Aránzazu, ETB2 y Gonzalez de Durana
Solidarizados en la alegría por la condena al Reino de España a causa de la violación flagrante de los Derechos Humanos de nuestros presos políticos, que tan intensamente estamos viviendo estos días en Euskal Herria, nos informaban, el mismo día en que Jorge Oteiza cumplía 105 años, del contenido de la emisión de un programa de ETB2, ‘Tu edificio favorito’.
Programa tan ecléctico como relativista, en el que se mezclan churras con merinas (Guggenheim con Aránzazu). Constatamos efectivamente y con preocupación que participó, como uno de los expertos en Aránzazu, un personaje tan fatuo como mentiroso.
A la pregunta del entrevistador donostiarra sobre si el que estaba presentado a los pies la Piedad es Txabi Etxebarrieta, el autodenominado ‘experto en Aránzazu’ declaró, con aire autosuficiente, lo que sigue sobre la identidad de ese cuerpo yacente: «en ningún sitio consta que Oteiza hiciera semejante afirmación». Cuando el periodista insiste en la tesis referida, Durana, visiblemente contrariado, trata de imponer su versión: «que lo dijese o no lo dijese es irrelevante. El caso es que el rumor corrió por toda Euskadi y que los que estábamos en condiciones de creérnoslo, nos lo creímos. Y funcionó, de hecho, con ese convencimiento simbólico que tuvimos todos de que ese era Txabi Etxebarrieta». El vídeo se puede consultar enhttp://www.eitb.com/es/videos/detalle/1686564/video-santuario-arantzazu-presentado-juan-carlos-etxeberria/, (pietaje 8’27’’ a 9’30’’). Pues bien, veamos cuál es el perfil de personaje tan relevante.
Este autodenominado ‘experto en Aránzazu’, junto a los inefables Jon Juaristi y Cosme Barañano, formó la tríada de monaguillos al servicio del Estado español para tratar de neutralizar el impacto político y social de la obra de Oteiza; Nuestro pensador y creador más universal.
Un primer dato. Estos tres agentes paraestatales, comenzaron a implementar la estrategia del Estado contra Oteiza a partir de la publicación, por la madrileña editorial Cátedra, ‘Arte en el País Vasco’ (1987) –que pretende ignorar el rol protagónico del grupo de escultores vascos vanguardistas antifranquistas comandados por Oteiza en los años 50-60 del pasado siglo–. Debilitado el PNV por la escisión de Garaikoetxea, con la entrada del PSOE en el Gobierno, estos tres agentes culturales comenzaron a tener poder de decisión. Dos fueron sus líneas estratégicas:
1ª) Desprestigiar por todos los medios el pensamiento y proyectos sociales de Oteiza: pensemos en el fallido proyecto de la Alhóndiga, con informe negativo vinculante del agente gubernamental Durana; pensemos también en el acto conmemorativo del 50 aniversario del bombardeo de Gernika, con la escultura mole de catalejo de Chillida.
2ª) Promocionar al mascarón de proa del arte como negocio, Chillida, en un intento de desbancar a Oteiza, y al grupo de artistas vascos fieles al frente cultural.
Veamos lo que Oteiza, consciente de esta estrategia, cumplidos ya los 80 años, manifestaba públicamente de estos sujetos; y en concreto del autodenominado ‘experto en Aránzazu’. Vamos a excluir, por ahora, lo que de este dejó escrito en la primera edición de su poemario ‘Existe Dios al Noroeste’, pero no lo referido en la prensa diaria. Vamos a reproducir solo fragmentos significativos de dos artículos. Recordemos que Oteiza va a seguir refiriéndose, ad hominem, a este tipo de agentes, en la línea que vamos a dejar documentada para futuros estudios, hasta el final de sus intervenciones en la prensa periódica:
1º) Bajo el titular ‘Por qué devuelvo 60 millones al Museo de Bilbao’, ‘Navarra Hoy’, domingo 26 de febrero de 1989:
«Este es un grupo el de Durana con Barañano y Jon Juaristi, que me ha llamado la atención siempre por su manía contra mi, funcionan con encargos oficiales como consejeros culturales, falsifican historia, enemigos inexplicables con su obstinación de silencios o de calumnias insultantes contra mí.
