Bilbo cuenta desde este lunes con un grupo escultórico en recuerdo a «todas las víctimas del terrorismo y de la violencia política». En uno de sus laterales, una placa rinde homenaje a las 94 víctimas «nacidas o asesinadas en Bilbao», que incluyen a 73 víctimas de ETA, 9 de los grupos terroristas GAL, Batallón Vasco Español y Triple A, así como 9 víctimas de acciones policiales y 2 más de autoría «confusa» o «no aclarada». Sin embargo, el memorial califica el caso de Iñigo Cabacas, quien falleció debido a un pelotazo de la Ertzaintza, como «un caso con insuficiente clarificación».

A pesar de que el Tribunal Supremo español ratificó la condena de dos años de prisión y cuatro de inhabilitación por homicidio por imprudencia omisiva grave impuesta a un oficial de la Ertzaintza, la placa sostiene que el caso de Iñigo Cabacas sigue sin aclararse.

«Está probado que murió como consecuencia de un pelotazo en la cabeza realizado por la Ertzaintza», ha denunciado Egiari Zor en un mensaje difundido en X, para a continuación añadir que la categoría en la que el Ayuntamiento de Bilbo incluye a Cabacas es «inaceptable».

INACEPTABLE la categoría en la que @bilbao_udala incluye a Iñigo Cabacas.
Esta probado que murió como consecuencia de un pelotazo en la cabeza realizado por la Ertzaintza.@inigogogoan pic.twitter.com/h0uY0twvvH

— Egiari Zor Fundazioa (@EgiariZor) November 18, 2024

Además, la fundación remarca que el Consistorio no incluye a Mikel Martinez de Murgia Mendizabal, oficialmente reconocido por el Gobierno de Lakua como víctima de ejecución extrajudicial a manos de la Guardia Civil.

Discurso de Pradales

Durante lainauguración del grupo escultórico instalado en Bilbo, el lehendakari de la CAV, Imanol Pradales, ha instado a las familias a hablar a los jóvenes sobre ETA, la guerra del 36 y otras formas de violencia de las últimas décadas.

El lehendakari, tras constatar el desconocimiento de los jóvenes sobre ETA y la violencia política en general, ha mostrado su preocupación por «dejar la memoria solo en manos de la educación formal» en la escuela y repetir el error de las «amamas y aitites» de no hablar en casa sobre la guerra del 36 y la dictadura franquista.

«Insto a la sociedad vasca a reflexionar, a hablar y contar a los hijos y nietos lo que aquí se ha vivido. Cada familia -ha comentado- tiene mucho que aportar a una memoria colectiva sincera, clara y justa, sin olvidos y no revanchista, pero autocrítica frente a los relatos autocomplacientes que aún anidan». En su opinión, «los jóvenes quieren saber y nos corresponde responder y ayudarles».

El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, ha considerado que el nuevo espacio de recuerdo pretende que las víctimas sientan «el calor que les faltó su momento» y que sepan «que nunca más habrá silencios y que no vamos a olvidar».

Leídos los 94 nombres

El conjunto escultórico creado por José Ramón Manda está formado por una gran escultura de acero corten y cinco bancos de mármol negro de Markina, en medio de un pequeño jardín arbolado junto a la Alameda Mazarredo, entre los museos Guggenheim y Bellas Artes.

«Queremos que este lugar sea un trocito de la ansiada paz, un espacio que invite al reconocimiento, la reflexión y el encuentro. A la justicia, la reparación y el recuerdo para que nunca más se vuelvan a repetir estos trágicos sucesos», ha declarado el alcalde.

En el acto, en el que se han leído los nombres de las 94 víctimas bilbaínas, también han intervenido dos familiares integrantes del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, Dori Monasterio e Inés Núñez de la Parte, que han destacado que el lugar «representa a todas las víctimas».