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Fallece Jimmy Carter, expresidente de Estados Unidos y apoyo al proceso vasco de resolución

El presidente número 39 de Estados Unidos, Jimmy Carter, ha fallecido este domingo a los cien años. A través de su fundación impulsó procesos de resolución en Euskal Herria.

Imagen de archivo del expresidente de EEUU Jimmy Carter.
Imagen de archivo del expresidente de EEUU Jimmy Carter. (Hans-Jürgen WEGEN/DPA/EP )

El presidente número 39 de Estados Unidos, Jimmy Carter (1977-1981), ha fallecido a los cien años de edad este domingo. Hacía ya meses que su nieto había anunciado que el exmandatario «está llegando a su final». El actual presidente de EEUU, Joe Biden, ha anunciado que el 9 de enero tendrá lugar el funeral de estado y que esa jornada se ha decretado «Día Nacional de Luto en todo Estados Unidos».

Jimmy Carter había superado un cáncer cerebral metastásico, un cáncer de hígado y varias complicaciones más de salud, incluida una cirugía cerebral después de una caída en 2019.

Tras una serie de estancias hospitalarias comenzó a recibir cuidados paliativos en febrero de 2023 y solo hizo una aparición pública para asistir al funeral de su esposa hace unos meses.

Acuerdos internacionales y crisis económica

Su legado estuvo marcado por la consecución de acuerdos en política exterior, como los tratados sobre el Canal de Panamá, los acuerdos de paz de Camp David, que supusieron el acuerdo de paz entre Egipto e Israel o el tratado SALT II con la Unión Soviética, y vivió sus momentos más tensos con la crisis de los rehenes en Irán.

En política interior, lidió con una grave crisis energética y económica que contribuyó a que su popularidad cayera en picado, acusado además por los sectores más derechistas de «debilidad», aunque su reputación creció con su actividad posterior. Carter creó los departamentos de Educación y de Energía, estableció una política energética nacional y reformó la Seguridad Social.

Durante su primer mes en el cargo, Carter disminuyó el presupuesto de defensa en 6.000 millones de dólares y ordenó la retirada unilateral de todas las armas nucleares de Corea del Sur. También dejó de dar apoyo al régimen de Somoza en Nicaragua, pero mantuvo la ayuda militar a El Salvador y comenzó el apoyo financiero a las facciones islamistas afganas que combatieron al Gobierno comunista y serían el caldo de cultivo de los talibanes.

Jimmy Carter provenía del «Sur profundo» de Estados Unidos. Fue criado en una familia de terratenientes que cultivaba algodón y cacahuetes y en una sociedad profundamente racista.

Cortada la carrera militar por la muerte de su padre que le llevó a hacerse cargo de los negocios, en 1961 fue elegido miembro del Senado de Georgia, cargo en el que permaneció durante dos legislaturas.

En 1971 asumió el cargo de gobernador de Georgia, posicionándose contra la segregación racial comúnmente aceptada entre los políticos del estado. También contrastó con el clima político de la época y el lugar su posicionamiento contra la pena de muerte, aunque promovió acciones a favor del teniente William Calley, condenado por la matanza de 22 civiles vietnamitas en la masacre de My Lai, en Vietnam.

Su derrota ante Reagan le convirtió en el primer presidente que no lograba un segundo mandato desde 1932

   

En 1977 ganó las elecciones, convirtiéndose en el primer presidente del «Sur profundo» frente a un Gerald Ford lastrado todavía por su vinculación a Richard Nixon.

El último año de su mandato presidencial estuvo marcado por la toma en 1979 de la embajada estadounidense en Irán y la retención de rehenes por estudiantes iraníes, el intento sin éxito de rescate. Consiguió su liberación pero llegó cuando en la Casa Blanca se encontraba ya Ronald Reagan.

Su derrota ante Reagan en 1981 le convirtió en el primer presidente en funciones que no lograba obtener un segundo mandato desde la presidencia de Herbert Hoover en 1932.  

