Xole Aramendi
Erredaktorea, kulturan espezializatua
Elkarrizketa
María Goiricelaya
Autora y directora de ‘Filtro’

«‘Tengo esta cicatriz de un sablazo’, me contaron los periodistas sobre los sucesos del Filtro»

María Goiricelaya estrena en Euskal Herria ‘Filtro’, reflexión teatral sobre los sucesos ocurridos en Montevideo el 24 de agosto de 1994. En su estreno en Uruguay, conoció a la madre de Fernando Morroni, fallecido aquel día. «Han pasado muchas cosas mágicas alrededor de esta obra», reconoce.

Escena de ‘Filtro’, una coproducción de La Dramática Errante y la Sala Verdi.
Escena de ‘Filtro’, una coproducción de La Dramática Errante y la Sala Verdi. (Gustavo CASTAGNELLO)

‘Filtro’ verá la luz en Euskal Herria tras su estreno en Uruguay en el marco de los actos conmemorativos del 30º aniversario. La obra teatral recuerda los hechos que tuvieron lugar en 1994 en Montevideo, pero ante todo es una invitación a reflexionar sobre temas como el asilo político, la justicia y la solidaridad internacional.

El espectáculo se centra en los Sucesos del Hospital Filtro, cuando la extradición de ciudadanos vascos acusados de pertenecer a ETA provocó una manifestación masiva y una brutal represión policial.

Lo acaecido se remonta a la noche del 24 de agosto de 1994 en las inmediaciones del hospital de la capital de Uruguay, cercano a la entonces sede de la presidencia del país. Aquel día se había convocado una manifestación frente al centro sanitario en contra de la extradición de Manueltxo Goitia, Mikel Ibañez y Luis Lizarralde por parte de las autoridades españolas. Los tres refugiados vascos permanecían ingresados en el Hospital Filtro después de iniciar una huelga de hambre y sed para protestar por su entrega a las autoridades españolas.

La Suprema Corte de Justicia de Uruguay había autorizado su traslado a Madrid y miles de uruguayos salieron a la calle en defensa de la tradición de asilo de aquel país. Fernando Morroni murió a causa de doce balazos en la espalda efectuados por la Policía. Otro manifestante, Roberto Facal, apareció apuñalado en su casa horas después.

«La pieza recorre lo que sucedió aquella noche del 24 de agosto, hace 30 años, en Montevideo. Hemos querido situar al espectador en lo que pasó en aquel momento, cómo se ha ido desarrollando la democracia reciente de Uruguay, cómo es percibido allí, y qué es lo que nos une a las vascas y vascos en relación a esos sucesos. Habla de todo el proceso de extradición que se pide para tres personas vinculadas con ETA, cómo el pueblo uruguayo sale a las calles para pedir el asilo político y qué consecuencias tuvo aquello», cuenta María Goiricelaya (Bilbo, 1983).

La dramaturga y directora de teatro confiesa que era una adolescente en la época y no tenía «muy frescos» los hechos en su memoria. «Es ahora, tras el proceso de investigación extenso e intenso realizado, cuando realmente me doy cuenta de lo que ha supuesto para la democracia en Uruguay y de cómo resuena también ese episodio aquí, en el País Vasco», reconoce.

Al preguntarle si hubo algo que llamó su atención en el proceso de investigación menciona que «hay material muy contradictorio». «He leído diversos libros que hablan del conflicto en lo que atañe a la política de Uruguay, escritos desde lugares distintos. Fue para mí muy valioso, por ejemplo, trabajar con la transcripción de la Cámara de los Representantes de Uruguay, donde los diferentes diputados se encaraban defendiendo o atacando la gestión en aquel momento del ministro [Luis Alberto] Lacalle. Fue sorpresivo que a mi llegada a Uruguay Lacalle hijo [Luis Lacalle Pou] estuviera tan presente y que el expresidente también tuviera un lugar. Yo creo que de alguna manera esto escuece a Uruguay en particular y a Latinoamérica en general y tiene que ver con la impunidad de los gobiernos y de cómo sucesos como este de repente dejan esta estela y esta sensación de que hay algo que está sin resolver todavía», afirma.

