La Policía francesa ha detenido a un hombre por el presunto homicidio de tres agricultores en Nafarroa y Lleida entre noviembre de 2023 y enero de 2024.

Fuentes próximas a la investigación han indicado a la agencia Efe que el hombre, que está condenado por yihadismo, fue arrestado el pasado martes en la localidad de Béziers. Agentes de la Policía española, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra le buscaban por estos tres crímenes.

El detenido, sobre el que pesaba una orden de detención europea emitida por el Estado español, estaba siendo buscado acusado de matar a dos agricultores en noviembre y diciembre de 2023 en Tutera y Ribaforada y a otro trabajador en enero de 2024 en Vilanova de la Barca (Lleida).

El hecho que reforzó la hipótesis de que los tres crímenes estarían relacionados y, por tanto, que el autor sería la misma persona, fue el hallazgo del coche robado al agricultor de Ribaforada a escasos kilómetros del campo de Vilanova de la Barca, en el que se cometió el tercero de los crímenes.

Tras este último, el presunto autor de los hechos robó el coche de su víctima y huyó del lugar, tras lo cual se le perdió la pista hasta el pasado mes de enero, cuando fue localizado por la Policía francesa en la localidad de Béziers gracias a la foto que constaba en su orden de detención.

Las tres muertes violentas tuvieron lugar mientras los agricultores –todos ellos de edad avanzada–se encontraban en esos momentos solos trabajando en el campo, alejados de núcleos urbanos.

En el caso del crimen de Ribaforada, en un primer momento se pensó que el agricultor, de 80 años, había sufrido un accidente con una mula mecánica. Sin embargo, al apreciarse posteriormente que el coche con que había acudido al campo no estaba allí, se inició la investigación.

Fuentes cercanas al caso citadas por Efe han señalado que el detenido por estos tres crímenes, cuya causa se ha declarado secreta, tiene antecedentes en el Estado español por su presunta vinculación con el yihadismo. La Guardia Civil lo detuvo primero en 2016 en Irun y luego una segunda vez en 2019 en Iruñea. La primera vez que fue juzgado acabó condenado a tres años de cárcel por «adoctrinamiento terrorista» y la segunda resultó absuelto.