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El Juzgado de Getxo ya investiga el palacete: la pelota, en el tejado de la Ertzaintza

El Juzgado de Getxo ha dado el primer paso para investigar el derribo del palacete protegido de Getxo para construir pisos de lujos, promovidos por una cooperativa en que aparecen dos concejales del PNV. Ha encargado un informe a la Ertzaintza.

Lo único que ha quedado en pie del palacete del siglo XIX.
Lo único que ha quedado en pie del palacete del siglo XIX. (Mikel Mtz. de Trespuentes | Foku)

El derribo del palacete de Getxo ya ha empezado a ser investigado judicialmente, según confirma este miércoles ‘El Correo’. En concreto, el juzgado de instrucción de esta localidad ha encargado a la Ertzaintza la realización de un informe al respecto. Posteriormente se determinará qué personas adquieren la condición de investigadas por los hechos.

La indagación judicial ha sido impulsada por EH Bildu, que entregó el pasado 14 de octubre a la Fiscalía toda la información de que dispone, después de constatar que desde el Ayuntamiento gobernado por el PNV no se dan pasos hacia el esclarecimiento del caso en que están envueltos dos de sus concejales: Inaxio Uriarte e Irantzu Uriarte.

De hecho, como subraya ‘El Correo’, sigue sin convocarse la comisión especial sobre el caso que demanda la oposición. Algo que parece contradictorio con la apertura de un expediente en torno al derribo por parte del Ayuntamiento, que se conoció ya en setiembre, cuando este escándalo salió a la luz. Por otro lado, Irantzu Uriarte acaba de ser sacada de la Junta de Gobierno en una remodelación.

Tras recibir esa información por parte de EH Bildu, la Fiscalía ya requirió ese informe a la Ertzaintza que ahora secunda el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2. La pelota queda ahora por parte en manos de la Policía autonómica.

Para EH Bildu, «resulta indispensable que un agente externo al Ayuntamiento investigue lo ocurrido con Irurak Bat y el Departamento de Urbanismo».

Consideran imprescindible conocer las circunstancias del derribo, la actuación del Consistorio en todo el procedimiento desde que se otorgó el 18 de octubre de 2022 la licencia a la empresa promotora Biurban SL, el procedimiento administrativo seguido y dilucidar, como denuncia la oposición, que ha existido «un trato preferente».

Los hechos investigados

Recordando los hechos que se investigarán, el palacete Irurak Bat fue terminado de derriba por parte de Ereaga Atalaya Sociedad Cooperativa en agosto, aunque en realidad fue a partir de marzo cuando se comenzó a derruir la fachada sur y parte de la este y oeste sin que desde el Ayuntamiento se actuara.

Fue a raíz de una inspección realizada el 2 de agosto por parte de la Policía Municipal tras las denuncias realizadas por residentes cuando el Consistorio ordenó la paralización de la construcción de un bloque anexo de viviendas de lujo.

En una resolución del Área de Urbanismo, con fecha del 9 de agosto, se exigió a los promotores volver a levantar el singular palacete, donde iban a tener cabida seis de las doce viviendas de lujo previstas, para restablecer la «legalidad urbanística» y cumplir con las condiciones de la licencia otorgada.

En el dictamen se expone que la paralización del proyecto está motivada porque «se han ejecutado trabajos de derribo no autorizados sin la aprobación previa de los técnicos municipales, del preceptivo replanteo y la adopción de las medidas de seguridad y cierre de la parcela». El Ayuntamiento ha otorgado un plazo de un mes para que Ereaga Atalaya proceda a regularizar las obras.

El 18 de octubre de 2022, la Junta de Gobierno Local, de la que forman parte los dos ediles del PNV que son promotores de la operación inmobiliaria, aprobaron conceder licencia de obras a la sociedad gestora de cooperativas Biurban para el derribo de las construcciones auxiliares existentes y posterior rehabilitación y construcción de 12 viviendas, garajes y trasteros en la calle San Nikolas nº 11. En mayo de 2023, cambió la titularidad de la licencia a favor de Ereaga Atalaya S. Coop.

Fue en febrero de este año cuando comenzaron los trabajos con la tala de árboles en el jardín donde se iba a levantar el nuevo edificio moderno mientras se contemplaba rehabilitar el antiguo.

En febrero, advierten los residentes, ya se demolió el tejado del inmueble protegido y, para su sorpresa, se hizo lo propio con la fachada sur, la principal con vista a la playa de Ereaga, que albergaba un escudo singular. Las obras se paralizaron en abril y en agosto, para sorpresa del vecindario del entorno, se derribó lo que quedaba del edificio a preservar.