¿Quién es Abdullah Öcalan hoy?

Pesar a llevar preso 25 años en la isla-prisión de Imrali, condenado a cadena perpetua, el líder del PKK, Abdullah Öcalan, sigue desempeñando un papel crucial en la política de Oriente Medio y del mundo. A través de su ‘Paradigma de la Libertad’, que aborda cuestiones sociales, nacionales, de género, religiosas y ambientales, es el líder kurdo más influyente. Öcalan ha sido una fuente de esperanza para los pueblos que ansían la libertad, así como para movimientos sociales en el mundo que buscan soluciones a los problemas causados por la modernidad capitalista. Su ‘Llamamiento por la Paz y una Sociedad Democrática’ del 27 de febrero ha recibido un gran respaldo de países e instituciones internacionales, situándolo en el centro del debate público.

¿Qué propone?

Cuando el PKK se fundó en los 70, el Estado turco no reconocía la existencia del pueblo kurdo y aplicaba políticas de negación y exterminio. La única opción para la lucha por la libertad del pueblo kurdo era la organización clandestina y la lucha armada. A lo largo de casi medio siglo, el PKK ha logrado frustrar las políticas de seguridad del Estado turco, al que su insistencia en estas políticas ha sumido en crisis tanto internas como externas. Öcalan ha reiterado que la causa principal de la crisis que atraviesa Turquía es la política de guerra aplicada al problema kurdo. Y que, si se crean condiciones políticas y legales para la lucha democrática, hará un llamamiento a la disolución del PKK mediante un congreso en el que se adopte la decisión de desarme.

Sin embargo, para que el PKK pueda tomar estas decisiones históricas, es imprescindible que Öcalan lidere el proceso. Solo él puede convencer a sus compañeros para adoptar tales medidas. Y para ello, debe ser libre. El único factor que puede generar confianza en un cambio real en la política de Turquía hacia los kurdos es la libertad de Öcalan. Por lo tanto, el Gobierno del AKP debe tomar medidas para establecer las condiciones políticas y legales necesarias, empezando por la liberación de Öcalan.

¿Por qué ahora?

Debido a dinámicas internas y externas, el Estado turco enfrenta una de sus mayores crisis. En la última década, ha desarrollado una nueva doctrina militar basada en la tecnología para la guerra contra el movimiento político kurdo, invirtiendo grandes recursos. Sin embargo, no ha logrado ni avances militares ni políticos y, además, ha sumido al país a una grave crisis económica. A ello se suma el impacto de la actual guerra en la región: el conflicto entre Israel y Hamas, las tensiones con Hizbulah, el colapso del régimen baasista en Siria y la inestabilidad en Irak e Irán, que también están bajo presión. Estos acontecimientos, que forman parte de la reestructuración de Oriente Medio en el contexto de la ‘Tercera Guerra Mundial’, agravan aún más la crisis en Turquía.

El plan de la modernidad capitalista de rediseñar Oriente Medio en función de la seguridad de Israel y el potencial del pueblo kurdo para aprovechar las oportunidades (el caso de Rojava) han generado un gran temor en el Gobierno del AKP. Turquía es el país que más teme la demanda de libertad del pueblo kurdo, un problema sin resolver en la región durante más de un siglo.

La combinación de estos factores internos y externos ha creado una crisis y un panorama de riesgos sin precedentes en Turquía. Esto abre una oportunidad para que Öcalan impulse una solución basada en el concepto de ‘sociedad democrática’ que él define como la tercera vía. Con su llamamiento, Öcalan busca deslegitimar las políticas que han criminalizado el problema kurdo al incluir al PKK en listas de ‘terrorismo’, bloqueando así soluciones políticas. Su objetivo es allanar el camino para una lucha política democrática.

¿En qué se diferencia esta iniciativa de otros intentos?

En procesos anteriores, el Estado turco creía que podía suprimir el movimiento de liberación kurdo basándose en sus relaciones internacionales. Por lo tanto, el Estado no abordó estos procesos con un enfoque de solución. Creía que podía reprimir el movimiento de liberación kurdo, al que denominaba ‘terrorista’, mediante políticas de seguridad.

En 1993, no había una alianza en el Estado para una solución democrática. En 2002-2004, como Öcalan estaba encarcelado en Imrali, el Estado turco pensó que podría desmantelar el movimiento. En 2013, el Estado estaba muy fragmentado y [Recep Tayyip] Erdogan, en una situación difícil. Por ello, inició el proceso de Imrali, pero su objetivo no era la solución. Se preparó intensamente para una guerra más efectiva y lograr resultados. Rediseñaron el Estado bajo el sistema de ‘Gobierno presidencial’ para bloquear la revolución de Rojava y suprimir la lucha guerrillera en el norte. La guerra fallida entre 2014 y 2024 tuvo consecuencias devastadoras. Las condiciones actuales hacen que el proceso sea completamente diferente de los anteriores.

