Cuando hace unos pocos años un avezado político de derechas apellidado Zapatero soltó una mentira mas, algunos se lo creyeron. Hablo de unos brotes verdes prometedores que alejaban al Estado de lo que todos nos temíamos que realmente iba a suceder, el aumento de paro y el desmantelamiento posterior de un sistemas social carente de sus mas básicos recursos, pero pese a todo, algo logrado. Todo esto, provocado por al ineptitud de quienes considerándose de izquierdas hicieron una política de derechas.

Cuando pasa un tiempo, vemos que esto no solo no cambia sino que va a peor y lo augura un partido de extrema derecha, ahora en el poder, gracias a los votos de millones de trabajadores que posteriormente, irán quejándose y con el tiempo, darán otra opción mas al partido de los falsos brotes..

Es la realidad de un Estado con corruptelas, instituciones podridas, desfalcos y robos habituales, militarizado, con banqueros poderosos,… Estado donde importa mas la lluvia “asesina” que impide las procesiones en semana santa (de ahí las lágrimas), que los millones de personas en desesperanza, un pelotazo que mata a un joven, una familia real propio de un chiste o una realidad social, que como mínimo, nos debería hacer pensar y movernos. Realmente España es una ruina y una mala inversión para los que creemos en el futuro.

Aún hay quien desea sentirse cómodo, en ese estado y espera la llamada de los de su propia ideología sin txapela pero con peineta. Aún hay quien atribuye la situación actual a otra global, aunque las cifras del paro indiquen que la situación del estado no tiene parangón en ningún otro estado europeo y es equiparable a aquellos países que tildamos de subdesarrollados. Pero ya se sabe, tiempo ha costado que un dictador se convierta casi un libertador, que los explotadores se trasformen en defensores o en creer que todo un sistema podrido sea, según la mayoría, en el único sistema posible e inmejorable.

Decía un compañero de la época de la mano alzada, que bien hicieron aquellos que nos forzaban a semejante tortura en insistir, puesto que hoy en día los que en nuestras manos tenemos la decisión de cambiar todo, ni nos movemos contra el engendro llamado Capital, ni contra sus defensores de derechas sean “nacionales” o “nacionalistas”.

Curioso, que atacamos al débil compañero, a quien cobra un subsidio, al desplazado, al enfermo… y somos totalmente permisivos con quienes dirigen nuestras ilusiones a la desesperanza. Estamos cansados de oír argumentos contra el fraude de unos euros y hacer la ola al banquero multimillonario y a los ladrones con grandes fortunas.

También son pocos son los que denuncian los gastos militares millonarios y muchos quienes callan que miles de personas no tienen ni para comer. Llegado el absurdo, el gobierno de extrema derecha aboca a una muerte legal a muchos enfermos con las decisiones actuales sanitarias y absolutamente nadie, es capaz ni de imaginarse en algún momento, su propia situación en necesidad de una atención sanitaria, que le pueda ser negada. Como si la buena salud y la juventud fueran eternas.

Y para colmo, sale al estrado el cómico de extrema derecha aplaudido por la masa de descerebrados afines, citando que la atención sanitaria pública sea “primero para los de casa”. Al estilo fascista mas puro y duro. Ojala en algún momento tenga yo el poder de decidir quien es de “casa” y quien se merece tal suerte de servicio público, Le deseo la situación que le haga depender de esa decisión mía.

Pero por si alguien aún duda de lo que esta sucediendo, que empiece a cubrir sus propias miserias pensando en el mal propio hipotético, pero si cabe mas posible. Porque la extrema derecha, la derecha en defintitiva, siempre beneficia a quien mas tiene, del resto solo desea sus votos y que sean simplemente borregos. El fascismo, autentico monstruo destructor justifica sus fines con crisis periódicas que el mismo provoca. Al resto nos toca o seguir como estamos o movernos de una vez por todas contra el fascismo.