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Daniel   Galvalizi
Periodista

Una marea humana protesta por la embestida de Milei contra el colectivo LGTBI

Centenares de miles de personas han marchado este sábado en decenas de ciudades argentinas para repudiar la violencia discursiva del presidente ultra y su intento de contramarcha en derechos. Preocupación, alarma y resistencia ante una etapa inédita.

Una vez más, Argentina ve saturadas sus calles por masivas movilizaciones. El año pasado hubo un millón y medio de personas contra los recortes en las universidades con los que amenazaba el presidente Javier Milei. En noviembre, dos millones de personas colapsaron Buenos Aires en la Marcha del Orgullo LGBTI, en una clara respuesta a una retórica hostil desde la Casa Rosada. Y este sábado, ha vuelto a suceder.

Sin incidentes ni disturbios, centenares de miles de personas (la policía metropolitana no ha informado una estimación) se han volcado en el centro de la capital argentina para repudiar la violencia LGTBIfóbica que viene soltando el discurso presidencial, sumado a los cambios reaccionarios (los que le permite la ley y no requieren aprobación parlamentaria) en educación sexual y fondos para diversidad.

Pero esta movilización, en clave de reivindicación y protesta la más grande desde la aprobación del matrimonio igualitario ese país en 2010, no solo fue en Buenos Aires. Casi un centenar de ciudades y pueblos del interior del país también convocaron a marchar, entre las 16.00 y las 18.00, en una jornada a puro sol y en la que el mercurio del verano meridional marcó los 32 grados.

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La situación que se viene viviendo en los últimos meses en Argentina es inédita desde la restauración democrática en 1983. Desde entonces, todos los gobiernos avanzaron en mayor o menor medida en derechos civiles, y nunca había habido una retórica tan reaccionaria contra el feminismo y la diversidad sexual como en el último año en el que llegó a la Casa Rosada el líder de ultraderecha.

En los últimos días portavoces de Milei han apostado por suprimir la figura penal del feminicidio y el presidente ha asociado en Davos homosexualidad a pedofilia

 

En los últimos días, sus dos embestidas como parte de su guerra cultural han sido contra esos dos pilares. Primero, sus portavoces han anunciado el deseo de quitar del Código Penal la figura de femicidio, que lleva casi dos décadas, y volver a tratar los asesinatos de mujeres a manos de parejas hombres como violencia intrafamiliar ordinaria. Según el Ejecutivo, impulsarán un proyecto de «igualdad ante la ley», en el que además buscarán anular la posibilidad de tener un DNI no binario y el cupo laboral para personas trans, cuestionando las medidas de «discriminación positiva».

A las pocas horas, se sumó el insólito hecho en el Foro Económico de Davos: allí Milei profirió un enardecido discurso en el que calificó al «wokismo» como un «régimen de pensamiento único» que «penaliza el disenso» y agregó: «Feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género, entre otros, son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles».

Lo que acabó encendiendo la mecha fue su asociación de la homosexualidad a conductas pedófilas. El anarco-capitalista citó un caso judicial de una pareja gay en Estados Unidos condenada por abuso a hijos adoptivos para alegar que «la ideología de género es abuso infantil». «No es un eufemismo. Son pedófilos, por lo tanto quiero saber quién avala esos comportamientos».

La barbarie discursiva tuvo una inmediata reacción de todo el arco político argentino, a excepción del partido del presidente (La Libertad Avance), y de muchos referentes del mundo de la cultura y el periodismo, incluso de aquellos que simpatizan con algunas posiciones de Milei. Una asamblea de varios colectivos LGTBI al aire libre y a mano alzada decidió convocar entonces la Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista para este sábado, a la que se han sumado los principales sindicatos, buena parte de los partidos políticos y movimientos de derechos humanos.

Un inciso que cabe destacar: lo de «antirracista» no es baladí. Ha sido añadido porque en otro hecho inédito, el Gobierno argentino anunció días pasados la construcción de un muro de alambrado de 200 metros en una zona fronteriza con Bolivia para evitar la presunta llegada ilegal de inmigrantes de ese país andino.

«Me preocupa mucho la situación y mi rechazo al discurso es porque no podemos dejar pasar por alto el carácter performativo de las palabras y el discurso. Es inaceptable lo que ha dicho, porque es el presidente. Se ha apartado de la Constitucion, del cumplimiento de tratados internacionales, además de decir algo por fuera de toda evidencia y de la gravedad de asociar homosexualidad con la pedofilia cuando además el 95% estadísticamente de los delitos de pedofilia son hombres heterosexuales en relaciones intrafamiliares», responde en conversación con NAIZ el diputado Maximiliano Ferraro, presidente del partido Coalición Cívica (que en su momento era el ala socialdemócrata de la alianza electoral Cambiemos, que llevó a Macri al gobierno)

El dirigente opinó que este tipo de «provocaciones» va a continuar porque Milei «está inserto en una batalla cultural que está dando y que se siente empoderado después del discurso de asunción de Trump, además de estar arropado por personas como Orban o el español Abascal». Ferraro ha denunciado la intervención reaccionaria «en ciertas políticas públicas, como la reducción de 40% de los funcionarios dedicados a la prevención de VIH e ITS, además de retoques en contra de la educación sexual infantil».

