Osasuna se ha sacudido las dudas de un plumazo: seis puntos en dos semanas dejan la permanencia sellada, ahora sí, y obligan a ponerse otro objetivo. El partido del jueves ante el Sevilla dirá si es Europa. Si lo gana, las cosas empezarán a parecerse a hace dos años, cuando el equipo volvió tocado de la final de Copa pero se repuso rápido para alcanzar la séptima plaza de Conference. Ahora bastaría la octava.

El nuevo escenario llega tras una victoria casi por inercia. Los rojillos se han aprovechado de salida de la debilidad pucelana. Su afición ha silbado ya el juego local en el minuto 3, para cuando Moncayola había estado cerca del gol en un centro envenenado. El de Garinoain se ha ido al banquillo por molestias musculares justo en esa jugada, pero Osasuna no ha perdido la concentración y se ha adelantado en una buena jugada antes del minuto 10, con Bretones y Rubén preparando por la izquierda un caramelo para Budimir.

A partir de ahí, como es norma en Vicente Moreno, el equipo se ha replegado, muy confiado en la defensa del área de sus tres centrales. El cambio táctico ha sido clave en esta resurrección de abril: desde que se implantó la línea, Osasuna no ha perdido ninguno de los cuatro partidos, tres de ellos fuera.

El tiempo transcurría plácidamente ante un Valladolid sin alma ni piernas. Tan plano que ni el «sheriff» Gil Manzano tiraba de tarjeta esta vez. La siguiente vez que ha llegado Osasuna también ha acabado en gol, en otra buena combinación Aimar-Areso-Rubén, ahora por la derecha. De ahí al descanso, los violetas han perdido también lo único que tenían: la posesión.

Un aparente exceso de confianza de Boyomo ha complicado las cosas al inicio del segundo tiempo. Raúl Moro le ha ganado en velocidad y ha cruzado ante Sergio Herrera. En su retorno a Zorrilla, el camerunés ha hecho su peor partido hasta la fecha con la camiseta roja.

Abel Bretones, por contra, el mejor: el asturiano ha estado imparable. Ha tenido el 1-3 minutos después, luego lo ha rozado Pablo Ibáñez y finalmente lo ha logrado Budimir tras un penaltito a Catena. Su 18 en la liga, un tesoro para Osasuna.

El 2-3 ha llegado otro penalti de esos que ahora son más obra del delantero (Sylla) que el defensa (Herrando). Pero no ha cambiado el devenir del partido. Los canteranos locales introducidos por Alvaro Rubio no daban para más. Moi Gómez ha dado más balón a los rojos y Rubén Peña un plus de veteranía hasta que el cronómetro ha llegado a cero.

FICHA TÉCNICA:

VALLADOLID: Ferreira; Candela, Aidoo, Javi Sánchez, Henrique (Mario Martín, m.62); Juric; Machis (Sylla, m.46), Chuki (Aznou, m.62), Grillitsch (Iván Sánchez, m.46), Moro; y Latasa (Marcos André, m.87).

OSASUNA: Sergio Herrera; Areso (Rubén Peña, m.86), Boyomo, Catena, Herrando, Bretones; Torró, Moncayola (Pablo Ibáñez, m.5) (Iker Muñoz, m.86), Aimar; Rubén García (Moi Gómez, m.73) y Budimir.

ÁRBITRO: Gil Manzano. Tarjetas a Javi Sánchez (m.78) y Aimar Oroz (m.90).

GOLES: 0-1 M.8: Arrancada de Bretones, excelente pase con rosca de Rubén García y cabezazo cruzado de Budimir. 0-2 M.34: Galopada de Areso que remacha Rubén García. 1-2 M.47: Raúl Moro. 1-3 M. 59: Budimir de penalti. 2-3 M.65: Sylla de penalti.