La Fiscalía de Gipuzkoa pide que penas que suman 27 años y medio de prisión para un hombre acusado de maltratar a su novia, con la que tiene una hija en común, y a la que, según el Ministerio Público, golpeó mientras estaba embarazada y violó durante las visitas íntimas que ella le hizo en prisión.

Según recoge el escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Efe, los hechos se habrían producido entre enero y junio de 2019 en un piso de Andoain y en otro de Pasaia en los que la pareja convivió, si bien algunos de los episodios habían tenido lugar en prisión, desde donde, pese a estar encarcelado, «continuó ejerciendo un control sobre la vida de la víctima».

Como señala la Fiscalía en su documento, la situación de maltrato se habría producido desde el inicio de la relación sentimental, ya que el procesado «ejerció una posición de dominio, poder y control sobre la vida, relaciones y movimientos» de la mujer con la intención de «tenerla sometida a su voluntad».

De esta manera, «le daba órdenes sobre cómo debía comportarse, le prohibía salir del domicilio sin él y tener contacto con terceras personas», así como salir a los espacios comunes de una de las viviendas en la que residieron.

Asimismo, «le prohibió tener teléfono móvil, estudiar, mirar a otros hombres y le ordenaba caminar por la calle con la cabeza y la vista hacia abajo para que no pudiera ver a otros hombres».

El Ministerio Público asegura que el varón «lograba esta posición de dominio mediante el empleo constante, sistemático y habitual de la violencia física, psíquica y ambiental».

El documento de la Fiscalía recoge además varios episodios en los que el hombre agredió a la víctima mientras estaba embarazada.

Cuando el inculpado ingresó en prisión por otra causa distinta a esta, él siguió controlando a la víctima a través de las llamadas telefónicas que le realizaba y de los contactos personales que mantenían en el centro penitenciario donde la acusaba de «mirar a los funcionarios de prisiones», además de agredirla físicamente, insultarla y amenazarla con matarla.

Una situación que se repetía en sus encuentros íntimos en la cárcel, cuando la víctima no hacía lo que él quería y en los que presuntamente la agredió sexualmente, a pesar de que ella le pedía que parara. Finalmente, la víctima puso fin a la relación en mayo de 2022.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de violación, un delito de maltrato habitual, ocho de maltrato no habitual, un delito leve continuado de vejaciones injustas, un delito continuado de coacciones leves y un delito de amenazas leves, varios de ellos en el ámbito de la violencia de género.

Por estos motivos, además de las citadas penas de cárcel, el Ministerio Público también solicita distintas penas de alejamiento y prohibición de comunicación con la perjudicada y que la indemnice con 20.000 euros por los daños sufridos, entre otras condenas accesorias.