Maximiliano Ferraro, diputado de Coalición Cívica: «Hay que estar atentos, parte de la oposición está jugando a la ambigüedad y con sordera democrática»

Sobre las posibilidades de que la ola reaccionaria vaya a más y Milei consiga cambios legislativos (no lo tiene fácil porque tiene una ostensible minoría parlamentaria), el diputado ha respondido: «Tengo la esperanza de que la sociedad argentina no permita este tipo de retrocesos pero hay que estar atentos, no veo una mayoría en el Congreso que pueda derogar leyes como el matrimonio igualitario o la ley de identidad de género (lo que en el Estado español fue la Ley Trans), pero hay una parte de la oposición que pareciera estar dormida y con miedo, con falta de nitidez en lo que es defender valores y principios, están jugando a la ambigüedad algunos, con una sordera democrática preocupante».

Una marcha de dos kilómetros

La manifestación se ha puesto en marcha desde la Plaza de los Dos Congresos, frente al Parlamento, y ha transitado los dos kilómetros hasta la Plaza de Mayo, donde está la Casa Rosada. A la vista, quienes han participado eran ampliamente transversales, de varios partidos e ideologías, muchas familias y una nutrida presencia joven.

«Siempre puto (maricón), nunca nazi», era el cartel que sostenía un joven que caminaba junto a un grupo de amigos mientras caminaba al lado del emblemático Obelisco de la Avenida 9 de Julio. «Respetá la existencia o bancate (aguanta) la resistencia», rezaba otro cartel, escrito sobre los colores de la bandera arco iris.

Luciana decidió marchar durante un rato, acompañada de su hija de tres años y su marido. Tiene 39 años y es profesora de enseñanza inicial. «Como mujer heterosexual y madre, creo que tenemos que marchar y ser parte de esto porque hay que unir fuerzas, no podemos volver a discutir cosas de muchos años atrás, son derechos ganados. Lo que dijo Milei es una aberración total, aunque ahora quiera desdecirse y diga que fue mal interpretado. No, su comentario fue malintencionado para tratar de meter su ideología».

«Siempre puto, nunca nazi» o «Respetá la existencia o bancate la resistencia», algunos de los mensajes en la marcha de Buenos Aires

 

«Somos muchos y muchas los que no queremos volver atrás, hay que salir y decir ‘hasta acá’. No importa qué identidad tengas, todos tenemos que salir y no permitir que se arrase contra nadie», ha dicho a NAIZ.

«Vengo porque me siento ofendido porque ha dicho que somos pedófilos, por más que sus exégetas ahora vengan a decir que hubo interpretaciones diferentes. Lo que hizo Milei es una asociación maliciosa y no fundamentada en ningún estudio», comenta Juanjo, periodista de 45 años y gay. Mientras marcha con una bandera arco iris sobre los hombros y una mochila repleta de botellas de agua para paliar el calor agobiante, pide que no haya una vuelta al pasado.

«Yo quiero una sociedad donde lo diferente aspira a ser integrado, no segregado. Ahora hay declaraciones contra las personas trans y Argentina tiene una legislación muy avanzada, aprobada en 2012, sobre identidad de género. No se puede atacar todos los días a quien desacuerde y decir barbaridades contra los rivales, como hace el presidente. Esta marcha es una forma de decir ‘basta’», añade.

Los medios de comunicación cercanos al Gobierno han hecho una embestida contra la movilización de este sábado llegando a niveles astronómicos de violencia discursiva. La Derecha Diario, un periódico que funciona como house organ de La Libertad Avanza y que Milei repostea en sus redes constantemente, ha titulado: ‘Organizaciones LGBT convocan a marchar en defensa de la pedofilia y los privilegios’. Ha tachado a todos los colectivos de ser «de extrema izquierda» y en el texto insiste una y otra vez en que la jornada de protesta «tiene como propósito defender la pedofilia avalada por el lobby LGBT».

También ha habido convocatorias frente a los consulados argentinos en Madrid, Barcelona, Granada, Sao Paulo, Santiago de Chile, Ciudad de México, Ginebra, Rio de Janeiro, Lisboa, Roma, París, Nueva York y Londres, entre otras ciudades.