
El Ejército de Israel ha confirmado la puesta en marcha de una operación esta pasada noche contra la localidad de Tammun en un nuevo episodio de su última campaña militar en la Cisjordania, extendida ahora al noreste del territorio ocupado.
Las autoridades palestinas han denunciado que el Ejército israelí ha obligado a los residentes de las zonas de la localidad afectadas por la operación a que abandonen sus hogares durante diez días.
El alcalde de Tammun, Nayé Bani Odeh, ha concretado que las familias están abandonando sus hogares de las afueras del sur de la ciudad mientras militares israelíes «se quedan con sus casas» y que ahora mismo están concentrando sus esfuerzos en el campamento de campo de Far'a, donde viven unas 7.600 personas según datos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la Unrwa.
Asimismo, fuentes locales también han denunciado a la agencia oficial de noticias palestina Wafa que el Ejército israelí ha bloqueado una carretera que une la ciudad con la entrada sur del campamento y destruido parcialmente una tubería de agua en la zona.
La actual ofensiva del Ejército israelí, denominada Operación Muro de Hierro, se ha centrado principalmente en la ciudad y el campo de refugiados de Yenín, pero acabó por expandirse a Tulkarem la semana pasada antes de dirigirse a Tammun.
De hecho, en las últimas horas el Gobierno palestino ha denunciado la muerte de un hombre de 73 años a manos del Ejército israelí en el campamento de refugiados de Yenín. El fallecido ha sido identificado como Walid Muhammad Ali Lahlouh (73 años) y fue ingresado muerto en un hospital de la zona, según la Sociedad de la Media Luna Roja.
Con su muerte son ya 25 los palestinos muertos por los disparos de soldados israelíes, que todavía no se han pronunciado al respecto de lo ocurrido, desde el comienzo de su nueva operación en la zona, hace 13 días.
Lo que sí ha comunicado el Ejército sionista es que el operativo de la brigada Bislamach ha desembocado en la incautación de varias armas de fuego en Tammun, una ciudad escenario la semana pasada de un ataque aéreo israelí que dejó, siempre según los militares, «una decena de terroristas muertos».
El Gobierno israelí esgrime que estas operaciones en Cisjordania representan una iniciativa para eliminar a «células de las milicias palestinas» de la vecina Gaza, pero las autoridades palestinas denuncian estas incursiones como una parte más de los esfuerzos de anexión israelí para facilitar la apropiación ilegal de tierras por parte de los colonos de la zona, quienes aterrorizan a la población palestina con el consentimiento del Ejército.
Netanyahu parte hacia Washington
Entretanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha partido este domingo rumbo a Washington para su reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, prevista para el martes.
El viaje del mandatario israelí coincidirá con el momento en que deben comenzar las negociaciones indirectas entre Israel y Hamas para definir la segunda fase del acuerdo de tregua.
Sin embargo, algunos miembros clave de la coalición gobernante, como el ministro ultraderechista de Finanzas, Bezalel Smotrich, han avisado de que tratarán de tumbar el Gobierno si Israel no retoma los combates en la Franja una vez termine la primera fase del alto el fuego.
En un mensaje tras la partida del mandatario, Smotrich ha pedido a Netanyahu reforzar el «control» israelí sobre la Cisjordania ocupada.
Smotrich, que se ha referido a Trump como un «amante de Israel», ha justificado el nuevo foco militar de Israel en las liberaciones de presos palestinos con motivo del cese al fuego en Gaza.
«Desde la fuerza y el poder construimos la paz, forjamos alianzas y reforzamos la posición del Estado de Israel», ha sentenciado el ministro, residente de una colonia ilegal en Cisjordania.
Junto a Netanyahu, viajan también a Washington el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el enlace del Gobierno israelí con las familias de los rehenes, Gal Hirsch, entre otros.
En declaraciones a los medios de comunicación justo antes de subirse al avión, Netanyahu ha defendido que la ofensiva ha servido para «cambiar la faz de Oriente Medio», y ha dicho que, junto a Trump, Israel puede cambiarla «todavía más, y para mejor».
La reunión será la primera que el mandatario estadounidense mantiene con un líder extranjero desde que asumió la Presidencia de Estados Unidos, el 20 de enero.
Según la prensa israelí, Trump ya le ha dejado claro a Netanyahu que no quiere que Israel vuelva a combatir en la Franja.
Investigan a la mujer de Netanyahu
Este domingo también se ha conocido que la Policía de Israel ha abierto una investigación penal contra Sara Netanyahu, la mujer del primer ministro, bajo la presunción de que ha intimidado a testigos y, en términos generales, ha interferido en la causa por corrupción abierta contra su marido.
La Fiscalía General de ese país ha confirmado a la diputada israelí Naama Lazimi, en pregunta parlamentaria, que se abrió la investigación contra la mujer de Benjamin Netanyahu el pasado 26 de diciembre, dos días después de que el Ministerio Público confirmara que había realizado esta solicitud de investigación a la Policía.
Concretamente, la Policía busca confirmar si, como aseguró un reportaje de investigación del Canal 12 de la televisión israelí, Sara Netanyahu ordenó a la ya fallecida ayudante de su marido, Hanni Bleiweiss, que orquestara una campaña de difamación contra Hadas Klein, testigo clave en uno de los casos de corrupción en los que está implicado Benjamin Netanyahu.

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