
Un hombre ha asegurado este viernes haber presenciado unos tocamientos en los glúteos que el monitor de surf acusado de agredir sexualmente a once de sus alumnos habría realizado a un menor de edad en septiembre de 2019 en plena calle de Irun, de los que fue testigo desde la ventana de un museo cercano.
Este hombre, que ha identificado con total seguridad al acusado porque también practica surf, ha situado temporalmente con claridad este episodio en el jueves de la primera semana de septiembre de 2019, día en el que según ha relatado, acudió al citado museo, desde el que vio en la calle la furgoneta del inculpado.
Ha recordado que mientras en la parte delantera del vehículo había un grupo de menores con sus móviles, en la parte trasera, junto al portón trasero levantado del vehículo, vio al monitor con las manos metidas por debajo del pantalón de un adolescente, sujetándole los glúteos con el menor cabizbajo.
Ha comentado que esta situación se prolongó durante unos minutos, lo que a él le llamó mucho la atención, por lo que al volver a su casa lo comentó con su esposa. Sin embargo, en aquel momento no dijo nada porque no tenía fotos y pensó que sería el testimonio de una persona contra la otra. «Igual ahora hubiera hecho otra cosa», ha indicado.
290 años de prisión
Este testimonio ha sido el más destacado de la quinta jornada del juicio que se sigue desde el pasado lunes en la Audiencia de Gipuzkoa contra este monitor de surf de Hondarribia para el que la Fiscalía solicita 85 años de cárcel por unos hechos sucedidos entre 2011 y 2021, pena que la acusación particular eleva hasta los 290 años de prisión, si bien la defensa solicita su libre absolución.
En esta jornada de la vista, la primera de las celebradas hasta ahora en audiencia pública tras cuatro sesiones a puerta cerrada, también ha declarado la madre del acusado, quien ha asegurado que ella nunca sospechó nada, a pesar de que grupos de menores solían acudir a su casa en ocasiones a ver vídeos en la habitación del procesado.
La mujer, que convivía con el monitor, ha dicho que su hijo tenía muchos alumnos, que era muy querido entre ellos y que algunos se quedaban en ocasiones en grupo en su casa para pasar la tarde viendo vídeos de surf, ya que el procesado tenía una televisión, un ordenador y una mesa de mezclas en su habitación.
Ha admitido que en ocasiones también algunos alumnos iban solos al domicilio, si bien ha negado que en una oportunidad sorprendiera a su hijo junto a un niño semidesnudo en la habitación, algo que, según ha manifestado, es «una mentira como una casa», porque de haber visto algo así lo habría cortado, teniendo en cuenta además que todos los fines de semana sus propios nietos iban a su casa.
Reacias a denunciar
En la vista han comparecido asimismo tres agentes de la Ertzaintza que participaron en la investigación del caso, quienes han desvelado que en un primer momento las víctimas eran reacias a denunciar por temor a que no se les creyera y a las repercusiones que podría tener el asunto, si bien finalmente se decidieron a hacerlo cuando se les explicó que ellos iban a estar protegidos.
Estos policías ha afirmado que dieron total credibilidad a los testimonios que prestaron los menores perjudicados y han desvelado que el procesado tenía un modus operandi desarrollado durante mucho tiempo para ganarse la confianza de las víctimas a las que hacía sentirse especiales durante las clases de surf y los campamentos que organizaba y para quienes se convertía en un referente.
Han revelado también que en el domicilio del procesado se encontraron cerca de 4.200 imágenes de pornografía infantil, la mayoría de las cuales eran de varones menores de edad desnudos.
Por su parte, un hombre que tiene un taller de reparación de tablas de surf y que también daba clases de inglés a varios chicos que eran alumnos del acusado ha comentado que en una oportunidad le llamó la atención el «comportamiento no habitual» de uno de estos menores cuando acudió a su local, ya que estaba «muy callado y apagado cuando normalmente estaba de muy buen rollo», si bien a él nunca ningún chico le contó nada.
Está previsto que el juicio se reanude el próximo lunes con las declaraciones de nuevos testigos.

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