«Tienes un coche rápido, yo tengo un plan para sacarnos de aquí. Tenemos que tomar una decisión, partir esta noche o vivir y morir así». Tracy Chapman nos cantaba en "Fast car" la historia de una mujer trabajadora y pobre, que busca el camino para salir de una vida difícil.

La consejera Tapia también tiene su coche, que además de rápido es nuevo. Funciona con gasolina, pero aun así se lo ha autosubvencionado con 2.000 euros. Y es que Tapia también tiene un plan, el Renove. El Gobierno Vasco declaró solemnemente hace unos meses que estamos en emergencia climática y medioambiental. Resaltaba el objetivo de alcanzar una economía neutra en carbono, lo cual no cuadra muy bien con continuar subvencionando con dinero público los combustibles fósiles.

En "Fast car" la protagonista tenía tantas ganas de alejarse de todo lo que la rodeaba, que sin pensarlo bien, eligió probablemente la pareja y el camino equivocados. Tapia también tiene prisa, la emergencia climática y la crisis provocada por la covid-19 urgen, así que ha de tomar decisiones.

Tienes un coche rápido, yo quiero un billete a cualquier lugar..., cualquier lugar es mejor. Gastar como va a hacer el Gobierno Vasco diez millones de euros en la vieja receta de impulsar la quema de combustibles fósiles, es eso, coger alocadamente un billete al destino equivocado.

Resulta llamativo pero esclarecedor que, mientras durante el confinamiento la cara más visible del Gobierno Español ha sido Fernando Simón, un reputado epidemiólogo, la del Gobierno Vasco haya sido Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico. Tapia, a la vez que anuncia que el funcionariado, incluido el personal sanitario tan aplaudido desde los balcones, sufrirá recortes salariales, marca su prioridad: salvar a las empresas automovilísticas. Así recuerdo que íbamos conduciendo, conduciendo tu coche, la velocidad, tan rápido que me sentía como borracha.

«En marzo la recaudación de las gasolineras cayó un 80%... La transición ecológica no es prioritaria», declara la omnipresente consejera a "Diario Vasco". El Gobierno Vasco obvia que las políticas de renovación de coches no consiguen un gran ahorro en emisiones por el «efecto rebote»: los coches nuevos se usan más, así que terminan contaminando lo mismo que los antiguos. Además, los coches vendidos en los últimos años emiten más CO2, debido sobre todo al incremento de la masa y el volumen de los vehículos nuevos. SUVs, todoterrenos, monovolúmenes, rancheras, crossover... Quiero un coche cada vez más grande, cada vez más robusto. Recuerdo el coche que tenía mi tío Justo, un R12, y lo recuerdo grande; ayer observé un antiguo R12 en un aparcamiento junto a docenas de coches modernos: el R12 parecía minúsculo.

Tú tienes un coche rápido, yo tengo un trabajo que paga las facturas. Así que monta en tu rápido coche y sigue conduciendo. Entre todos y todas pagamos estas ayudas que, como demostraron Adda y Cooper (2000), ni siquiera incrementan la globalidad de las ventas. Así, el efecto total sobre las ventas es esencialmente nulo: aumentan mientras el plan está en vigor y disminuyen posteriormente.
Contrariamente a lo que una impresión apresurada nos indica, estos planes Renove incluso influyen poco a largo plazo en la antigüedad del parque automovilístico, como concluyen Licandro y Sampayo (2006).

Me las he arreglado para ahorrar un poco de dinero, no tenemos que conducir muy lejos. Ese poco de dinero puede no bastar para adquirir un coche nuevo; de hecho, solemos pensar que el hecho de que se subvencione la venta de un vehículo con 2.000 euros equivale a que cuesta 2.000 euros menos. Pero no es así. En un estudio sobre los efectos de las ayudas públicas, la denominada Comisión Nacional de la Competencia comparó los precios franco fábrica antes y después de la entrada en vigor de un Plan Renove. Pues bien, el estudio mostró que entre los vehículos incluidos en el Plan la mitad aumentó el precio, y que los precios aumentaron en promedio unos 400 euros. Entre los vehículos que no calificaban para la ayuda el precio tendió a abaratarse.

Se ha producido recientemente un máximo histórico en las concentraciones de CO2 en el planeta, 417 partes por millón. El cambio climático crece raudo a lomos del automóvil de gasolina y diésel, el elemento que más emisiones de gases de efecto invernadero genera en Euskal Herria. Y perseveramos en fomentarlo. Tened, 10.000.000 de euros; subvenciones millonarias a tecnologías del pasado. Pese a que el PNV promete en campaña electoral luchar contra el cambio climático, condesciende a las presiones del lobby empresarial y se sube a su caravana de coches. Acelera, vamos hacia Cantabria, que es temporada de playas. No tenemos que conducir muy lejos, solo cruzar la frontera.

Los países más avanzados en la lucha contra el cambio climático de la Unión Europea, como Dinamarca y Noruega, tienen claro que las prioridades son la gestión de la demanda de movilidad y la potenciación del transporte público, a la vez que subvencionan solo vehículos eléctricos, con el fin ir eliminando los motores diésel y gasolina. Sin embargo, Tapia persevera apostando por esa tecnología obsoleta y contaminante. Tienes un coche rápido, pero ¿es suficientemente rápido para que salgamos volando? Tienes que tomar una decisión, partir esta noche o vivir y morir así.