Iulen Lizaso Aldalur
Activista social

Clarear

En algunos pueblos de Gipuzkoa, aunque la generación de residuos domiciliarios es parecida que con el sistema anterior, con el nuevo consiguen reducir a un cuarto la fracción a vertedero. Queda claro en y a todo el mundo… excepto a la oposición política de Gipuzkoa.

Razones económicas de peso, eficiencia y ahorro energético, cuidado medioambiental y generación de empleo local, han motivado que 23 municipios catalanes retiraran el 5º contenedor e implantaran el PaP en 2.014. Valiosos argumentos para todo el mundo… excepto para la oposición política en Gipuzkoa.

Rebasados los límites de lo racional, hoy en Gipuzkoa el único debate procedente ya no es de fondo, sino de actitudes cívicas; no técnico, sino ético sobre formas políticas. Falta de neutralidad de unos medios que dificultan un análisis troncal objetivo, hace que la esencia técnica se diluya en un follaje polifónico y sopa de letras, que favorece la confusión, impide discernir a los ciudadanos… y avanzar al territorio.

Un sistema integral eficiente, recoge separado lo fermentable de lo aprovechable, y “elimina” el resto al menor costo económico y ecológico posible. Así, ¿a cuánto sale por ciudadano y año la factura media de vertedero en ayuntamientos PaP y 5º contenedor? Este dato en Europa y Catalunya es determinante. ¿En cuánto supera el costo ecológico por verter 91 kilos de materia orgánica por persona y año comparado con verter 15 kilos?... Este otro, concluyente.

Acuden una y otra vez a la prensa a denunciar que la implantación del PaP eleva los costes hasta el triple (versión, y no literalidad del informe del TVC) que con contenedores. Lo siguen asegurando, a pesar de desmentidos y que jefes de servicio en ayuntamientos PaP certifican que son inferiores… y así en cinco años.

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