NAIZ

Matones contra matones: la bronca entre Desokupas que revela sus prácticas y sus cuentas

A Desokupa le ha salido un competidor, a lo que se ve bastante chapucero, en Castilla y León: Desokupacyl. La bronca entre ambos grupos no ha tardado en desatarse y en viralizarse. Pero el tema no es para tomárselo a broma...

Núñez y Esteve, en plena refriega, telemática eso sí.
Núñez y Esteve, en plena refriega, telemática eso sí. (NAIZ)

Uno se llama Dani Esteve, es la cara conocida hace años de Desokupa, y el otro es Luis Núñez, cabeza visible de Desokupacyl. El nivel de la discusión en redes entre ambos puede resumirse en estas dos frases cruzadas. Esteve a Núñez: «Me voy a pasar a verte porque me sobran cojones». Núñez a Esteve: «Si tú tienes dos cojones, en Valladolid tenemos cuatro» (mientras le espera para un «duelo» en el cementerio de su ciudad).

 

Si ese es el tono del debate entre los dos matones, cabe imagínarse cuál será el que emplea con aquellos a los que van a  «desocupar». Aquí puede verse una de las actuaciones del jefe de Desokupacyl, en este caso en Galicia, con una persona a la que insulta reiteradamente y a la que amenaza con grabar en su trabajo, y también a su mujer.

 

El conflicto entre ambos ha comenzado con una chapuza de la «empresa» castellanoleonesa, que llegó a los medios de comunicación: en Monforte (Lugo) Desokupacyl amedrentó a un anciano tras equivocarse de vivienda, por lo que pasó varios días acongojado y va a poner una denuncia. Núñez, por cierto, no se ha cortado en culpar de ello al propietario legítimo, el que les había contratado, por darles una dirección errónea.

Se desata el lío

A partir de ahí se desata el lío. Esteve entra en cólera al conocer que hay un grupo que actúa fuera de su control pero con un nombre similar, que además plagia en su logotipo el escudo de la Policía Nacional española y que «se presenta como socio mío». Pero advierte: «Te has equivocado de liga».

Como hacen con las personas de todo tipo a quienes violentan, desde Desokupa revisan el historial personal y graban a sus ahora competidores matones, con el fin de aumentar el nivel de amenaza. Y ahí es donde Esteve descubre que Núñez estuvo condenado por tráfico de drogas y lo denuncia en TikTok.

 

Sin embargo, Núñez no se arredra. Además de retarle a la pelea física, responde en redes llamando a Esteve «gallina ponedora» y «Caponata». Y reconoce de paso que no solo tiene una condena por tráfico de drogas, sino dos. Afirma que la primera, de diez años, la cumplió «casi completa por no ser chivato». Niega, eso sí, que haya pegado a mujeres, como sostiene el jefe de Desokupa, que le acusa de maltratador machista, además de ir drogado y con pistola.

Esperpento, pero serio

Hasta aquí el esperpento, aunque en realidad todo es muy serio. En el fragor de la discusión, por ejemplo, Núñez revela que Esteve cobra 6.000 euros por desocupación. Y afirma que Desokupa ya ha llevado a cabo 9.000 operaciones de este tipo. En Euskal Herria le salió el tiro por la culata inicialmente en Abadiño, donde acabó apoyándose en la Ertzaintza. También fracasó Desokupacyl el pasado junio en Soraluze; en eso están empatados.

Estos comandos parapoliciales se han convertido, como muestra el enfrentamiento público, en una realidad cotidiana sin que los poderes públicos pongan freno a su crecimiento.