La Ley de Memoria Democrática fue aprobada por el Congreso de los Diputados el 14 de julio de 2022 y publicada en el BOE el 20 de octubre del mismo año, contiene avances, pero sigue siendo insuficiente, como así lo ha manifestado la mayoría de los colectivos que luchan por recuperar de manera real la memoria histórica.

Una ley que en cuanto a la investigación y archivos no dice casi nada o es muy ambigua, con generalidades sobre el acceso a los mismos. Pero viendo la reforma que preparan de la Ley de Secretos Oficiales, me temo que no va a ver mejoras sustanciales. Por otro lado, esta ley no permite que se juzguen los crímenes del franquismo en nuestro país. Al final, se queda corta y, por cierto, tampoco aplica en la práctica, pues los delitos de odio que todos observamos en los medios de comunicación por las bandas fascistas y la extrema derecha no son juzgados y permanecen impunes. En el Estado español, todavía en el año 2024, hay miles de desaparecidos de la guerra civil y calles con nombre de franquistas y falangistas responsables directos en la dictadura franquista.

El 28 de septiembre de 2023 se aprobó en el Parlamento Vasco la Ley 9/2023 de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi, que establece que articulará los medios necesarios para recuperar, restaurar y rehabilitar la memoria de las víctimas. Añade también el derecho a la verdad, a la justicia y al reconocimiento. La ley es un pequeño paso adelante y al mismo tiempo es una declaración de buenas intenciones que utiliza la palabra «promoverá» para no llegar casi nunca al fondo del asunto, que es que se reconozca como víctimas del terrorismo de Estado a todas las personas que fueron asesinadas, torturadas y masacradas por el aparato policial franquista.

Mi objetivo concreto es que se juzgue a todos los responsables políticos de la época, que el Gobierno del PSOE no ponga obstáculos al procesamiento de Martín Villa y que facilite la documentación necesaria a la jueza Servini para así poder llevar a cabo la sentencia definitiva.

La jueza Servini ha pedido investigar al asesino de Arturo Ruiz, oculto en Buenos Aires. La Magistrada argentina investigará uno de los crímenes más célebres de la Transición Española, la muerte del estudiante granadino de 19 años Arturo Ruiz a manos del pistolero ultra español José Ignacio Fernández Guaza. El hermano de Ruiz, fallecido recientemente, fue un ejemplo de lucha y sacrificio personal por recuperar la memoria histórica y puso mucho énfasis en recuperar el reconocimiento de su hermano.

El 3 de marzo de 1976, en Vitoria-Gasteiz murieron asesinados cinco trabajadores y cien resultaron heridos en la masacre llevada a cabo por la Policía.

Jamás en mi vida olvidaré esta salvajada llevada a cabo por los responsables políticos del año 1976. La clase obrera de Vitoria-Gasteiz fue un ejemplo de lucha y sacrificio durante 3 meses, en su lucha por conquistar unas mejores condiciones de vida y trabajo. La lucha del «3 de Marzo» fue determinante para acabar con la dictadura franquista y me siento muy orgulloso de haber participado en todo el proceso desde el inicio del mismo.

Fui herido de gravedad y torturado por varios policías. Estuve siete días ingresado en la Clínica de Arana y un mes de baja laboral hasta que tuve que incorporarme al servicio militar en el Campamento de Santa Ana (Cáceres) el día 13 de abril de 1976.