Todo comenzó con una llamada. «Esta coproducción surge a raíz de ‘Altsasu’. El director de la Sala Verdi de Montevideo, Gustavo Zidane –acaba de dejar el cargo para ser director del INAE– vio nuestra obra en dFERIA y le fascinó la pieza. ‘Altsasu’ viajó a Uruguay hace un año y medio, también pasó por Colombia. Gustavo, siendo conocedor de los Sucesos del Hospital Filtro, me llamó para proponerme escribir y dirigir una pieza que hablara sobre el tema. En ese momento también entró la posibilidad de la colaboración con Donostia Kultura y su posible estreno en dFERIA. Así se activó la maquinaria», recuerda.

El elenco de intérpretes es uruguayo. También el diseño de iluminación y la escenografía es obra de la Sala Verdi. Por su parte, La Dramática Errante se ha encargado del vídeo y la música, además de la dramaturgia y la dirección. Protagonizarán una pequeña gira en Euskal Herria. «Otros teatros se han interesado también por la pieza aprovechando el lujo de tener también a estos cuatro intérpretes uruguayos que son fabulosos porque la Escuela de Interpretación uruguaya es fantástica», dice.

Califica de «placentero, disfrutado y honesto» el camino realizado. Para la directora, ‘Filtro’ es una muestra de cómo deberían ser las coproducciones internacionales. «Siento que ha sido un trabajo muy horizontal, a través de reuniones online. He estado tres veces en Montevideo y parte del equipo –Ane Pikaza (ayudante de dirección) y Xabino Alkorta (productor)– han venido conmigo. Es una forma de establecer una colaboración y de que el intercambio cultural sea real. Que no sea solamente una directora que se mueve y dirige, sino que también intercambiamos vivencias y experiencias más allá de lo que es la exhibición», remarca.

El montaje vio la luz en Montevideo en agosto de 2024. Goiricelaya estuvo presente. «Sí, además Xabino, Ane y yo pudimos participar en la marcha conmemorativa del 30º aniversario de los sucesos. Fue un momento muy emotivo, tuvimos la oportunidad de conocer a Norma Morroni, madre de Fernando Morroni, en la marcha y ella también estuvo en el estreno. Fueron momentos muy bonitos y muy duros. Coincidimos en los actos de conmemoración con Fermin Muguruza.... Han pasado muchas cosas que le han dado sentido al trabajo, muy mágicas y curiosas, alrededor de esta pieza. Poder contar una historia basado en un hecho documental que nosotras no hemos vivido en primera persona pero tener la oportunidad de acercarnos a él y de conocer a la gente que sí que estuvo allí... Hice muchas entrevistas allá y en varias de ellas me pasó que el periodista había estado en los sucesos. ‘Tengo esta cicatriz de un sablazo’, me contaban, por ejemplo», explica.

Ahora, con las representaciones de Euskal Herria se cierra el círculo. «Para mí no tenía sentido hacer el espectáculo allí y que no pudiera verse en el País Vasco», dice.

Trayectoria

‘Altsasu‘, ‘Yerma’... invitamos a Goiricelaya a realizar un balance del camino recorrido. «Ane y yo llevamos trabajando juntas 20 años. La Dramática Errante como sello empezó en 2017 pero como compañía arrancó en 2021, después de la pandemia. ‘Altsasu’, el primer espectáculo de la Dramática, fue un estreno por todo lo alto. Hemos apostado fuerte por algunas cosas en las que creíamos y hemos tenido también la fortuna de tener un recorrido muy grande en muy poco tiempo. Hemos pisado los mejores festivales y teatros en el País Vasco y en el Estado y ahora estamos abriendo esta pequeña vía internacional que también nos apetecía mucho porque nos interesa mucho compartir nuestra cultura y sacar el teatro vasco al mejor de los lugares. Estamos en un momento muy bonito. Nos sentimos muy afortunadas y para nosotras también ha sido inesperado. Constantemente estamos trabajando para seguir manteniendo los estándares de calidad dentro de la compañía y para darnos el tiempo que necesitamos para seguir creando bien, con calma y buscando eso que creemos que es interesante para el público».

