
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha señalado este viernes, durante su polémica visita a la base militar estadounidense de Pituffik (noroeste de Groenlandia), que Dinamarca «no ha hecho un buen trabajo» en ese territorio autónomo ártico y ha descuidado su seguridad y a su población durante años.
«Nuestro mensaje es muy simple. Sí, la gente de Groenlandia va a tener autodeteterminación. Pero esperamos que elijan a Estados Unidos como socio, porque somos la única nación en el planeta que respetará su soberanía y respetará su seguridad, porque su seguridad es también en gran medida la nuestra», ha afirmado, rebajando un tanto el tono y el contenido usado por la Administración Trump apuntando a un claro intento de anexión de la isla.
La visita ha estado precedida de una declaración del liberal Jens-Frederik Nielsen, que ha presentado una nueva coalición de Gobierno en Groenlandia y será elegido presidente la próxima semana, reiterando que la visita de Vance es una «falta de respeto», aunque apostando por el diálogo con Washington.
El formato inicial del viaje de la pareja Vance –junto al vicepresidente ha llegado su esposa, Usha– también ha sido rebajado, de modo que finalmente no se desplazará a Nuuk (capital) ni asistirá a una popular carrera de trineos tirados por perros en Sisimiut (sur).
«Vance aterriza en unas instalaciones que son de Estados Unidos. Pero toda esta situación de venir de visita cuando no hay un Gobierno, mantenemos que no es una muestra de respeto a un aliado. Es una lástima. Ahora tenemos un Gobierno que se va a poner el mono de trabajo», ha dicho Nielsen en Nuuk a la televisión pública danesa DR.
Nielsen –cuyo partido, el liberal Demokraatit, ganó las elecciones del pasado 11 de marzo con casi el 30 % de los votos– había presentado minutos antes un nuevo Gobierno que agrupa a cuatro de las cinco fuerzas políticas parlamentarias y reúne 23 de los 31 escaños del Inatsisartut (Parlamento).
«Lo primero que haremos es dialogar con nuestros aliados más estrechos. Tenemos que estar todavía más juntos. Son, por supuesto, Dinamarca, pero también Estados Unidos. Tenemos que dialogar con todos ellos, sin diálogo no vamos a solucionar nada», afirmó.
La situación en política exterior creada por el interés de Estados Unidos en hacerse con la isla requiere «acción» y debe ser «lo primero» que ocupe al Gobierno, ha enfatizado Nielsen.
«Ha creado inseguridad»
«Vemos cómo ha reaccionado la población y vemos la inseguridad que se ha creado. Por eso es hora de que haya un Gobierno que asuma el mando y haga lo que hay que hacer en relación con la situación en política exterior», ha declarado.
La noticia a principios de esta semana de que Usha Vance viajaría a Nuuk y a Sisimiut había generado una fuerte polémica con las autoridades groenlandesas y danesas.
Así, Frederiksen denunció la presión «inaceptable» de Estados Unidos y el presidente autonómico en funciones, Múte B. Egede, pidió apoyo a la comunidad internacional frente al comportamiento «agresivo» de Trump, que no ha descartado represalias contra Dinamarca si no accede a «entregarle» la isla.
El cambio de programa anunciado hace dos días, reduciendo la visita a la base de Pituffik, ha sido bien recibido por Nuuk y por Copenhague.

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