Iulen Lizaso Aldalur

De lo comunal a lo universal

El gran reto es, conseguir hacer que, 2022 sea el año de la comunicación para la cooperación, entre personas vacunadas y las libres de vacunación

El comité de redacción de AMF (Actualización en Medicina de Familia) ha editado su primer boletín de 2022 titulado: “Hacia el fin de la excepcionalidad”.

Del mismo destaco: «Algunos gobiernos ´expertos´en COVID y medios de comunicación, siguen usando el miedo como estrategia comunicativa. Los peores escenarios y las previsiones mas catastrófistas siempre gozan de mayor espacio comunicativo. Equivocarse al excedernos en alarmar siempre penaliza menos que errar por defecto. En general sobra alarmismo y falta análisis y contexto……», es decir, debate entre versiones científicas diferentes.

Hoy en día, el mayor exceso médico-político-mediático que se viene dando con el tema del covid (y parece que vino para quedarse como el ciclo fijo de las cuatro estaciones del año), es el mito de contagiados derivados de los test PCR y en adelante lo propio con los test de antígenos. Primero trazan la curva estadística que necesitan en los meses venideros, y luego a través de los medios consiguen provocar pánico o relax, que se traduce a subidas y bajadas de olas, retransmitidos en directo a través de datos de subidas y bajadas de positivos-contagiados… con resultados a la carta.

Cuando las farmacéuticas necesitan sacar vacunas, los gobiernos generan una psicosis de miedo, en base a anunciar el advenimiento de una nueva variante de virus que pudiera provocar más olas de contagiados (no de enfermos) y así «justificar» la compra de millones de dosis con nuestro dinero. Vacunados la mayoría, ya se cumplió el objetivo mercantil de las empresas farmacéuticas. A partir de ello, dejan de hacer test, para que al bajar el número de contagiados, hacen ver que se debe a la eficacia de la vacuna. Así se irán cumpliendo los ciclos programados durante toda una vida… año tras año, de engaño en engaño.

Al tiempo de inyectarse y darse nuevos casos, esta vez sí de enfermos reales a consecuencia de haberse vacunado, no hay responsables. Lo taparán con una nueva alarma, con test y más test, crearán nueva ola de falsos contagiados, y lo atribuirán a un nuevo virus, nueva ola, nueva vacuna… siempre más locura.

Este es el sistema operativo, que también pretenden que sea la primera de nuestras ocupaciones, en nuestra futura vida, dentro del también pretendido nuevo orden, pero… ¿qué va a ser de la economía productiva, generadora de riqueza real y social para las familias y las naciones granendeudadas?… porrot.

Toda la economía colapsada. Todas las entidades públicas y privadas con las deudas canceladas, lo mismo la de los gobiernos y las de todos los ciudadanos perdonada; sin dinero, pero con una renta básica universal asegurada a todos.

Que bien, pero… todo eso ¿a cambio de qué?: «No tendréis nada vuestro, pero viviréis felices». Solo dos clases: controladores libres y transhumanos felices, con Estados, clases medias y propiedades privadas, desaparecidas… ummmm

Se hace prioritario descifrar este mensaje aparentemente con final feliz, desde la gran incógnita de ¿cómo ejecutarán los pasos intermedios de ese programa operativo?… ¿y cómo el espacio intermedio entre la obediencia y la resistencia?

Como 2020 fue el año del acoso y la coacción y 2021 el del acoso y la coerción para 2022 exige obrar con mucha anticipación… y en equipos locales enlazados.

Es el tiempo de reunirnos en asambleas comunales (batzarra); de organizarnos para crear asociaciones de consumidores y con mayores coberturas acompañar a personas que hoy desencantadas por tanta manipulación se sientan acogidas. Para quienes hoy pudieran hallarse sumidas en un limbo informativo y ávidas de recabar información con otras versiones, se hizo la llamada en Hernani, al modo de Bizitza en Euskal Herria y otros pueblos del mundo, más anticipados  

El gran reto es, conseguir hacer que, 2022 sea el año de la comunicación para la cooperación, entre personas vacunadas y las libres de vacunación. Además de, porque no estamos solos, sea porque visto lo visto en 2020 y 2021, es lo más importante, pues la vida comienza… cuando la duda y el miedo termina.

Un corto tiempo de gran incertidumbre, para este período que media hasta el verano, ya que como bien decía el bueno de Miguel de Cervantes en boca de Don Quijote en sus diálogos con Sancho: «Sábete, Sancho, que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien esté ya cerca…».  

Confiar en que el continuo goteo de desengañados, deserciones consecuentes e insumisones por razones de conciencia, que ya se viene dando, será uno de los desencadenantes de, ese «sálvese quien pueda» que, a no tardar, pudiera darse entre las aún apretadas filas de la oficialidad médico-institucional.

Además, porque toda creación o programa de fabricación (se termine de llevar a cabo o no), tiene caducidad natural, opuesta a la alargascencia programada y diseñada hasta que este mal río terminara de arrastrarnos a todos… pues no.

Sí o sí, será lo que en palabras asimilables a las de Don Quijote vendría a decir que: «No hay bien que por mal no venga». Que si el gran mal y la eterna mentira ya lo tenemos, sepamos que llegó para desenmascararse y para que la gente despierte a saber, por quienes hemos estado gobernados desde siempre.

Fue la mentira, el arma a través de la cual, nos mantuvieron durante toda la existencia humana sumidos en lo más oscuro de la profundidad de la caverna.

Hoy, la siembra de la Abundancia de la Verdad a través de los elementos y los alimentos, nos acerca hacia una nueva primavera, una primera verdad… pendiente de florecer.


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