Un día de calendario primaveral. Temperatura de 19 grados ambiente y 14 que queman en el mar. El siempre magnético arenal de Laga amanece con una sorpresa. Los sentidos trabajan a una como un niño en una búsqueda del tesoro. Ante los ojos, impostores reales ruedan una película de dos horas bajo un título: ‘Piratas del Caribe, el poder de la linterna secreta’. Parece un sueño. No lo es. «Aquí todo es fake», despierta a quien escribe un currela ataviado con una camiseta en la que se lee STAFF. Suena a serio y de forma paradójica tampoco lo es. Un hombre con un parecido más que notable con el Jack Sparrow de Johnny Depp es un actor y cineasta húngaro. «Sí, venimos desde Hungría con todo el material», ratifican en el parking de furgonetas. Un remolque con grafía latina con algunas excepciones, como dobles acentos en una misma palabra, lo remacha.
Una mujer local remueve su café fuera del bar Toki Alai y pregunta al aire: «Pero, ¿qué es esto?». A falta de réplica, se trata de una fan-movie o fan-film, es decir, una película producida por seguidores incondicionales de la saga que cuenta con cinco películas estrenadas y una sexta en producción. Los directores de los largometrajes originales han sido: Gore Verbinski, Rob Marshall, Joachim Rønning y Espen Sandberg.
En este caso, el director y el Depp húngaro son el mismo: Ádám Slemmer. Se mueve igual. Sabe los gestos al dedillo y dice frases ya legendarias como «puedes matarme, pero nunca puedes insultarme», del corsario Sparrow. Podría ganar a Johnny en un concurso de dobles como Charles Chaplin quedó segundo en aquella histórica ocasión con su personaje de Charlot. Ocurrió en los años 20 de la jubilada centuria cuando se presentó con nombre falso en California ante cuarenta competidores. Al jurado no le convenció del todo su actuación, y logró la plata del certamen.
Ádám Slemmer conoció a su alma máter, al Depp de carne y hueso, en Budapest el año pasado mientras rodaba ‘Modí o Modigliani, tres días en Montparnasse’. Una carambola con la modista real de ‘Piratas del Caribe’ lo propició. Meses después, el estadounidense pisaría el festival de cine de Donostia y visitó un hospital público en la capital guipuzcoana. Este fin de semana, sin embargo, su doble ha corrido, luchado con espadas, con bolas de fuego en la playa de Laga.

«El sábado estuvimos rodando en la isla de Izaro», aseguró otro empleado húngaro señalando con la mano el peñón. Ahí otra serendipia. En los años 90, aún existía una mansión aneja al camping de Laida –como Laga, municipio de Ibarrangelua– propiedad de los dueños del estudio Ízaro Films, productora y distribuidora de películas que se hizo famosa por presentar la imagen de la isla en sus cortinillas. La productora desapareció en 1997. Sus cintas de humor chusquero asombrarían al propio Slemmer, títulos como ‘Los bingueros’, con los inolvidables Esteso y Pajares, u Ozores; o ‘La Lola nos lleva al puerto’. Corrían los años 70 y se hacía de oro su magnate Julián Reyzábal con lo que se denominó ‘españoladas’. A aquella ‘casa encantada’, entrábamos niños alojados en el camping a jugar con lo que quedaba…
Este domingo, a escasos kilómetros del lugar, corría por Laga una veintena de actores, actrices, camarógrafos, iluminadores, maquilladores… para una producción que ya cuenta con un tráiler espectacular a pesar de que desde producción han pedido a algunos actores que viajen hasta Euskal Herria por su cuenta. Un matrimonio, tras el anuncio en redes de Slemmer que venían ‘a Bilbao’ había conducido 2.250 kilómetros desde Budapest para traer a un familiar cruzando Eslovenia, Italia y el Estado francés. «¡La producción de esta película cómica es muy cara!», enfatizaba a NAIZ una joven del proyecto. De hecho, «hay ayudas que han llegado por transferencias de fans de Piratas del Caribe», agrega.
En esta ocasión el objetivo, los émulos de Jack Sparrow, Angelica, Jack y el comandante naval británico Robert Maynard se lanzan –según su sinopsis– a una loca carrera para encontrar el poder mágico de la Linterna Secreta. «Pero se enfrentan a algo que nunca esperaron. ¿Estarán dispuestos a sacrificarlo todo para conseguir el tesoro?», cuestionan.
La respuesta, fácil: «Somos grandes fans de ‘Piratas del Caribe’, y por eso nos hemos embarcado –nunca mejor dicho– en este proyecto. Ahora somos casi cien personas trabajando sin descanso para hacer una ‘secuela’ de calidad». Estarán por estos lares hasta el día 12, tras haber desembarcado el pasado viernes. «Es mejor –parafrasean al Sparrow real– no saber qué momento puede ser el último».
«Por cierto», se escucha al atardecer comentar entre tres niñas en la surfera Laga: «¿Sabías que Sparrow significa gorrión?». «No». «Pues ya lo sabes».
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