Amaia Zabarte, de 44 años y vecina de Irun, fue ingresada en la UCI del Hospital Donostia el pasado 5 de marzo tras recibir un impacto en cabeza por el disparo de un proyectil foam. Según ha publicado Radio Euskadi, no fue la única mujer herida aquel día. Una segunda persona, de nombre María, también interpuso una denuncia. A pesar de que en un principio archivaron la causa, la Audiencia Provincial de Gipuzkoa ha ordenado que se investigue el caso.
Al día siguiente de los hechos, la mujer presentó la denuncia junto al parte médico. Denunció haber sido herida en el ojo por una pelota o un proyectil en una de las cargas de la Ertzaintza, pero el juzgado archivó el caso al día siguiente. La familia recurrió el cierre y ahora la Audiencia ha ordenado reabrir el caso.
En el caso de Zabarte, en un vídeo publicado a finales de junio por ‘Noticias de Gipuzkoa’ se aprecia como Zabarte, que estaba con su móvil en la mediana del paseo de Errondo, cerca de la estación del Topo, echa a correr buscando refugio en ese edificio cuando los agentes antidisturbios se acercan.
Sin embargo, se ve como cae al suelo de costado, tras sufrir un impacto en la cabeza. Unos segundos después logra levantarse y llega a duras penas hasta la estación, cayendo junto a la pared. Ahí es pateada en el cuerpo por otro agente. Sufrió dos fracturas en el cráneo y una hemorragia cerebral que le dejará algunas secuelas de por vida, como explicaba en esta entrevista a NAIZ a su marido, Joseba Novoa.
Hace apenas una semana, la juez acordó solicitar a la unidad de asuntos internos de la Ertzaintza que identifique a los responsables de los grupos de agentes que actuaron en el dispositivo, después de lograr más imágenes.