La dramaturga y directora de teatro María Goiricelaya. (Carlos VILLAREJO)

La compañía se caracteriza por su teatro social. Previamente a ‘Filtro’, en sus producciones, Goiricelaya y Pikaza han abordado cuestiones como la de los hechos ocurridos en Altsasu en 2016, la infertilidad, el abuso a menores, la nomofobia y el caso Nevenka, entre otras. «Son los grandes temas que nos importan. Hablamos de aquello que nos incomoda, nos conmueve, nos sacude y nos interpela», señala.

Tras su estreno en enero, están inmersas también en la gira de ‘Ni flores ni funeral ni cenizas ni tantán’ / Adiorik ez’. «En la obra hablamos de la muerte, del duelo, de eso que nos va a tocar afrontar en breve o que ya estamos afrontando», dice.

La Dramática Errante está creando textos propios. «La dramaturgia contemporánea en el Estado español está pasando ahora por un momento muy prolífico. Es importante que las vascas también tomemos nuestro lugar ahí y que la dramaturgia y los textos vascos tengan también su espacio. Y saquemos estas historias que se están haciendo muy bien. Creo que las artes escénicas vascas están en un momento muy bueno, hay creadores y creadoras que son referentes para muchas personas y que es una muy buena forma de honrar a nuestra cultura».

‘Filtro’ es teatro documental. Toma como referencia materiales como la transcripción de la Cámara de los Representantes, extractos del juicio, libros, material audiovisual documental, diarios y periódicos, entrevistas... Apuestan por nuevos lenguajes escénicos. «‘Filtro’ forma parte de lo que Ane y yo definimos como una trilogía porque tienen un mismo espíritu, una misma atmósfera o una misma forma de estar concebidos. ‘Altsasu’, ‘Nevenka’ y ‘Filtro’, aunque ‘Nevenka’ pertenezca a la compañía Histrión Teatro. Son como si fueran primos hermanos, tres espectáculos de teatro documental que revisitan hechos reales, aunque estén ficcionados. Ves la conexión entre ellos y ves que respiran con un mismo pulmón. Luego está todo lo demás, porque yo no sé cómo definir el sello. Mucha gente no asocia ‘Altsasu’ y ‘Yerma’, por ejemplo, piensa que no son de la misma compañía. No tenemos una línea constantemente homogénea. Vamos buscando nuevos lenguajes viendo cuál es el dispositivo que mejor funciona para cada pieza», explica.

Situación que vive el sector

Además de creadoras, Goiricelaya y Pikaza son programadoras y directoras artísticas, ya que codirigen el Festival de Teatro de Erriberri. Aprovechamos la ocasión para hablar de la situación que vive el sector. «El circuito que tenemos no puede absorber la cantidad de producciones, hay una sobreproducción fuerte. Esto obliga a las compañías a ser dependientes constantemente de las subvenciones públicas, lo cual tampoco sanea el circuito. A la vez, los programadores tienen que equilibrar de alguna manera las programaciones. Pueden arriesgar pero luego necesitan revertir taquilla en algún momento. Es difícil. El momento creativo es dulce pero el momento que tiene que ver con la producción, con la ejecución y distribución es duro y más si venimos de donde venimos y hacia donde vamos, de una recesión fuerte fruto de toda la crisis que provocó el covid. Las cifras no han llegado a ser lo que eran antes. A esto sumamos que los presupuestos están congelados mientras que el resto de la vida sigue subiendo y el problema que yo percibo desde los diferentes ayuntamientos es que no tienen más presupuesto para poder repartirlo en exhibición. Con el mismo presupuesto siguen teniendo que contratar el mismo número de piezas o espectáculos y eso es complejo. No existe un equilibrio y el hueco es reducido», reflexiona.