Nobel de la Paz y atención a Euskal Herria

Carter fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2002, por sus esfuerzos «para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, impulsar la democracia y los derechos humanos y fomentar el desarrollo económico y social»

Desde que abandonó la Casa Blanca, se ha dedicado a la mediación en conflictos internacionales y al apoyo de causas humanitarias. En 1982, fundó junto con su esposa, Rosalynn, el Centro Carter, una organización no gubernamental que lucha por el avance de los derechos humanos, la mediación en conflictos internacionales y que ha estado presente como observador en distintos procesos electorales.

Entre estas acciones, destaca el apoyo que Jimmy Carter dio a la Declaración de Aiete suscrita por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, el ex ministro francés Pierre Joxe, la ex primer ministra noruega Gro Harlem Bruntland y tres figuras del proceso de paz de Irlanda: el principal negociador británico Jonathan Powell, el líder de Sinn Féin Gerry Adams y el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern, que llamaron a ETA a declarar el cese definitivo de la actividad armada, a París y Madrid a «darle la bienvenida y aceptar iniciar conversaciones» y a los «actores no violentos y representantes políticos» a que abran el diálogo político y consulten a la ciudadanía.

Con Carter, se sumaron el ex primer ministro británico Tony Blair y el presidente de las negociaciones de paz en el norte de Irlanda, George Mitchell.

La Fundación Carter contribuyó a crear el grupo internacional de Currin, pero ya antes se declaró dispuesto a mediar, en 2007


La Fundación Carter también contribuyó a los trabajos que desembocaron en la creación del Grupo Internacional de Contacto liderado por Brian Currin, cuyo trabajo de mediación fue relevante hasta llegar a la fase del desarme.

Ya en 2007 Carter señalaba que su fundación estaba dispuesta a mediar entre el Gobierno español y ETA si se lo pedían, aunque prefería que el conflicto fuera resuelto «dentro de este país» y mediante conversaciones directas.

El ya para entonces expresidente demócrata recordó que durante los 90 el Centro Carter se reunió en la República Dominicana con dirigentes de ETA y ofreció al Gobierno español su mediación para «negociar un posible acuerdo de paz». «Pero el Gobierno español de aquel momento pidió al Centro Carter que no se involucrara y entiendo la razón, porque querían hacer frente al problema ellos mismos», añadió.

Muestras de condolencias

Mandatarios de todo el mundo han expresado sus condolencias por la muerte de Carter. Asi, Joe Biden ha mostrado su pesar por el fallecimiento de «un líder, estadista, activista humanitario y amigo».

El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Mao Ning, ha destacado que Carter «ha contribuido significativamente al desarrollo de las relaciones entre China y EEUU y a las promoción de intercambios amistosos y de cooperación entre las dos nacions, lo que apreciamos profundamente».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha alabado su «liderazgo moral» y ha mostrado su deseo de que su «noble legado» como impulsor de la paz y la democracia perdure.

«Lamento mucho enterarme del fallecimiento del presidente Carter y quisiera rendir homenaje a sus desinteresadas décadas de servicio público», ha señalado el primer ministro británico, Keir Starmer, en un mensaje en X.

«El mundo ha perdido a un gran mediador por la paz en Oriente Medio y por los derechos humanos», ha señalado el canciller alemán, Olaf Scholz.

«Toda su vida, Jimmy Carter defendió los derechos de las personas más vulnerables y luchó sin descanso por la paz», ha subrayado el presidente francés, Emmanuel Macron.

Desde Euskal Herria

Las condolencias también han llegado desde Euskal Herria. El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha destacado el papel que jugó Carter en el proceso vasco de resolución y, concretamente, en la organización de la Conferencia de Aiete, por lo que muestra su gratitud.

El que fuera coordinador de Lokarri, Paul Ríos, uno de los organizadores de la Conferencia de Aiete, ha alabado los «esfuerzos» de Carter «en favor de la paz, sobre todo en el País Vasco».

 

El lehendakari Imanol Pradales ha puesto en valor el legado «duradero y beneficioso» de Carter «a favor de la paz, los derechos humanos y el entendimiento global».

 

El abogado, vicepresidente de ELDH y director de TMeLAB Urko Aiartza ha destacado que el expresidente y el Centro Carter «siempre apoyaron la solución del conflicto vasco, apoyando la Declaración de Aiete junto con el senador Mitchell y Tony Blair».