Esperaba sin prisas oportunidad que ahora me sirve en bandeja la conferencia de Durana, para deshacerme con Durana y Juaristi, de este grupo vicario oficialista y becario, negativo moralmente, intelectualmente despreciable. Me mostró un gran interés en visitarme, no puse inconveniente, no perdono fácil pero no uso el rencor, no quiero mal a nadie. Ya en Alzuza leo su conferencia, lamentable. Yo había estado a punto de simpatizar contigo, no vengas, Durana».
2º) Con el título, «Denuncio al escultor Chillida por mentir, por plagiarme y por complicidad con el Gobierno Vasco en falsear Gernika», Egin, el 22 de junio de 1990: Se celebrará el trasvase ahora cumplido del tradicional atraso cultural del PNV a todo el país. Celebrará el segundo consejero Joseba Arregui con sus aconsejantes nefastos, sus dos monaguillos Durana y Barañano
A modo de conclusión, y con respecto a la Piedad de Aránzazu, nos limitamos a referenciar al propio Oteiza para dejar constancia documental comprobable y veraz y poner en su lugar a tipos como el referido, cuando opinen públicamente acerca de Aránzazu y en especial de su Piedad.
Básicamente, vean las páginas 516, 517 y 588 del volumen XIII de la Gran Enciclopedia Vasca de 1979, monográfico sobre Jorge Oteiza, secuestrado en su día, y edición a cargo del ilustre biógrafo, Miguel Pelay Orozco. Si no lo sabían y son serios, esperamos que no les quede ninguna duda y puedan rectificar, ETB2.
Hacemos una breve descripción de todo lo contenido en estas páginas sin desperdicio para la memoria colectiva de Euskal Herria. En la 516, bajo la foto de Txabi, escribe Oteiza: «7 de junio, sacrificado en Benta-aundi el primero de nuestra Resistencia última […] variante del Par móvil para una Estela funeraria por fusilamiento. Cuando subo el 1 de noviembre a Aránzazu, ya he decidido que pondré en lo alto del Muro, el Hijo muerto, a los pies de la Madre que estará mirando al cielo, clamando, hablando, no sé…. En la 517, Oteiza reproduce la imagen de esta Piedad en Ondarribi en el lugar que fue abatido a tiros Josu Zabala, el 8 de setiembre de 1976, y dice: en la calle, al pie de un muro ciego, en Ondarribi, donde fue abatido a tiros Josu Zabala la fotografía de la Piedad de Aránzazu cubrió entera toda la pared que quedo convertida en retablo religioso, que nuestros enemigos quemaron. La pared quemada, y ya intocada, más permanece. En la 588 y para finalizar, una nota de Oteiza, destinada a quienes denominaba ciegos en plenilunio: 1968 Preparaba Txabi Etxebarrieta un estudio-guión manifiesto para los artistas e intelectuales vascos y quiso consultarme y discutirlo conmigo, yo estaba en Irún, había decidido subir en Noviembre a Aránzazu para terminar mis esculturas del frente de la basílica. Pero tuve que ir a Madrid, había algún inconveniente con mi libro de Alfaguara […] y allí fue que me golpeó, la noticia de su muerte, 7 de junio, sacrificado, en Benta-aundi. Con la fotografía muy borrosa del periódico y como muy distinto, entre las manos, no podía entender que para siempre lo habíamos perdido. Cuando subo el 1 de noviembre a Aránzazu, ya he decidido que pondré en lo alto del Muro, el Hijo muerto, a los pies de la Madre, que estará mirando, clamando al cielo, hablando, no sé…».
En fin, Durana, qué triste debe ser vivir de aquello que uno odia!