
Ante la necesidad de asegurar el futuro del vino en Nafarroa, el Gobierno apuesta por un control de la producción que favorezca la calidad.
Así lo ha asegurado el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José María Aierdi, en respuesta a una interpelación en el pleno del Parlamento, donde ha reconocido la «encrucijada» en la que se encuentra el sector vitivinícola, aunque «el problema del vino no ha nacido con los aranceles de Trump, que lo agravan».
Al cambio climático y al impacto directo de las crisis geopolíticas globales se suman otros factores de necesaria respuesta, como el difícil relevo generacional, la incorporación de tecnología en los procesos productivos o la reivindicación de una reforma de la PAC que desde 2028 responda a las necesidades de la Unión Europea.
Y todo ello está acompañado de una «crisis específica en los cambios de los hábitos de consumo», con lo que el conjunto de todos estos desafíos apunta claramente a una «crisis de sobreproducción» de vino en Nafarroa, donde este producto forma parte de su cultura, de su economía y del mantenimiento de un mundo rural vivo.
En el herrialde, el sector suma 16.000 hectáreas (frente a las 26.000 que había en 2006), 153 bodegas (el 53% en la DO Navarra), con una producción «que no es importante por volumen, sino por ser un producto diferenciado de altísima calidad que debemos cuidar y potenciar».
Así, las sucesivas crisis han llevado a que en Nafarroa en 2018 se produjeron 29 millones de litros, pero en 2023 fueron 21 millones, con un repunte en 2024, con 25,5 millones.
Calidad contra la sobreproducción
En este contexto, Aierdi ha diversificado las respuestas, y en el caso de la sobreproducción ha defendido, y también apoyado a futuro, las ayudas para eliminar producto, como ha hecho en 2024, con 7 millones de euros destinados a la eliminación de cosecha de uva y de producto ya destilado, que evitó la salida al mercado de 130.000 hectolitros de vino.
No obstante, ha llamado a la reflexión y a la aplicación de medidas estructurales, además de las coyunturales, con la búsqueda de nuevos mercados, y el etiquetado electrónico que facilite la internacionalización de pequeñas bodegas, entre otras iniciativas que «no solo ajusten la producción sino que actúen sobre la demanda, con promoción y comercialización y la certificación de calidad».
El reciente anuncio de la constitución de la Mesa del Vino para consensuar medidas con el sector, la adaptación al cambio climático y a las tendencias de los mercados, deben impulsar estos avances consensuados, entre los que ha apuntado su rechazo al apoyo de arranques de viñedo, al ser partidario de incentivar al sector sin desmantelarlo.
En este terreno también ha valorado el trabajo de Evena en la investigación acorde a los nuevos hábitos de consumo, con novedades de caldos bajos o nulos en alcohol.
En el caso de los aranceles de Estados Unidos, debe venir de forma «unitaria desde el conjunto de la Unión Europea y ser contundente» y no asumida «de forma catastrofista», si bien ha dejado claro su apoyo a la reacción de la UE.
Las discrepancias de los grupos
En el turno de los grupos, el interpelante, Javier Ollo, de Geroa Bai, ha pedido «responsabilidad, contundencia y buena dosis de prudencia» en la respuesta a los aranceles de Trump por parte de la hasta hora «algo adormecida» Unión Europea, ha valorado el «diálogo con el sector» con el que Nafarroa afronta la situación y ha apuntado a la «oportunidad» derivada del acuerdo con Mercosur.
Por UPN, Miguel Bujanda ha lamentado el «autobombo» de la iniciativa de Geroa Bai a un consejero de su partido, ha criticado el, a su juicio, escaso apoyo económico del herrialde al sector frente al que sí dan en otros territorios y ha cuestionado, aunque la apoyan, la operatividad de la anunciada Mesa del Vino.
Por el contrario, Carlos Mena, del PSN, ha defendido la actuación «con responsabilidad, diálogo y medidas concretas» del Gobierno en esta crisis, en la que «no tenemos dudas de que el Ejecutivo de España va a estar a la altura».
El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, también ha puesto el foco en la sobreproducción de vino, ha respaldado la búsqueda de una «estrategia compartida» ente administraciones y profesionales, y ha considerado que la crisis de los aranceles es «una oportunidad para que el sector del vino se reconstruya y readapte».
En la misma línea de pedir que se escuche al sector ha intervenido Irene Royo, del PP, que ha apuntado especialmente a las medidas fiscales favorables, porque «los agricultores navarros están en peores condiciones», y ha instado a que el PSN «reme en el mismo sentido que el sector y de las estrategias de interés general, no del PSOE».
No así Carlos Guzmán, de Contigo-Zurekin, quien ha respaldado la actuación del Gobierno navarro en una crisis que afecta al sector «enormemente arraigado en nuestra Comunidad», en su cultura, historia y economía.
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