FERNÁNDEZ | EP)
Imagen de un polígono industrial de València asolado por la riada.
Imagen de un polígono industrial de València asolado por la riada. (Jorge GIL | EP)
Un vehículo en el interior de una empresa.
Un vehículo en el interior de una empresa. (Jorge GIL | EP)
Destrozos en el exterior de un pabellón.
Destrozos en el exterior de un pabellón. (Jorge GIL | EP)
Equipos de rescate recuperan cuerpos sin vida del interior de in garage en València.
Equipos de rescate recuperan cuerpos sin vida del interior de iun garage en València. (Rober SOLSONA | EP)
Una pila de vehículos en València.
Una pila de vehículos en València. (Rober SOLSONA | EP)
Desolación ante los destrozos y el trabajo que queda por delante.
Desolación ante los destrozos y el trabajo que queda por delante. (José Jordán | AFP)
Bienes pasados de generación en generacion, bajo el agua y el barro.
Bienes pasados de generación en generacion, bajo el agua y el barro. (Carlos Luján | Europa Press)
La cocina de una casa en Utiel, una de las localidades más afectadas en el interior.
La cocina de una casa en Utiel, una de las localidades más afectadas en el interior. (Carlos Luján | Europa Press)
Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

La solidaridad popular hace frente a una catástrofe incalculable mientras Mazón rechaza ayudas

Miles de ciudadanos se han echado a las calles de València este viernes para ayudar en lo posible. Limpiar las calles, buscar entre escombros y repartir agua y alimentos. Mientras tanto, desde Euskal Herria, diversos bomberos denuncian que su ayuda ha sido rechazada. Lakua lo confirma.

Ciudadanos trabajan en Sedaví entre decenas de coches amontonados.
Ciudadanos trabajan en Sedaví entre decenas de coches amontonados. (Rober SOLSONA | Europa Press)

«Es una barbaridad. Por mucho que veas vídeos en la televisión, cuando llegas al pueblo y ves que no hay pueblo... Es una locura, no os podéis imaginar, una barbaridad». Son palabras a NAIZ del valenciano Ricardo Romero, más conocido como Nega, vocalista de Los Chikos del Maíz, que este viernes ha salido de su casa andando hacia Paiporta para ayudar en trabajos de limpieza, búsqueda, reparto de agua y alimentos y «lo que haga falta».

Al igual que Romero, las redes sociales han mostrado numerosos vídeos de una marea humana que, armada con palas, botas, agua y comida, ha recorrido los menos de 10 kilómetros que separan esta localidad de 27.000 habitantes de la capital València. Una frase mil veces cantada, ya sea con la original de Kop, o en la versión de Berri Txarrak, ha tomado forma hoy en el País Valencià: «Sols el poble salva el poble».

Miles de personas se desplazan a pie, atendiendo así la llamada a no usar los coches para no interrumpir los servicios de emergencia, desde el centro de València hasta las localidades más afectadas por las inundaciones: van cargadas de alimentos cubos, fregonas, palas y carros cargados hasta los topes; aprovechan el día festivo para llegar hasta el barrio de San Marcelino de Valencia y desde allí cruzar el puente hasta el barrio de La Torre para distribuirse después por algunos de los municipios más afectados por la catástrofe: Sedaví, Alfafar, Picanya, Albal, Catarroja o Paiporta.

Y es que Paiporta es el epicentro de este desastre. El último balance de fallecidos por la Dana aquí se eleva a 62 personas, según ha indicado su alcaldesa, Maribel Albalat, que ha precisado que muchos se quedaron atrapados en plantas bajas o en garajes. El recuento corresponde a la tarde del jueves, por lo que dan por hecho que la cifra seguirá aumentando. De hecho, los vecinos relatan que todavía no se ha podido acceder a muchos puntos de la localidad.

Hay que tener en cuenta que existen cerca de 20 municipios aún totalmente aislados, en los que es imposible precisar el número de personas fallecidas o desaparecidas, pese a haber pasado ya casi 72 horas desde el inicio de la catástrofe.

Además de los garajes y los bajos anegados, son miles los coches apilados en muchos puntos del país y que no pueden ser retirados hasta que no se compruebe que no hay nadie en el interior. La Guardia Civil ha explicado a TV3 que se encuentra realizando esta labor, marcando con una X los vehículos en los que se encuentra alguna persona muerta y con un círculo los que pueden ser retirados.

A ello se suma la falta de agua y luz que está afectando a muchas familias. Aproximadamente 23.000 personas continúan sin suministro eléctrico en el País Valencià a causa del temporal, tras haberlo recuperado más de 132.000 afectados desde el miércoles, el 85 % de los inicialmente perjudicados.

Asimismo, varios municipios de la provincia de Valencia sin suministro de agua potable están repartiendo agua en las calles de las localidades o realizando el reparto puerta a puerta, y han pedido a la ciudadanía realizar un «consumo responsable» y no hacer acopio.

Infraestructuras

Tampoco está siendo fácil hacer llegar la ayuda, el bloqueo de carreteras está afectando a todo el País Valencià, donde un total de 126 carreteras siguen afectadas. Por ello, las autoridades han insistido en pedir a la población que evite utilizar el coche para hacer desplazamientos porque los servicios de emergencias siguen ayudando y rescatando personas.

En ese sentido el Gobierno español ha asegurado que repondrá «con urgencia» la A7, que se encuentra cortada y es imposible de transitar, y se espera que «en 10 o 12 días» se pueda abrir al tráfico a una velocidad limitada gracias a la instalación de unos «cajones», según ha asegurado el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. La Alta Velocidad también está prevista recuperarla, «como mucho», en 15 días.

Ayuda denegada

A la luz de las imágenes, toda ayuda parece poca. Y a pesar de que miembros de servicios de emergencias de distintos puntos han anunciado que viajarán hasta València para colaborar, hay quien ha alertado de que esa ayuda está siendo denegada.

Es el caso del bombero navarro Víctor Rubio, que ha explicado en redes sociales que el pasado miércoles había una lista para acudir desde los parques de bomberos del herrialde, incluso un helicóptero preparado, pero que se les dijo que no eran necesarios y que no acudiesen.

Ese mensaje ha sido replicado desde cuentas de la CAV y Catalunya explicando que sus ofrecimientos también han sido denegados.

El Gobierno de Lakua ha confirmado a través de su consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, que institucionalmente también se ha ofrecido ayuda pero las autoridades valencianas la rechazan por el momento. Ha apuntado que de momento solo toca estar «pendientes de qué necesidades nos plantean y responder en ese momento. Si no dicen expresamente qué necesitan y en qué momento, es difícil».

Así, ha confirmado que, de momento, no se han enviado los dos helicópteros de la Ertzaintza ofrecidos con todos los medios necesarios para que funcionen y ha explicado que, en coordinación con Eudel, las diputaciones forales y ayuntamientos, se ha hecho una oferta de bomberos y otros medios materiales que puedan ser necesarios.

«Está todo ofrecido, nos han agradecido la oferta institucional que se ha hecho, pero nos están diciendo que, de momento, no nos piden nada y no pueden aceptar nada porque se están organizando para responder a la situación tremenda y trágica que se les ha creado de una dimensión increíble», ha precisado.

Todo ello ha sido admitido implícitamente por el presidente valenciano Mazón, al instar a las personas que se acercan a las zonas más castigadas de que sería mejor que vuelvan a casa por los colapsos y problemas extras que podrían generar. La sensación de descontrol total por parte de las autoridades locales crece conforme pasan las horas.