Los objetivos no han cambiado. El concepto de ‘sociedad democrática’ del último llamamiento de Öcalan es esencialmente el enfoque de solución que desarrolló con su “Paradigma de Libertad”. Esta evolución genera optimismo. Que quede claro que la fuente del optimismo no es el Estado, sino la convicción de que se crearán condiciones de lucha democrática que permitirán avances significativos hacia la solución.

¿Cómo afectan los cambios en Siria y la situación en Rojava? ¿Deberían las milicias YPG y las FSD tener un papel?

El llamamiento ha impactado positivamente en toda la política kurda, especialmente en Rojava (norte de Siria). Ha desactivado la política del Estado turco, que ve Rojava como una amenaza. En este sentido, ha aliviado al Gobierno de Damasco y ha sentado las bases para las negociaciones entre la Administración Autónoma y el Gobierno sirio.

La cuestión de las YPG y las FSD está relacionada con el proceso de reestructuración de Siria y será abordada en el diálogo entre la Administración Autónoma y Damasco, porque estas estructuras no están ni organizativa ni militarmente subordinadas al PKK. Aunque los desarrollos positivos en Turquía tendrán un impacto favorable en Siria.

El cuándo. Esta declaración se trabajó durante meses. Se suponía que se anunciaría en el 26º aniversario de su secuestro en Kenia y su entrega a los servicios de Inteligencia turcos, el 15 de febrero. ¿El retraso se debió a cuestiones internas dentro del movimiento kurdo o a las dificultades impuestas por su encarcelamiento en Imrali?

En sus reuniones con la delegación del DEM (Partido Democrático de los Pueblos) en Imrali el 28 de diciembre de 2024 y el 22 de enero de 2025, Öcalan dijo que haría un llamamiento en el aniversario para dar una respuesta histórica a aquella conspiración internacional. Sin embargo, por razones desconocidas, esto se retrasó. No tenemos información precisa sobre este asunto.

¿Cómo surgió esta iniciativa? ¿A través de conexiones políticas, familiares...?

Comenzó el 1 de octubre de 2024, cuando el líder del MHP, Devlet Bahçeli, se acercó a los escaños del DEM en el Parlamento y estrechó la mano de sus copresidentes durante la sesión del pleno. Luego, el 22 de octubre, en su discurso en la reunión del grupo parlamentario de su partido, Bahçeli defendió que ‘Abdullah Öcalan disuelva el PKK y venga a hablar en el grupo parlamentario del DEM’. Al día siguiente se concedió permiso al diputado de Urfa, Ömer Öcalan, para visitar Imrali, cuando ni su familia ni sus abogados habían podido verlo en años. Delegaciones del DEM también fueron a la isla.

El líder del CHP (kemalista), Özgür Özel, reveló que había habido reuniones entre el Estado y Öcalan durante un año. Las visitas del DEM a ImralI se han llevado a cabo en el marco de los resultados de esas citas.

¿Por qué Ankara permitió esta iniciativa?

En el contexto de la ‘Tercera Guerra Mundial’ en Oriente Medionte, la geopolítica kurda se ha vuelto mucho más visible. Ankara ha entendido que insistir en políticas de negación kurda podría generar alternativas peligrosas para ellos en la región. Para evitarlas e intentar controlar el proceso, tuvo que entablar un diálogo con Öcalan. Sin embargo, independientemente de los planes de Ankara, el llamamiento de Öcalan tendrá un impacto significativo a nivel regional.

¿Tiene Erdogan un interés electoral?

Su prioridad siempre son las elecciones. Pero los problemas socioeconómicos de los pueblos de Turquía, incluida la cuestión kurda, la represión y la injusticia ofrecen grandes oportunidades para el triunfo del bloque democrático y de la libertad. El llamamiento de Öcalan es una oportunidad histórica para las fuerzas democráticas. Si Erdogan no da los pasos necesarios en esta dirección por cálculo electoral, será él quien pierda.

¿Cuándo será Öcalan un hombre libre o estará al menos fuera de Imrali?

Ha llegado la hora de la libertad de Öcalan. Todos los acontecimientos lo exigen. Como Movimiento por la Libertad y con la iniciativa internacional “Libertad para Öcalan. Solución para la Cuestión Kurda”, creemos que 2025 será el año de la libertad de Öcalan.

¿Qué le espera en el futuro al pueblo kurdo, dividido entre cuatro países? ¿Qué pasará en Siria, Irán, Irak...?

Durante un siglo, el pueblo kurdo ha sido víctima de los intereses regionales de la modernidad capitalista y de los Estados coloniales. La única solución a los conflictos y sufrimientos de los pueblos causados por las políticas basadas en la religión, el sectarismo y el Estado-nación es el paradigma de la sociedad ecológica y democrática basada en la libertad de la mujer propuesto por Öcalan. En los países donde vive nuestro pueblo implementaremos soluciones basadas en la igualdad y la libertad entre pueblos y creencias, como en Rojava, con el proyecto de sociedad democrática de Öcalan.