
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha anunciado «para antes del verano» un plan para impulsar la industria militar y de seguridad, escudándose en «amenazas híbridas».
Lo ha hecho en una comparecencia centrada en los planes europeos y en el compromiso del Estado español de invertir el 2% del PIB en Defensa, para el que Sánchez no ha avanzado plazos, ha explicado que el plan concentrará el grueso de la inversión adicional exigida para cumplir con los socios europeos y canalizará programas de colaboración público privada
El objetivo, ha dicho, es crear «un nuevo salto tecnológico industrial en España». Y ha añadido que «lo vamos a hacer mirando al este, como no puede ser de otra manera, porque su seguridad también es la nuestra. Pero también lo vamos a hacer mirando al sur».
Unas amenazas diferentes
Sánchez ha señalado que las amenazas a las que se enfrenta el Estado español son diferentes a las del este de Europa y ha destacado la importancia de las amenazas híbridas y los ciberataques.
«No podemos vivir bajo la amenaza de que cualquier día un submarino tripulado interrumpa el tráfico marítimo del Estrecho o corte los cables de fibra que nos conectan con el resto del mundo; o que un grupo de hackers extranjeros hagan colapsar nuestros aeropuertos en plena campaña de verano o que logren aupar al poder a un títere de Putin, como ya han hecho en varios países de nuestro entorno», ha señalado.
En este contexto, ha insistido en «la necesidad de impulsar el desarrollo industrial, continuar actualizando el equipamiento de las fuerzas armadas, modernizar los sistemas de protección del espacio aéreo y las fronteras, y desarrollar nuevas capacidades para bloquear los ataques cibernéticos y las constantes campañas de desinformación».
Ha asegurado que el Gobierno español quiere apostar por la innovación, por el desarrollo de tecnologías de doble uso, por la creación de nuevas empresas, por impulsar a pymes y startups locales, por la formación, por la protección de las fronteras y por la creación de infraestructuras resilientes.
«Los españoles no somos una amenaza para nadie, pero tampoco queremos sentirnos amenazados. No vamos a atacar a ningún territorio, pero vamos a defender nuestro modelo de vida con el mejor talento y las mejores tecnologías que existan y además, vamos a asegurarnos de que ese esfuerzo industrial de sus frutos y desarrollen y beneficien a España y a Europa», ha indicado.
Aboga por crear el Ejército europeo
Sánchez también ha defendido la necesidad de que la UE se dote de una verdadera política de seguridad y defensa, incluida la creación de un Ejército europeo.
«Los europeos debemos pasar de poner en común nuestras políticas de seguridad y de defensa a desarrollar una política de seguridad y de defensa común con instrumentos de financiación únicos», como son las transferencias y las compras conjuntas, desarrollando «consorcios industriales panaeuropeos» y «aumentando la interoperabilidad de nuestros equipos», ha defendido.
Asimismo, ha añadido, «lo que debemos hacer es crear el Ejército europeo». «Unas fuerzas armadas comunitarias, integradas por 27 países y guiadas por la misma bandera y por los mismos intereses», ha sostenido. Para Sánchez, «solo así nos convertiremos en una verdadera unión y garantizaremos una paz duradera en nuestra región».
El presidente del Gobierno español ha recordado que ya los padres fundadores de la UE plantearon la idea de una «comunidad europea de la defensa» que, sin embargo, quedó aparcada con el tiempo primero por la Guerra Fría y luego, cuando esta terminó, porque muchos europeos creyeron que en la «nueva era» que se abría «no haría falta tanques para apaciguar a Moscú, solo McDonald's».
Ha asegurado que la carencia de una política de defensa común no era una prioridad hasta hace poco, «pero las circunstancias han cambiado». «Debemos superar el bloqueo de la melancolía y adaptarnos a esta nueva situación, por muy descorazonadora que sea», porque, ha subrayado Sánchez, los europeos no pueden seguir asumiendo que «nos van a proteger nuestros cielos, nuestras infraestructuras o nuestras fronteras».
«Tendremos que hacerlo nosotros y debemos hacerlo de forma inteligente, eficaz y coordinada», ha esgrimido, incidiendo en que «el momento es ahora» y de ahí el debate en el que se encuentra inmersa en estos momentos la UE y que aún no ha concluido.
Rearme sí, rearme no
El resto de formaciones han respondido a Sánchez. Sumar, socio del PSOE en el Gobierno español, ha rechazado aumentar el gasto militar ya que, en su opinión, «España no debe aceptar que más gasto equivale a más seguridad», y ha calificado a la OTAN como un «zombi».
El PP, por su parte, ha abogado por un «pacto de Estado de defensa», pero ha negado que ese sea el propuesto por el presidente español. «El Partido Popular no es el escollo para un pacto de Estado de defensa en España. El escollo es su Gobierno. El escollo es usted, que no tiene una propuesta seria y no tiene presupuesto, no tiene mayoría», ha afirmado Alberto Núñez Feijóo.
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha advertido a Sánchez de que «el rearme no es una opción», por lo que ha dejado claro que no apoyarán un aumento del gasto militar. «Es urgente alejarse y rechazar la carrera armamentística y apostar por abrir el debate público, sereno, profundo y responsable sobre el proyecto europeo, no solo entre las élites europeas y mundiales», ha señalado.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, en su último día en la Cámara, ha pedido a Sánchez más concreción sobre las medidas que se adopten para aumentar el gasto en defensa, así como una mayor voluntad para llegar a acuerdos y «sacar adelante las cosas». «Ya no podemos seguir en esa inconcreción», ha exigido.
Gabriel Rufían, portavoz de ERC, sin embargo, ha reclamado que no se gaste «más sino mejor» en defensa y que la adquisición de material militar no se haga a la industria estadounidense, sino a la europea.
Junts sí que ha coincidido con Pedro Sánchez en la necesidad de «rearmarse» en materia de defensa y seguridad para hacer frente a los cambios geopolíticos, pero ha exigido también un «rearme» en materia de democracia para poder defender «los derechos de todos y todos somos también los ciudadanos de Catalunya».

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