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Las manifestaciones feministas del 8-M serán declaradas Lugar de Memoria Democrática

El Gobierno español declarará las manifestaciones feministas del 8 de marzo como Lugar de Memoria Democrática, por su contribución «a las libertades, por su poder transformador hacia sociedades más justas e igualitarias y por su carácter democrático y pacífico».

Las manifestaciones feministas del 8-M serán declaradas Lugar de Memoria Democrática.
Las manifestaciones feministas del 8-M serán declaradas Lugar de Memoria Democrática. (Iñigo URIZ | FOKU)

Como Lugar de Memoria Democrática serán declaradas las manifestaciones feministas del 8-M. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este viernes una resolución de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática con el acuerdo de incoacción del procedimiento para la citada declaración.

Para iniciar este procedimiento, el Gobierno español se basa en el artículo 11.1 de la Ley de Memoria Democrática, que establece que «las administraciones públicas adoptarán las medidas y actuaciones necesarias para el reconocimiento del papel activo de las mujeres en la vida intelectual y política, en la promoción, avance y defensa de los valores democráticos y los derechos fundamentales».

El Ejecutivo destaca que el día 8 de marzo fue instaurado en 1975 por las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Mujer, en recuerdo a las primeras manifestaciones feministas que empezaron a convocarse en Nueva York, desde donde se fue extendiendo a lo largo de numerosos países en los años siguientes.

Diferentes etapas

Añade que las reivindicaciones feministas en el Estado español tomaron fuerza en los primeros años del siglo XX y avanzaron de manera destacada durante los años de la Segunda República (1931-1936), cuando el movimiento feminista alcanzó logros como el derecho al voto, la instauración del matrimonio civil, el divorcio o el acceso universal a la educación.

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, esgrime, en un comunicado, que «estas conquistas y derechos fueron suprimidos con la llegada de la dictadura, cuando el papel de la mujer volvió a quedar relegado al ámbito privado y doméstico».

Y recuerda que, con la recuperación de la democracia y la primera manifestación feminista autorizada en el Estado el 8 de marzo de 1978, «el movimiento feminista volvió a coger impulso y reclamó los derechos perdidos, y la ampliación de otros que ya se habían consolidado en la Europa democrática».

Por ello, valora el inicio del expediente de incoación de las manifestaciones feministas, al considerar se han convertido en «mareas democráticas» y de homenaje a las mujeres que han liderado la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, y en un «ejemplo» para las futuras generaciones.